La boda inédita y libresca de Norma Duval

LOS caminos del Señor, dicen, son inescrutables. ¿Qué pueden tener en común Norma Duval, la supervedette que fue estrella mundial en el Folies Bergère de París, con Paco Reyes, el párroco de San Lorenzo? La actriz y estrella de revista nunca se ha casado en Sevilla. Una vez lo hizo en Molina de Aragón, localidad de la provincia de Guadalajara, y parece que este verano lo va a hacer con un empresario centroeuropeo en la isla de Tagomago. Al cura y la vedette, que parecen pareja de una película de Mariano Ozores, no les une ninguna relación sacramental. Nadie casó a nadie, por usar la fórmula novelesca de Juan Bonilla.

Norma Duval y Francisco de los Reyes Rodríguez, verdadero nombre del titular de la parroquia de Marcelo Spínola, tienen una relación perpendicular sellada por un librero. Luis Salas, uno de los socios de la librería Céfiro, estuvo el mismo día, era el miércoles de la semana previa a la Feria, con Norma Duval y con Paco Reyes. La vedette es la imagen de la cadena de ropa Punto&Roma y venía a promocionar las tendencias de la marca en la tienda de la calle Alfonso XII. Uno de los primeros en aparecer por la tienda fue el librero. Luis Salas se fotografió con Purificación, verdadero nombre de la vedette. Ella es asidua a las fiestas locales de Porcuna, el pueblo natal de la madre de Norma Duval y de Luis Salas. Devota de la Virgen de Alharilla, una patrona curiosísima cuyo nombre de resonancias andalusíes permanece desde la pila bautismal con su h intercalada en numerosas chicas de ese pueblo de la provincia de Jaén muy próximo al límite con Córdoba.

La librería Céfiro debe su nombre a una frase de Ibn Ammar, visir de Sevilla en el siglo XI: "Cepero, sirve en rueda el vaso, que el céfiro ya se ha levantado, y el lucero ha desviado ya las riendas del viaje nocturno". Con tres largas décadas de historia, tiene el mejor escaparate libresco de Sevilla. Están muy contentos porque el pregonero de la Semana Santa, el poeta Lutgardo García, la citó en su pieza de exaltación en el teatro de la Maestranza.

Céfiro está en la calle Virgen de los Buenos Libros, hermosa redundancia, esquina con Santa Vicenta María, fundadora de las Esclavas. Esta calle prosigue con otros nombres por San Juan de Ávila (espaldas de la comisaría de la Gavidia) y Cardenal Spínola, que desemboca en la plaza de San Lorenzo y en la iglesia donde nunca se casó Norma Duval. El mismo miércoles de prefería que estuvo la vedette en Sevilla, se llenó la iglesia para acompañar a Paco Reyes en sus bodas de plata sacerdotales. No había un solo sitio libre cuando al final de su jornada laboral entró en el templo Luis Salas, el librero al que unas horas antes había visto fotografiándose con Norma Duval. Sorprendido por su don para la ubicuidad, no resistí la curiosidad. Me contó que Paco Reyes, el cura que apagaba las 25 velas, es de su promoción de Historia del Arte, alumnos de Valdivieso, de Teodoro Falcón o Pellicer.

Norma Duval triunfó en el Folies Bergére desde 1980 a 1984, entre Giscard y Mitterrand. Paco Reyes se ordenó sacerdote en abril de 1990 en una iglesia de Los Remedios porque se habían caído unos cascotes en la Catedral. El príncipe (de la Iglesia) y la corista unidos por un librero de Céfiro. La librería celebró el día del Libro el Lunes de Resaca para no coincidir con la Feria. Ayer se oían cánticos de las Esclavas. Abría el chino adyacente, Hua Kelong. Entre los muchos libros de su expositor, La imparable conquista china, de Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo, "un viaje por Occidente para entender cómo China está desafiando el orden mundial".

Norma Duval es aficionada a los libros de Historia. En la librería del paisano de su madre, el librero de Porcuna, tiene para hartarse. O para recordar los tiempos franceses: libros de Stendhal, Michel Foucault o el libro de Salvador Dalí Picasso y yo. Las dos Españas (de la pintura). Hay una guía Repsol 2015 y la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo. Un libro de un artista que también conquistó París, aunque no tanto como Buenos Aires, Serratología, cincuenta canciones de Serrat comentadas e ilustradas. Hay un libro que podría pasar por título de revista de Coslada, Hombres sin mujeres. Es una novela de Harumi Murakami.