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Los colegios de Sevilla llevan 20 días sin vigilantes nocturnos

Alumnos entrando en un colegio público el primer día de clase.

Alumnos entrando en un colegio público el primer día de clase. / José Ángel García

Ha pasado con los parques de Sevilla y ahora le ha afectado a los colegios. Los centros públicos de Educación Infantil y Primaria de la capital andaluza -de titularidad municipal- llevan más de 20 días sin vigilancia nocturna, un servicio que se ha visto perjudicado por la cadena de impagos de la empresa adjudicataria, Mersant, que desde diciembre no abona las nóminas (incluidas las pagas extras) a los trabajadores. El déficit está siendo cubierto por la Policía Local

La vigilancia de los colegios, que se desarrolla en horario no lectivo, se vio interrumpida el lunes 4 de abril, antes de las vacaciones de Semana Santa. A partir de entonces los profesionales que desempeñaban tal cometido dejaron de prestarlo ante los impagos de Mersant. Una decisión que afecta a 114 centros. Previamente, el servicio, ante la falta de abono de las nóminas, se estaba prestando en un 40%, según informan responsables del sindicato CSIF. 

La labor de vigilancia de los centros de Infantil y Primaria (CEIP) en Sevilla capital la acometen 19 empleados de la empresa adjudicataria. En esta plantilla se han registrado hasta siete bajas los últimos meses por la situación económica a la que se han enfrentado, pues la última nómina percibida corresponde a noviembre. La deuda por cada trabajador oscila entre los 7.000 y 8.000 euros. 

Un servicio reducido desde 2010

Conviene aclarar aquí que este servicio ya se redujo la década pasada, cuando en 2010, con Alfredo Sánchez Monteseirín en la Alcaldía, comenzó la primera merma. La segunda llegó en 2019, antes de la pandemia del Covid. Actualmente, en los días lectivos (de lunes a viernes), un coche con dos vigilantes se encarga exclusivamente de las alertas de las alarmas colocadas en los colegios (atención que se presta de 20:00 a 8:00). Otros dos patrulleros con un solo vigilante cada uno hace las rondas por los centros de 19:30 a 4:30. A esta labor se suma otro vehículo con un trabajador de 23:00 a 8:00. A dicho despliegue hay que añadir cuatro vigilantes, en turnos escalonados de nueve horas, que permanecen en los patios de cuatro CEIP desde por la tarde. 

En este último servicio también se han producido cambios los últimos años. Si antes se desempeñaba de forma rotativa en casi todos los colegios de la ciudad, ahora se centra sólo en cuatro, pertenecientes a zonas muy afectadas por actos vandálicos, ya que otros, por su configuración, resultan más complicados de asaltar. Dichos CEIP se encuentran en Torreblanca, Parque Amate y puntualmente Triana. 

Las jornadas no lectivas (fines de semana, festivos y vacaciones) cuentan con un coche durante 24 horas y con dos vigilantes que se encargan en exclusiva de atender las alarmas, otro patrullero un día entero con un vigilante para las rondas y otros cuatro profesionales para permanecer en los patios de los cuatro colegios. 

Todo este dispositivo mermó durante el segundo trimestre del curso a raíz de los impagos a los trabajadores. Desde el 4 de abril dejó de funcionar por completo. En este tiempo, además, el proveedor de combustible de los patrulleros abandonó la prestación del servicio por no abonársele las facturas, lo que ha motivado que los vehículos no pudieran salir. Algunos de ellos han aparecido pinchados, con las ruedas rajadas y los cristales rotos. Por si fuera poco, estos vehículos son propiedad de una empresa de renting que ha emprendido acciones judiciales contra Mersant porque tampoco se le han pagado sus servicios. Ahora se encuentran inmovilizados. 

Uno de los patrulleros de los vigilantes que han aparecido con los cristales rotos. Uno de los patrulleros de los vigilantes que han aparecido con los cristales rotos.

Uno de los patrulleros de los vigilantes que han aparecido con los cristales rotos. / D. S.

Los trabajadores afectados han pedido al Ayuntamiento de Sevilla -en concreto a la Delegación de Participación Ciudadana, que dirige Alela Castaño- que se proceda a un contrato de urgencia del servicio hasta que se convoque la nueva licitación, prevista para octubre. Desde CSIF se insiste en que hay un presupuesto contemplado para tal situación y que en otros centros donde se prestaba el servicio -algunos a cargo de la Junta de Andalucía- ya se ha procedido a realizar tal cambio. También proponen una cesión de créditos para afrontar los pagos pendientes con la plantilla

Desde el gobierno local se aclara que "un colegio no tiene 'per se' un servicio de vigilancia externa fija", como han detallado estos trabajadores. "Lo que se hace son rondas por los centros educativos de una zona", abundan fuentes municipales, que confirman que tal servicio "no se puede realizar por el problema surgido con la empresa adjudicataria". Efectivos policiales son los que realizan ahora "una vigilancia dinámica" por dichos entornos

Los empleados afectados recalcan que el origen de este problema se encuentra en "las ofertas a la baja" que presentan muchas compañías a las licitaciones para hacerse con los contratos y que luego no pueden acometer por problemas de solvencia, lo que acaba repercutiendo en sus plantillas. El panorama actual resulta bastante desolador y pinta un futuro poco optimista para que se resuelva la situación: "Al no rescindir el Ayuntamiento el contrato con Mersant en el primer impago, ha dado lugar a que ninguna empresa se interese por hacerse cargo del servicio, debido a la deuda contraída con los trabajadores, la Seguridad Social y Hacienda, un débito que por la ley de contratación del sector público ha de asumir la nueva adjudicataria".