La joven absuelta de tráfico de drogas en Brasil ya está en Sevilla

La joven Marta María Díaz Sánchez y su padre, José Díaz, ya están en Sevilla, después de haber pasado su particular epopeya en Brasil, donde la sevillana se enfrentó a unos cargos de tráfico de drogas de los que se autoinculpó su novio.

Marta María, de 18 años, fue detenida el 10 de julio en el aeropuerto de Recife, cuando pretendía tomar un vuelo de vuelta a Sevilla en compañía de su novio, José Christian Aguilar Parrado, de 26 años. En el equipaje de la joven, la Policía Federal de Brasil halló más de seis kilos de cocaína, una droga que José Christian Aguilar admitió que se había encargado de su transporte a España a cambio de 15.000 euros. A pesar de que el joven aseguró a las autoridades brasileñas que su novia no tenía conocimiento de que en sus maletas llevaban droga, Marta María Díaz Sánchez no ha podido regresar a España hasta cinco meses después. "Es una alegría volver a Sevilla con mi hija después de todos estos meses luchando", confesaba ayer a este periódico el padre de la joven.

José Díaz y su hija llegaron el pasado sábado al aeropuerto de Lisboa, donde les aguardaban sus familiares para trasladarlos a su domicilio en la urbanización de Torrepalma, donde ayer fueron fotografiados padre e hija. De su periplo por las tierras brasileñas, José Díaz destaca el apoyo que ha tenido del abogado Joao Pedro Diniz Monteiro, al que contrató para que lograra la excarcelación de su hija, que se hallaba recluida en la colonia penal femenina, como "presunta narcotraficante".

El padre confiesa que no se esperaba lo que ocurrió en el aeropuerto de Recife hace cinco meses. Con respecto al novio de su hija, aunque no quiere valorar su conducta, comenta que Marta María "creía que era su amigo".

Tras conocer la detención de su hija, José Díaz se desplazó a Brasil a finales de agosto, donde comenzó la lucha para demostrar la inocencia de su hija. "El trato de las autoridades ha sido bueno", aseveró ayer el padre de Marta María.

Después de numerosos trámites, la Justicia brasileña celebró una vista en la que absolvió a Marta María por considerar que no existían pruebas ni indicios de su responsabilidad en el tráfico de drogas. La joven quedó en libertad sin cargos y sólo faltaba una nueva sesión para fijar una multa, el equivalente en España al pago de las costas procesales. De no abonar esa multa, cuyo importe no quiso revelar ayer el padre de Marta, la joven seguiría en libertad en Brasil, pero no podría regresar a España. Su padre logró obtener el pasaporte de su hija y en los últimos días pudo adquirir, por fin, los billetes para el vuelo.

La familia recibió ayer a Marta María "con los brazos abiertos" después de todos estos meses fuera de Sevilla, explicó ayer José Díaz, que mostró su agradecimiento a todos sus familiares y, en especial, a su sobrino Juan Manuel.