Sevilla

El Supremo corrige al TSJA y condena al asesino de la 'botellona'

  • El Alto Tribunal anula la absolución de Óscar Riquelme y vuelve a imponerle 12,5 años de prisión.

El Tribunal Supremo ha anulado la absolución de Óscar Riquelme y ha confirmado la condena que le impuso la Audiencia de Sevilla de doce años y medio de cárcel por el homicidio de Francisco José Guerrero Vargas. La víctima, un joven de 23 años de La Puebla de Cazalla, recibió una puñalada en el corazón en el transcurso de una pelea durante la fiesta de la primavera que se celebró en el Charco de la Pava el 25 de marzo de 2011. Después de que el jurado considerara culpable a Riquelme y fuera condenado por la Audiencia, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) lo absolvió por falta de pruebas. Casi ocho meses después, el Supremo ha tumbado ahora esta absolución estimando que existían pruebas suficientes para acreditar que fue Riquelme quien clavó la navaja en el pecho de la víctima.

El Alto Tribunal considera firme ya la sentencia de la Audiencia, que además de los doce años y medio de prisión también impone al acusado el pago de 146.103,91 euros de indemnización a la madre de la víctima. En la sentencia del Supremo, los jueces consideran que el jurado tuvo en cuenta varias pruebas para emitir un veredicto de culpabilidad. Entre ellas destacan las declaraciones de varios testigos, en especial las de la testigo protegida número 1, que fue mucho más clara durante la fase de instrucción que durante el juicio. La sala de lo Penal del Supremo da por buena la versión del jurado, que otorga más credibilidad al testimonio durante la instrucción porque se prestó en "mejores condiciones de tranquilidad".

Para los magistrados, "la inferencia del jurado que conduce a afirmar que el acusado fue quien asestó el navajazo a la víctima debe considerarse razonable, pues se apoya en una serie de pruebas testificales que confluyen en la misma dirección".

El Alto Tribunal tampoco aprecia contradicción entre las declaraciones de la testigo protegida en la fase de instrucción y en el juicio, que situó al agresor y la víctima en diferentes posiciones en la escena del crimen. Los jueces sólo ven "una ausencia de coincidencia parcial, que puede acharcarse a una mera confusión respecto a la posición relativa de cada uno de los intervinientes a causa de las propias circunstancais en que se presta la declaración". También recuerda la Sala la frase que un menor implicado en los hechos dijo a la Policía cuando lo llevaban detenido: "Vaya marrón que me ha metido el gordo, él era el que llevaba la navaja y la ha tirado al río".

El abogado Álvaro Pimentel Siles, que ha defendido a Riquelme, mostró su "sorpresa" por la sentencia del Supremo y aseguró que está estudiando la posibilidad de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, al considerar que se han vulnerado los derechos fundamentales de su cliente y el derecho "a ser oído" antes de cambiar la absolución. El letrado recordó que la decisión del Alto Tribunal contraviene incluso la propia jurisprudencia del Supremo, que establece que antes de revocar una sentencia absolutoria hay que escuchar de nuevo al acusado.

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