El Valme incorpora al primer paciente español en el ensayo clínico mundial de una nueva terapia del lupus

avances en investigación sanitaria

Es uno de los tres hospitales españoles que participan en el estudio

Se probará la eficacia y seguridad del Upadacitinib en enfermedad activa moderada a grave

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El equipo de investigación del servicio de Reumatología del Valme. De izquierda a derecha: Raquel Hernández, Mario León, María Luisa Velloso, Sergio A. Rodríguez, Consuelo Ramos, Rosalía Martínez Pérez y la enfermera Ana López.
El equipo de investigación del servicio de Reumatología del Valme. De izquierda a derecha: Raquel Hernández, Mario León, María Luisa Velloso, Sergio A. Rodríguez, Consuelo Ramos, Rosalía Martínez Pérez y la enfermera Ana López. / H. U. V.

Una paciente del Hospital de Valme se ha convertido en la primera de España, y una de las primeras europeas, en probar la seguridad y eficacia de una nueva terapia contra el lupus, una enfermedad inflamatoria crónica, causada por el ataque del propio sistema inmunitario, y que puede causar daños a cualquier órgano del cuerpo, cuyo origen, por ahora, se desconoce.

El novedoso estudio consiste en la administración por vía oral de un comprimido diario del fármaco Upadacitinib, aprobado en más de 70 países para el tratamiento de enfermedades inflamatorias. Un avance que ha sido posible gracias a la experiencia y compromiso investigador del servicio de Reumatología de este centro y que le ha permitido convertirse en uno de los hospitales de referencia nacional para el desarrollo de estudios clínicos sobre esta enfermedad, logrando su participación en este prestigioso ensayo internacional junto a sólo otros dos hospitales españoles -el Hospital de A Coruña y el Hospital Meixoeiro de Vigo- entre un total de una decena en todo el mundo.

Sobre el lupus, la doctora María Luisa Velloso, jefa del servicio de Reumatología del Valme, comenta que su prevalencia es de "unos 20 a 150 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que se ha incrementado notablemente en los últimos años debido al avance en el procedimiento diagnóstico de esta enfermedad". Ésta se caracteriza por producir anticuerpos que se depositan en los órganos, produciendo daños en los mismos, y cursa a brotes, es decir que tiene periodos de actividad y otros de remisión. Su sintomatología es diversa, pero habitualmente se asocia a cansancio, pérdida de peso y otras manifestaciones como dolor en las articulaciones, erupciones en la piel, complicaciones hematológicas o afectación renal.

Lesiones faciales de lupus cutáneo agudo.
Lesiones faciales de lupus cutáneo agudo.
Lesiones por lupus en las manos.
Lesiones por lupus en las manos. / H. U. V.

En el Valme, el abordaje clínico del lupus eritematoso sistémico se lleva a cabo en la consulta de Colagenosis del servicio de Reumatología y, anualmente, este centro trata a unos 200 pacientes. El tratamiento convencional es plurifarmacológico y puede incluir desde corticoides, hasta medicamentos contra la malaria y inmunosupresores, que ayudan a controlar la enfermedad, pero éstos deben tomarse de forma crónica, pueden producir efectos secundarios y no siempre son efectivos.

Por su parte, el ámbito investigador en torno a esta enfermedad se desarrolla desde la Unidad de Investigación de Patologías Reumatológicas cuya actividad está focalizada en tres líneas de actuación concernientes a enfermedades sistemáticas y articulares: ensayos clínicos, estudios observacionales multicéntricos y estudios en colaboración con sociedades científicas. En este marco, destaca su liderazgo en el ámbito de los ensayos clínicos sobre lupus, "siendo uno de los centros hospitalarios nacionales con mayor capacidad de reclutamiento de pacientes y con mayor participación en ensayos en fase precoz", como detalla su jefa de servicio.

El pilar básico de tratamiento, según concretan los responsables de esta consulta, son los inmunosupresores y corticoides. "Y, al igual que en otras enfermedades reumáticas, inflamatorias o autoinmunes, en los últimos años se ha evolucionado introduciendo en pacientes que no tienen respuesta al tratamiento convencional el uso de anticuerpos monoclonales, cuya administración es por vía subcutánea o intravenosa", explican los profesionales. Sin embargo, la innovación actual es aplicar fármacos que se administren por vía oral, en lugar de parenteral. Su carácter oral le evita punciones para su administración y también desplazamientos al centro hospitalario para recibir el tratamiento.

