El atracador de Montequinto se atrincheró en verano en una panadería de Pino Montano

El hombre detenido este Miércoles Santo por atracar una sucursal bancaria de Montequinto es el mismo que el pasado verano se atrincheró con un revólver en una panadería de Pino Montano. En aquella ocasión, el sospechoso irrumpió en La espiga dorada, un local ubicado en la calle Estrella Canopus, en la esquina con Estrella Haris. La Policía estuvo más de cuatro horas negociando con él hasta que terminó entregándose.

Tras aquel incidente quedó en libertad y este miércoles irrumpió presuntamente armado con una pistola en una sucursal de Bankinter en la avenida de Europa, en Montequinto (Dos Hermanas). Fue detenido en una gran intervención de la Policía Nacional, con ayuda de la Local de Dos Hermanas, cuando ya salía del banco cargado con un botín de 50.000 euros.

Manuel S. M., de 52 años de edad, se atrincheró en la panadería de Pino Montano la tarde del 7 de julio de 2022. En aquella ocasión no pretendía robar en el local y se encerró allí armado con un revólver tras mantener una discusión con los caseros. Entró en la panadería y echó a la empleada. Una vez dentro y solo, amenazó con quitarse la vida.

La Policía estableció un dispositivo especial alrededor de La espiga dorada y desalojó toda la calle. Cortó el tráfico e incluso pidió a los vecinos que no se asomaran a las ventanas y azoteas próximas. Un grupo de agentes se parapetaron tras los coches aparcados en la calle, listos para intervenir en caso de que fuera necesario.

Un negociador se desplazó desde Algeciras para tratar de convencer al atrincherado para que se rindiera. A través de videollamadas y varias charlas, la Policía fue preparando la interveción. Finalmente, cuando entraron los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), el hombre depuso su actitud y terminó incluso pidiendo perdón a los policías por el rato que les había hecho pasar.

Pasada la medianoche del 8 de julio, fue detenido sin que nadie pegara un solo tiro y pasó a disposición judicial al día siguiente. Quedó en libertad con cargos. Ni siquiera se le imputó una tenencia ilícita de armas, pues el hombre había sido vigilante de seguridad y tenía permiso para llevar un revólver.

En ningún momento tuvo intención de robar nada en la panadería. Todo lo contrario a lo que hizo este Miércoles Santo, cuando irrumpió, sobre la una menos veinte de la tarde, en la oficina de Bankinter de la avenida de Europa, en Montequinto, armado con una pistola. Ató a los empleados del banco mientras los amenazaba con dispararles, les exigió que le abrieran la caja fuerte y así consiguió obtener un botín de 50.000 euros.

Al salir de la sucursal fue abordado por varias patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local de Dos Hermanas. Los agentes intervinieron también el arma y la munición, y recuperaron el dinero sustraído. Este jueves fue puesto a disposición del juzgado de guardia, que decretó su ingreso en prisión provisional.