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Educación

Altos Colegios de la Macarena: El precursor de la enseñanza pública

  • El centro cumple 125 años desde que fuera donado a la ciudad

  • Acoge a alumnos de diversas nacionalidades y ha sido pionero en programas didácticos

Aula de los Altos Colegios de la Macarena que conserva las pinturas murales originales.

Aula de los Altos Colegios de la Macarena que conserva las pinturas murales originales. / Antonio Pizarro

En las aulas del CEIP Altos Colegios de la Macarena estudian alumnos rusos, etíopes, chinos, musulmanes, latinoamericanos, rumanos y españoles. Una suma de nacionalidades que representa la diversidad cultural de la que gozan los barrios de los que proceden. Una realidad social que en poco se asemeja a la de los inicios de este centro educativo, que cumple 125 años.

El 30 de mayo de 1894 se abrieron las puertas de la primera escuela pública de Andalucía. Fue un regalo de la Real Maestranza de Caballería al Rey Alfonso XIII, quien lo donó a la ciudad de Sevilla. La distribución de aquel complejo -diseñado por el arquitecto Francisco Aurelio Álvarez y en el que se invirtieron 193.813,61 pesetas- se mantiene casi intacta. Se hicieron en alto para evitar que las crecidas del río inundaran un espacio creado para la infancia.

"Entonces se encontraba a las afueras de la ciudad, rodeada de huertas, lo que explica que en su currículo formativo se le otorgara especial importancia al mundo agrícola", explica Azucena Sanz, quien lleva seis cursos dirigiendo este colegio.  

De aquella Sevilla de finales del XIX, en las vísperas del desastre de Cuba y antes de que la ciudad conociera la gran transformación que experimentaría con la Exposición del 29, se conservan los edificios con catalogación patrimonial y las pinturas murales que cubren los techos de un aula y del actual gimnasio. Éstas últimas son obra de Antonio Cavallini, pintor italiano afincado en la capital andaluza. 

La directora señala las pinturas murales del actual gimnasio. La directora señala las pinturas murales del actual gimnasio.

La directora señala las pinturas murales del actual gimnasio. / Antonio Pizarro

"Son unas pinturas didácticas, ya que entonces no se disponía de libros de texto, por lo que los muros ejercían esta función", detalla la directora de los Altos Colegios, quien precisa que las que mejor se conservan enseñan el abecedario, junto a instrumentos de labranza y escenas moralizantes. La otra serie muestra las longitudes de los ríos más importantes y la altura de las montañas más destacadas. Una clase de geografía convertida en arte. 

En su día, todas las aulas poseían este tipo de decoración, pero el paso de los años y las distintas modificaciones que han sufrido las instalaciones las hicieron desaparecer. "Las dependencias se diseñaron según la costumbre de la época, con techos muy altos. Esto suponía un problema para la climatización, por lo que se optó por colocar techos falsos de escayola, lo que provocó graves destrozos", abunda Sanz. 

Aula de Infantil de la primera escuela pública andaluza. Aula de Infantil de la primera escuela pública andaluza.

Aula de Infantil de la primera escuela pública andaluza. / Antonio Pizarro

A mediados de la década pasada este colegio -que sólo cuenta con una línea (una clase por curso) para Infantil y Primaria- fue objeto de un largo proceso de obras que duró tres años. Durante los trabajos se rescataron parte de las pinturas murales que en su día atesoró. Un valioso patrimonio para el que la dirección del centro lleva años pidiendo a las administraciones y entidades privadas que contribuyan a su conservación. Se ha llamado a muchas puertas, pero, por ahora, la búsqueda ha sido infructuosa. "La Facultad de Bellas Artes está dispuesta a que sus estudiantes las restauren sin coste alguno, pero habría que pagar los materiales, que cuestan 25.000 euros", añade la directora. 

Los edificios mantienen su aspecto original. Uno servía de casa del director. Otros dos para las maestras (en uno vivió una docente hasta 1978) y los otros tres eran para alumnos, alumnas (separados en aquel tiempo por un muro) y párvulos.  

Los edificios que componen el complejo educativo tienen protección patrimonial Los edificios que componen el complejo educativo tienen protección patrimonial

Los edificios que componen el complejo educativo tienen protección patrimonial / Antonio Pizarro

La creación de esta escuela, además de suponer un hito en la obra social de la Maestranza (la institución nobiliaria por excelencia de Sevilla), constituyó un avance de gran calado en la educación, que dependía hasta entonces de las órdenes religiosas. Se llevaba a la práctica la separación entre Iglesia y Estado por la que tanto se había luchado en la centuria decimonónica. El colegio quedaba desde entonces en manos del Ayuntamiento hispalense, que lo dotó de un amplio mobiliario, reflejado en un larguísimo listado del que se conserva una copia en el museo dedicado a la historia del centro. En esta dependencia también se muestra el reloj de pared con el que se inauguró el colegio, libros de la época y un valioso retablo cerámico del Gran Poder

La apertura de los Altos Colegios también supuso un paso adelante en el modelo educativo que imperaba entonces. "Por primera vez se apostaba por los niños como base del futuro", detalla Sanz. "En este colegio se empezó a cuidar al alumno en todos los aspectos. No se trataba sólo de que adquiriesen conocimientos, sino que este proceso se llevase a cabo en las mejores condiciones", precisa. Prueba de ello es el sistema de ventilación que se ideó en las aulas y que aún se conserva, para que el aire que se respire sea siempre salubre. 

Placa conmemorativa de la inauguración del centro educativo. Placa conmemorativa de la inauguración del centro educativo.

Placa conmemorativa de la inauguración del centro educativo. / Antonio Pizarro

También debe destacarse que no sólo atendía a alumnos de corta edad, sino a personas adultas que no habían recibido formación alguna cuando niños. Un precedente de los actuales centros de educación permanente y que, en aquellos momentos, supuso una enorme innovación en el ámbito de la enseñanza. 

De aquella Sevilla de finales del XIX a la ciudad actual, en pleno siglo XXI. Esta escuela ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, sin perder en ningún momento la apuesta por la excelencia educativa. En septiembre del año 2000 fue uno de los primeros centros públicos de Andalucía en acogerse al programa bilingüe, en la modalidad de alemán. También funciona como colegio "mentor" del profesorado extranjero y del que realiza prácticas procedente de las dos universidades sevillanas. 

El museo del colegio conserva una copia del mobiliario que donó el Ayuntamiento a la escuela. El museo del colegio conserva una copia del mobiliario que donó el Ayuntamiento a la escuela.

El museo del colegio conserva una copia del mobiliario que donó el Ayuntamiento a la escuela. / Antonio Pizarro

Otro de los programas más interesantes que desarrolla es el Proyecto Erasmus, gracias al cual alumnos y maestros de quinto y sexto de Primaria realizan estancias cortas en el extranjero. El centro, además, funciona como coordinador de este programa, de carácter bianual, con otros tres colegios (uno de Berlín, otro de Eslovaquia y un tercero de Castilleja de Guzmán). Todos cooperan en el ámbito del deporte, las nuevas tecnologías y el medio ambiente. 

Esta apuesta por la innovación y la excelencia educativa, unidas a su larga trayectoria, han hecho merecedor a los Altos Colegios de la Macarena de la medalla de la ciudad que le será entregada el próximo 30 de mayo. Un reconocimiento a la escuela que abrió el camino a la enseñanza pública en Andalucía. 

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