"La posología oral representa para el paciente una comodidad que no ofrecen otras alternativas de tratamiento. El hecho de tener que administrase una medicación por vía subcutánea, por ejemplo, que es habitual en esta enfermedad, ya representa para el paciente el tener que someterse a un pinchazo periódico; o, la modalidad intravenosa, que requiere que el paciente esté hospitalizado una serie de horas para recibir la terapia, con los riesgos que, además, supone el acceso venoso. Con lo que con la vía oral conseguimos que el paciente se adhiera mejor al tratamiento, se observe menos rechazo al ser más cómodo y evitamos problemas derivados de esos otros métodos terapéuticos", explica el coordinador de ensayos clínicos de esta unidad de investigación en el Valme, Sergio Rodríguez.

En este contexto, este ensayo clínico internacional precede a otro que ya se desarrolló el año pasado con muy buenos resultados en el que ya se probó la efectividad del Upadacitinib en el tratamiento del lupus combinado con otro fármaco, "reportándose importantes mejoras en aquellos pacientes que tomaron esta molécula", tal y como apunta la investigadora principal de este novedoso ensayo, Rosalía Martínez. "La importancia de los ensayos clínicos radica en el aporte de nuevas opciones terapéuticas tras constatar la eficacia terapéutica y un perfil de seguridad adecuado", añade la investigadora.

Con todo, el nuevo estudio se encuentra en fase de screening con la selección de pacientes. Es en esta primera etapa en la que el hospital sevillano ha aportado el primer paciente nacional y uno de los primeros europeos. Se trata de una mujer de mediana edad con síntomas de enfermedad activa, pese al tratamiento basal del que dispone dentro de su terapéutica. El ensayo se desarrollará durante un período de 52 semanas evaluando la seguridad y eficacia del Upadacitinib en comparación con placebo para el tratamiento de pacientes con lupus eritematoso sistémico con actividad moderada a grave. Esta primera paciente lleva recibiendo el tratamiento cuatro semanas, sin reportar eventos adversos hasta el momento, y con notables mejoras clínicas tanto a nivel cutáneo como articular, y la estimación del centro es reclutar en este mismo estudio a lo largo del año entre cinco y diez enfermos más.

Sobre el fármaco a probar, los profesionales implicados en esta ensayo, explican que se trata de un inhibidor de la Janus quinasa (JAK) para el tratamiento de enfermedades inflamatorias. El mismo está aprobado en más de 70 países para al menos una de las siguientes indicaciones: artritis reumatoide, artritis psoriásica, espondilitis anquilosante, espondiloartritis axial no radiográfica, colitis ulcerosa, dermatitis atópica y enfermedad de Crohn. Además se está estudiando en las siguientes indicaciones adicionales: hidradenitis supurativa, artritis idiopática juvenil de curso poliarticular, artritis idiopática juvenil sistémica, arteritis de células gigantes, vitíligo y arteritis de Takayasu.

Como explica el coordinador de este ensayo, los participantes en el estudio de posibles nuevas dianas terapéuticas requieren de un mayor control y monitorización durante la duración del tratamiento, así como de una mayor dedicación de recursos por si hubiera algún contratiempo o se produjera algún tipo de efecto adversos estar muy alerta y poder actuar pronto y abordarlo lo antes posible. "El lupus representa una de las patologías a la que dedicamos mayores esfuerzos, dado que, al formar parte del grupo de enfermedades raras, tiene limitado su arsenal terapéutico y la investigación es prioritaria para su avance", apunta, al respecto Sergio Rodríguez.

La investigadora principal de esta ensayo, Rosalía Martínez, en el centro, junto al coordinador de ensayos clínicos de esta unidad de investigación, Sergio Rodríguez, y la jefa de Reumatología, María Luisa Velloso.
La investigadora principal de esta ensayo, Rosalía Martínez, en el centro, junto al coordinador de ensayos clínicos de esta unidad de investigación, Sergio Rodríguez, y la jefa de Reumatología, María Luisa Velloso. / H. U. V.

En la actualidad, y con vinculación al lupus, este centro tiene activada su participación en cuatro ensayos clínicos internacionales. Junto a la investigadora principal de esta ensayo, Rosalía Martínez, y el coordinador de ensayos clínicos de esta unidad de investigación, Sergio Rodríguez, participan en el mismo los también reumatólogos Consuelo Ramos, Mario León y Raquel Hernández.

