Los críticos consiguen la presidencia de un PP fracturado por muchos años
PP de Sevilla
Virginia Pérez se hace con las riendas del partido gracias a la remontada de votos en la capital, pero tendrá que elegir a su secretario general de entre un terna propuesta por el bando oficialista.
Vuelco en la presidencia del PP sevillano por 24 votos. La crítica Virginia Pérez se hace con el máximo cargo de una formación política que, vistos los acontecimientos de los últimos tiempos, permanecerá fracturada durante muchos años.
Virginia Pérez se hizo con una ajustada victoria en las elecciones celebradas anoche, una suerte de primera vuelta de cara al congreso que los populares sevillanos celebrarán el 21 de mayo. El resultado fue de 2.610 a favor de Pérez, actual portavoz del PP en la Diputación Provincial, y de 2.586 en apoyo al todavía presidente.
La capital fue clave, ya que la remontada de los críticos no era esperada. Pero vencieron en ocho de los once distritos de la ciudad. La papeleta de Pérez ganó en Sur, San Pablo-Santa Justa, Nervión, Bellavista-La Palmera, Triana, Norte, Macarena y Cerro-Amate.
"Gana la ilusión y gana el cambio". Estas fueron las primeras palabras de la nueva presidenta de los populares en la provincia tras conocer los resultados. De Juan Bueno (candidato oficialista) recibió un beso y el reconocimiento de la derrota en las urnas. Ocurre que Pérez, de acuerdo con un polémico pacto previo firmado entre ambos en presencia de la secretaria general del PP andaluz, Dolores López, no tendrá manos libres para elegir al secretario general, que saldrá de una terna compuesta por los oficialistas. Es decir, Pérez no podrá elegir a su número dos, una figura que tradicionalmente se dedica a la gestión del partido en más de cien pueblos de la provincia, donde el centro-derecha sevillano sigue teniendo su gran asignatura pendiente al no terminar de despegar electoralmente. Las seis horas de votación estuvieron marcadas por una calma tensa. La sede provincial de los populares en la calle Rioja tuvo como nota común una fuerte expectación.
Durante toda la tarde noche eran numerosos los corrillos formados por militantes intercambiando impresiones sobre el futuro de la formación. Todos tenían la impresión de ser el ganador. Minutos antes de las nueve de la noche votó Bueno, que poco después publicó en Twitter "por el compromiso con la provincia y los sevillanos, por un PP de Sevilla más fuerte y unido, yo voto #JuntosparaGobernar".
En Ginés depositó su papeleta Pérez, que antes denunció en esa misma red social que a la hora del almuerzo no existían garantías para celebrar con transparencia la votación. "No tenemos ni las direcciones de dónde se van a realizar las votaciones. Ni los presidentes de las mesas tienen los censos de electores ni las actas". Ambos candidatos aguardaron el final de las votaciones y el comienzo del recuento recluidos cada uno en un despacho de la céntrica sede.
Pérez, sobre el papel, tampoco tendrá libertad para componer su Ejecutiva, que deberá estar equilibrada entre ambas corrientes, ni el comité electoral, que confecciona las listas, que tendrá un presidente de consenso y cinco miembros en representación de la corriente oficialista (Juan Bueno) y otros cinco por la corriente crítica (Virginia Pérez), todo siempre según el acuerdo alcanzado por ambas partes el pasado martes. Este acuerdo ha supuesto la alteración de lo previsto en los estatutos del partido, que contemplan que los dos aspirantes pueden concurrir al congreso siempre que uno no haya vencido al otro por más de 15 puntos de diferencia. Bueno y Pérez se pusieron de acuerdo para que sólo acuda al congreso el que haya sacado un voto más diferencia que el otro en las primeras votaciones. El acuerdo trata de garantizar la presencia de los perdedores en la vida orgánica del partido, habida cuenta de que existe una fractura evidente que lastra al PP sevillano desde hace un año.
El cisma en el PP de Sevilla se evidenció hace un año, el pasado Miércoles de Feria, cuando varios cargos institucionales del partido se hicieron una foto de familia reclamando otro estilo de hacer política en un PP de Sevilla traumatizado por la pérdida de la Alcaldía de los veinte concejales. A partir de ese día se fueron sucediendo las citas y encuentros de los que fueron conocidos como bando crítico, auspiciado en todo momento por el vicesecretario general del PP, Javier Arenas, padre natural del centro-derecha andaluz. El bando oficialista ha estado apoyado por el ministro Juan Ignacio Zoido, quien goza del favor de María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y ministra de Defensa.
También te puede interesar
Lo último
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de Rota
Contenido ofrecido por Nervión Plaza
Contenido ofrecido por Restalia