Sevilla

La comunidad ecuatoriana en Sevilla vive con "terror" la situación en su país de origen

Asamblea Nacional del Ecuador

Asamblea Nacional del Ecuador / Asamblea Nacional del Ecuador

Los 4.500 ecuatorianos que viven en Sevilla siguen "con terror y angustia" las noticias que llegan desde el país andino. La declaración de guerra interna decretada por el gobierno de Noboa mantiene a la mayoría de sus familiares encerrados en casa y con escasas posibilidades de abastecerse porque las calles están tomadas por el ejército. Walter Vivanco, presidente de Integración Radio y coordinador de la Asociación Ecuatoriana de Andalucía, asegura que están en contacto permanente con sus familiares en el país de origen. "La situación es de auténtico pavor y de anarquía en el país. No estamos con miedo, sino aterrorizados", asegura. 

Para Vivanco, que salió de Ecuador en el año 2000, la situación es algo "que se veía venir". Entre otras razones, porque "se les fue de las manos el control de las cárceles", que, durante años, "se han convertido en verdaderos cuarteles de formación de delincuentes". El presidente de Integración Radio alude a la corrupción como otro de los problemas del país. "Ya hemos tenido más de 20 estados de excepción en poco tiempo. Ahora lo que se ha declarado es guerra interna. Esto significa que las calles están controladas por el ejército, con todo lo que eso supone de que las bandas de narcos también están armadas", añade.

Walter Vivanco, presidente de Integración Radio Walter Vivanco, presidente de Integración Radio

Walter Vivanco, presidente de Integración Radio / M. G.

Walter recuerda que Ecuador llegó a ser "un ejemplo de país" en la región. "Fue cuando gobernaba Rafael Correa (desde el 15 de enero de 2007 hasta el 24 de mayo de 2017). Entonces éramos de los países más seguros", asegura y afirma que esa estabilidad hizo que muchos emigrantes retornaran. "Llegó a convertirse en un país al que llegaban los vecinos de Perú y Colombia porque estábamos dolarizados desde 1999 y preferían cobrar en dólares que en pesos o bolívares", recuerda. 

"Después todo fue degenerando hasta que la delincuencia se hizo fuerte y los jóvenes prefirieron unirse a las bandas de narcos antes que estudiar. Los chavales lo toman como hobby. Es algo que está de moda", explica Walter. 

Una de las actividades organizada por la comunidad ecuatoriana en Sevilla. Una de las actividades organizada por la comunidad ecuatoriana en Sevilla.

Una de las actividades organizada por la comunidad ecuatoriana en Sevilla. / M. G.

La limpieza de las cárceles y debilitar a los narcos son las dos claves que Walter señala para mejorar la situación del país. "Ecuador se ha convertido en el principal puerto de salida de coca proveniente de Perú y Colombia, y eso está pasando factura", remarca. Walter Vivanco no descarta que la comunidad ecuatoriana en Sevilla organice algún acto de apoyo a la población de Ecuador.

Otra de las personas que miran con preocupación al país andino desde Sevilla es Gloria, presidenta del grupo andino de Ecuador. Asegura que vive estos momentos con "angustia por no saber qué pasa a ciencia cierta". Comparte con Walter la opinión sobre las cárceles "sin gobierno" en el país como uno de los detonantes de la situación junto con la droga "sobre todo en la costa". Habla con sus padres, de 79 y 76 años, casi todos los días "por ellos vivo con incertidumbre de no tener vida a esa edad porque allí deben estar encerrados en sus casas". Gloria también apunta que la comunidad ecuatoriana en Sevilla organizará alguna acción de solidaridad con el pueblo de Ecuador. 

Respecto a los centros penitenciarios, el presidente Daniel Noboa sigue decidido a construir dos cárceles modelo Bukele para los líderes de estas mafias, que mantienen desde el martes motines en siete cárceles con 175 funcionarios retenidos. Es decir, son prisiones similares a las que ya están operativas en México o en El Salvador para combatir las pandillas y las mafias del crimen organizado.

Mientras, todos intentan ponerse en contacto con sus familiares y les aconsejan que no salgan de casa. Su principal preocupación es que en algún momento la comunicación se corte y no sepan cómo están viviendo estos días su familia.

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