La Universidad de Sevilla (US) y la Pablo de Olavide (UPO) continúan en el vagón de cola de las instituciones públicas de enseñanza superior de España en cuanto a los ingresos obtenidos por cada alumno. Así lo corrobora el último informe de la Fundación CyD, uno de los documentos de referencia para analizar la evolución de este ámbito educativo, en el que la financiación sigue suponiendo un lastre para las universidades andaluzas, de ahí que los rectores hayan reclamado durante bastante tiempo un nuevo modelo que la Junta de Andalucía puso en marcha el otoño pasado. 

Con datos relativos al curso 2021/22, los dos universidades públicas sevillanas se encuentran al final de la tabla de los ingresos obtenidos por estudiante de grado (se excluyen los de máster y doctorado). La US recibe por tal concepto 1.069 euros, cantidad que en el caso de la UPO se queda en 1.025. Tales cifras las sitúan de nuevo en el vagón de cola de dicho ranking, donde se colocan como la sexta y cuarta, respectivamente, si la enumeración se hace desde el final. 

Al comparar las posiciones con las que mantenían en informes anteriores, la situación ha mejorado levemente, aunque no lo suficiente para salir de este vagón de cola, en el que los últimos puestos se los quedan dos universidades gallegas. La de la Coruña, con una cifra de ingresos por alumno de 915 euros; y la de Vigo, con 836.  

A nivel autonómico, el conjunto de universidades andaluzas públicas se mantienen en la segunda mitad de la tabla. La Universidad de Córdoba (UCO), con 1.359 euros, es la institución de la región que ocupa la primera posición en este ranking, seguida de Almería (1.256 euros), Jaén (1.235), Málaga (1.217), Huelva (1.184), Granada (1.149), Sevilla (1.069), Cádiz (1.028) y la Pablo de Olavide (1.025). 

El listado lo corona un grupo de ocho universidades en las que estos ingresos superan los 2.000 euros por estudiante. El primer puesto es para la Carlos III de Madrid, donde se logran 2.323 euros por cada universitario. Le siguen la Politécnica de Cataluña, con 2.274; y la Complutense de Madrid, con 2.186. Cantidades que prácticamente duplican a los datos de las universidades públicas sevillanas. 

Dicho listado hay que compararlo con el del gasto que genera cada alumno a las universidades. En este caso, la US y la UPO están más distanciadas, pero siguen manteniéndose en la segunda mitad de la tabla. Los gastos corrientes por estudiante en la Hispalense alcanzan los 6.740 euros, por debajo de la media nacional; mientras que en la Olavide tal desembolso se reduce a 6.147, el cuarto más reducido de las universidades españolas. El ranking lo lidera la Universidad de La Rioja, con 10.126 euros de gasto por alumno, seguida de la Politécnica de Cartagena, con 9.958. Lo cierra, al final, la Rey Juan Carlos, con sólo 3.441 euros. La institución académica andaluza que más alto se posiciona en la clasificación es la Universidad de Huelva (UHU), con 8.025 euros por estudiante. 

De este modo, la Carlos III de Madrid, que consigue el ingreso más elevado por alumno (2.323 euros), afronta un gasto de 7.281 euros por cada universitario matriculado en grados. La de Vigo, que se situaba al final de la primera tabla (836 euros de ingreso por estudiante) afronta un desembolso de 7.302 euros. La comparativa a nivel sevillano es de 1.069 euros de ingreso por estudiante frente a 6.740 de gasto en la US; relación que queda en 1.025 euros de inyección por 6.147 de coste en la UPO. 

Otro capítulo importante de la financiación universitaria atañe a los gastos del personal a tiempo completo. Se trata del listado en el que la US y la UPO logran las posiciones más altas del informe. La Universidad de Sevilla destina 39.752 euros por empleado, lo que la sitúa como la octava de España en tal concepto. En la Olavide esta cifra es de 33.502. Por delante de la US se encuentran dos universidades andaluzas, la de Jaén (UJA), que corona el ranking, con 44.359 euros por empleado; y la de Granada, con 43.979. 

Tampoco deben olvidarse las transferencias corrientes y de capital a las universidades por alumno, donde de nuevo la US y la UPO se sitúan al final de la tabla. La Hispalense recibe 6.899 euros y la Pablo de Olavide, 6.226. En este listado la Politécnica de Valencia se alza en lo más alto, con 10.824 euros. En el escalón inferior se sitúa la Rey Juan Carlos, con 2.374. 

Por último, cabe reseñar la tasa de ahorro bruto (que mide la diferencia entre ingresos y gastos corrientes). Tres universidades andaluzas presentan los datos más negativos. La primera es la de Málaga (UMA), con un porcentaje de -51,31%, seguida de la US, con un -43,78%; y de la UPO, con -41,86%. La que logra el porcentaje más positivo en ahorro es la Politécnica de Valencia, con un 24,06%. En Andalucía es la Universidad de Cádiz (UCA) la que consigue el mejor registro, con un 10,32%. 

Con todos estos datos, la capacidad de financiación en la Hispalense arroja un dato positivo mínima, sólo del 0,19%, mientras que en la Olavide es negativo (aunque también reducido), del -1,86%. El porcentaje más negativo se lo lleva la UMA, con un -12,90%. La financiación más positiva la consigue, como en el ahorro, la Politécnica de Valencia, con un 12,88%. 

Cifras que, como conclusión, demuestran la necesidad de una mayor capacidad financiera por parte del sistema universitario público español y, en concreto, del sevillano.