El servicio de Reumatología de Valme cuenta con un elevado número de profesionales doctores (6 con tesis doctoral y 2 en proceso), y fomenta la investigación tanto a residentes como a estudiantes ofreciendo una amplia oferta de trabajos de fin de grado. "Nuestro servicio, además de proporcionar una asistencia y docencia pre y postgrado de calidad, está comprometido con la investigación desde sus inicios. Esa actividad investigadora no solo se desarrolla en el entorno de ensayos clínicos, también participamos en estudios observacionales multicéntricos, en nuestras propias líneas de investigación y en proyectos multidisciplinares. Toda esta actividad investigadora se traduce en comunicaciones a congresos y publicaciones en revistas científicas. Entre nuestros objetivos se encuentra continuar en esta senda de la investigación, que nos permita mantenernos actualizados en cuanto a nuevos tratamientos que puedan mejorar la salud de nuestros pacientes", argumenta la doctora Velloso.

La Unidad de Investigación del servicio de Reumatología del Valme comenzó su andadura en los años 90, con el doctor José Luis Marenco al frente como jefe del servicio en ese momento. Las áreas de estudio son varias y diversificadas: artritis psoriásica, lupus, espondiloartritis o artritis reumatoide. Es un servicio clínico muy prestigiado con un altísimo nivel investigador, como demuestra que haya sido el primer centro español en lograr un paciente para este ensayo internacional, refrendando su gran capacidad de reclutamiento de pacientes. De hecho, el Valme se convirtió en el primer hospital de Andalucía en abordar el empleo de tratamientos biológicos en artritis reumatoide en el seno de estudios clínicos internacionales. Y a lo largo de más de dos décadas su Unidad de Investigación ha ido acumulando experiencia, no sólo en moléculas en investigación en artritis reumatoide, sino también en otras enfermedades reumáticas. Es el caso del lupus eritematoso sistémico, artritis psoriásica, espondiloartritis o enfermedades minoritarias, como las miopatías inflamatorias inmunomediadas, de las que actualmente tienen un estudio en activo.

"El hecho de que participemos activamente en la investigación de nuevos tratamientos representa un extra para tratar a esos pacientes que han fallado a otras opciones terapéuticas, por lo tanto estamos ofreciendo algo que otros centros no pueden ofrecer y que son tratamientos de vanguardia a los que solamente tienes accesos si estas participando en estos ensayos clínicos", concluyen los investigadores detrás de este estudio mundial.

En torno a 200 pacientes anuales en consulta

El abordaje clínico de esta enfermedad se lleva a cabo en el Hospital de Valme en la Consulta de Colagenosis del servicio de Reumatología. Anualmente, este centro trata a unos 200 pacientes de lupus eritematoso sistémico. A menudo pueden aparecer manifestaciones como dolor en las articulaciones, erupciones en la piel, complicaciones hematológicas o afectación renal.

Prevalencia en aumento en los últimos años

Se trata de una enfermedad que tiene una prevalencia de unos 20 a 150 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que se ha incrementado notablemente en los últimos años debido al avance en el procedimiento diagnóstico de esta patología. Es más frecuente en las mujeres y respecto a los varones y el rango de edad más frecuente de aparición es entre los 20 y los 30 años.

Abordaje clásico por vía subcutánea o intravenosa

El pilar básico de tratamiento para lupus son los inmunosupresores y corticoides.En los últimos años se ha evolucionado introduciendo en pacientes que no tienen respuesta al tratamiento convencional el uso de anticuerpos monoclonales, cuya administración es por vía subcutánea o intravenosa, lo cual puede entrañar ciertos riesgos.

Liderazgo investigador a nivel nacional

En la actualidad, y con vinculación al lupus, el Hospital de Valme tiene activada su participación en cuatro ensayos clínicos internacionales. Se trata de una de las patologías a las que desde la Unidad de Investigación de Patologías Reumatológicas del centro dedican mayores esfuerzos dado que, al formar parte del grupo de enfermedades raras, tiene limitado su arsenal terapéutico y la investigación es prioritaria para su avance.

