Álvaro Moleón, el psiquiatra más valorado de España: "Aprendo de mis pacientes mucho más de lo que yo les doy"

El psiquiatra sevillano suma su quinto reconocimiento en los Doctoralia Awards y defiende una psiquiatría basada en la evidencia, la innovación y el trato humano

Cuatro sevillanos alcanzan la élite en los 'Goya' de la Medicina

El psiquiatra Álvaro Moleón, en una imagen reciente.
El psiquiatra Álvaro Moleón, en una imagen reciente. / José Ángel García

El psiquiatra sevillano Álvaro Moleón ha vuelto a situarse en lo más alto de su especialidad tras ser reconocido, por quinto año, entre los mejores especialistas de España en los Doctoralia Awards. Un galardón que, según explica, "va mucho más allá del reconocimiento individual" y representa "el respaldo continuado de pacientes y colegas de profesión".

Moleón subraya que este premio es, ante todo, un motivo de "orgullo colectivo". Recuerda que son los pacientes quienes nominan y los propios especialistas quienes votan, lo que convierte el reconocimiento en una validación doble: asistencial y profesional. A su juicio, el hecho de haber mantenido posiciones de liderazgo durante varios años consecutivos confirma una forma de trabajar basada en la "honestidad clínica", la "actualización constante" y la "prudencia terapéutica". "Incluso cuando eso implica rechazar tratamientos no indicados", afirma. Una manera de ejercer la psiquiatría que, afirma, "sólo es posible gracias al trabajo de un equipo multidisciplinar" que ya supera las treinta personas en el Instituto Andaluz de Salud Cerebral. "Al final, estas nominaciones continuas te indican que estamos haciendo las cosas bien, con conciencia, con cariño, con trato humano y siendo lo más rigurosos posible", afirma.

En cuanto a los factores que le han diferenciado frente a otros profesionales de alto nivel, el psiquiatra destaca que en esta última edición el peso ha recaído especialmente "en la investigación y la docencia". Señala como clave la publicación de estudios sobre neuromodulación, entre ellos un trabajo sobre estimulación magnética transcraneal y conducta suicida, así como el desarrollo del denominado protocolo Sevilla. A ello se suma una intensa labor divulgativa en congresos y la formación de especialistas de toda España, convencido de que la psiquiatría no puede limitarse únicamente a la consulta. "No sólo nos dedicamos a ver pacientes; hacemos docencia, investigación y divulgación, y creo que eso nos distingue", apunta.

Su vocación nació durante la carrera de Medicina, cuando una rotación en psiquiatría le permitió conocer de cerca a pacientes con esquizofrenia. Aquella experiencia despertó su interés por el funcionamiento de la mente y las bases biológicas de los trastornos mentales, un camino que inició formalmente en 2016. "Me atrajo mucho ese estudio de la mente, cómo podía llegar a producir ese tipo de manifestaciones", recuerda.

En su trayectoria reconoce la influencia decisiva de dos figuras. Por un lado, el psiquiatra sevillano Francisco Gotor, su tutor en el Hospital de Valme, y Miquel Bioque, del Hospital Clínic de Barcelona, con quien profundizó en terapias de neuromodulación y electroconvulsiva, un punto de inflexión en su carrera.

Moleón considera que su perfil se ha construido sobre una formación muy orientada a la psiquiatría intervencionista y a lo que denomina "psiquiatría de precisión". Defiende el uso sistemático de técnicas como la estimulación cerebral, la esketamina intranasal, los biomarcadores neurofisiológicos, el electroencefalograma o la resonancia magnética, con el objetivo de personalizar los tratamientos. Para él, la psiquiatría eficaz debe apoyarse en tres pilares inseparables. "La psicoterapia, los tratamientos farmacológicos y las intervenciones físicas sobre el cerebro", remarca.

Entre los grandes retos de la especialidad en España, destaca la necesidad de avanzar hacia una psiquiatría de precisión y de extender las técnicas más innovadoras a la sanidad pública. Aunque reconoce avances, advierte de desigualdades territoriales y reclama una mayor inversión. "Tenemos que ponernos al día e invertir más en salud mental", reivindica.

Sobre la percepción social de la salud mental, observa una evolución positiva, impulsada por la mayor visibilidad mediática y el testimonio de los propios pacientes. Sin embargo, alerta de que el estigma persiste, especialmente entre los hombres. "Todavía cuesta asumir que ir al psiquiatra es lo mismo que ir a un cardiólogo", señala, subrayando que esta resistencia conduce con frecuencia a diagnósticos tardíos.

Para quienes buscan ayuda profesional, recomienda comprobar la formación reglada del especialista, su vinculación a sociedades científicas y su actividad investigadora. "El hecho de estar expuesto y participar en congresos te obliga a estudiar y a estar a la última", afirma.

En cuanto al cuidado de la salud mental, defiende hábitos básicos como regular el sueño, la alimentación, el ejercicio y las relaciones sociales, sin olvidar el tiempo para uno mismo. "Vamos tan rápido que muchas veces no nos paramos a pensar cómo nos va el día a día", reflexiona.

A los jóvenes que se plantean dedicarse a la psiquiatría, les aconseja "vocación por el trato humano" y una "sólida base científica". Define la especialidad como exigente, pero profundamente gratificante. "Es una profesión que te enriquece internamente; yo aprendo de mis pacientes mucho más de lo que les doy", afirma.

De cara al futuro, Moleón se muestra especialmente ilusionado con nuevos proyectos de investigación en estimulación cerebral, protocolos acelerados y biomarcadores que permitan mejorar los resultados terapéuticos. "Estoy seguro de que van a salir resultados muy esperanzadores para nuestros pacientes", concluye.

stats