Velloso, resaltar que tenemos una amplia experiencia, una gran trayectoria y un compromiso importante con la investigación en nuestro servicio, además de la asistencia y la docencia y nuestra intención es continuar con esta senda porque de este modo ofrecemos tratamiento avanzados a pacientes que tienen opciones limitadas y el objetivo es mejorar su salud. Son enfermedades que son raras, afectan a gente joven, que condiciona mucho su calidad de vida, el acceso a estos tratamientos hacen que tengamos mayor facilidad para manejar estas terapias y aprender sobre su uso para después aplicarla al resto de pacientes una vez los trabajos de investigación permite comercializar la terapia.

Rosalía

Este ensayo nace después de que el año pasado concluyera otro estudio combinado, combinaba esta molécula con otra y pudimos observar que fueron los pacientes que consumieron Upadacitinib los que habían conseguido cierta mejoría. Se ha hecho un nuevo ensayo clínico en el que solo se va a usar esta molécula, que es un tratamiento oral, que se comercializó hace unos tres años para la arteritis reumatoide y que se está estudiando con otras patologías sistémicas, entre ellas el lupus. Es un fármaco oral, lo que lo hace muy ventajoso para los pacientes, ya que la mayoría son intravenosos o subcutáneos, una terapia más dirigida, monoterapia, y nos serviría para ahorrarles corticoides que es uno de los fármacos que más se usan en lupus, que también tienen su carga de toxicidad y efectos secundarios. Y, a nivel de seguridad, es un fármaco, en principio seguro, pero hay que tener en cuenta una serie de variables de riesgo cardiovascular en los pacientes, que nos hacen estar más pendientes de ellos.

Una paciente de mediana edad, que lleva cuatro semanas dentro del estudio y de momento no ha tenido ningún evento adverso y clínicamente a nivel cutáneo y articular se encuentra mejor.

Sergio Rodríguez,

Los pacientes que entran tienen que tener síntomas de enfermedad activa, que pueden ser inflamación articular, afectación de la piel o de mucosas u otros niveles más serios, a nivel pulmonar... actividad analítica, tienen que tener anticuerpos positivos frente a los antígenos nucleares y una serie de manifestaciones analíticas que nos indiquen que la enfermedad está con datos de actividad a pesar del tratamiento basal que esté tomando.

Un comprimido diario. La posología oral representa para el paciente una comodidad, que no ofrecen otras alternativas de tratamiento. El hecho de tener que administrase una medicación por vía subcutánea, ya representa para el paciente un pinchazo periódico, y la vía intravenosa requiere que el paciente esté hospitalizado una serie de horas, analizar un acceso venoso que también tiene sus riesgos, con lo que con la vía oral conseguimos que el paciente se adhiera mejor al tratamiento va a tener menos rechazo, porque es más cómodo y evitamos problemas derivados de otros métodos, por ejemplo, a veces hacen dolor en la zona de punción o pueden hacer complicaciones en el acceso venoso cuando se administra por suero...

Para nosotros, llevar adelante la línea de investigación de lupus realmente es algo muy importante porque es una enfermedad terribles, se llama lupus erimatico porque provoca afectaciones o puede provocarlas en cualquier parte del cuerpo, no solo es un problema de articulaciones y piel, sino que puede tener afectación cardíaca, de los riñones, del tubo digestivo, del sistema nervioso... Sí que tenemos cada vez más arsenal terapéutico para tratar estas enfermedades, pero sí que hay un porcentaje de pacientes con esta enfermedad que son refrectarios a este tratamiento, entonces, el hecho de que participemos activamente en la investigación de nuevos tratamientos representa un extra para tratar a esos pacientes que han fallado a otras opciones terapéuticas, por lo tanto estamos ofreciendo algo que otros centros no pueden ofrecer y que son tratamientos de vanguardia a los que solamente tienes accesos si estas participando en estos ensayos clínicos.

Se hace una estiación en función de los criterios de selección del estudio, porque también se limita el acceso del paciente en función de tratamientos que haya podido tener previamente u otras enfermedades que haya podido tener el paciente. Y esa estimación de un reclutamiento a lo largo del año que pueden ser entre cinco o diez pacientes por año porque cada paciente que se incluye requiere de visitas sistemáticas, requiere más revisión que cualquier paciente que está con un tratamiento ya aprobado. Son tratamientos en fase de investigación y por lo tanto hay que estar muy alerta ante la posibilidad de que aparezca algún efecto adverso, localizarlo pronto y abordarlo pronto también.

Es una alternativa extra para lo que tiene ya el resto de pacientes con esta enfermedad.

Unos diez países entre EEUU, Europa y en cada país, distintos centros.

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