La solidaria historia de dos dentistas en el Dakar Classic: Disfrutar ayudando a los más necesitados

Raúl Pascual, en su clínica dental de Sevilla Este y con la bata puesta, sonríe mientras cuenta una labor que engloba disfrute máximo y solidaridad en territorios donde cuesta encontrar la esperanza y se hace un nudo en la garganta. "Esto es muy bonito porque claro, es muy gratificante llevar a allí cosas que nosotros no valoramos. Una simple gorra y los chiquillos alucinan". Comparte proyecto con Marco Cabrera, el otro dentista que conforma una dupla llamada 'Caninos al Dakar'. Ambos buscan comenzar una empresa que es combinación de competición y ayuda a los más necesitados.

La decisión de adentrarse en esta aventura, en este duro embrollo nace de la necesidad de ir a más, pues estas personas han competido en un buen número de pruebas por África como por ejemplo Desert Trophy Panda Edition, Panda Raid y RallyClassics Africa. Todas ellas, en un Seat Panda 4x4 hasta que, en el último año, han adquirido un Toyota Land Cruiser para elevar sus capacidades en carrera. Viven con ilusión este proyecto en el que sólo pueden participar coches con más de 20 años de antigüedad y, además, en un formato que no es de velocidad, pues hay que seguir un 'delta' de ciertos kilómetros por hora. Esto supone un esfuerzo mayor, como cuenta Raúl: "Tienes unos tramos en los que respetar una velocidad exacta. Es como el coche fantasma en un juego de simuladores".

Para dar impulso al proyecto contactaron con el Ayuntamiento de Sevilla, con el Área de Turismo para ver si había opción de llegar a acuerdos. Les recibió Antonio Castaño, quien bendijo en cierta manera el proyecto con gran predisposición.

Ayuda directa en las poblaciones que atraviesan

Mirando al otro gran trasfondo que tiene este reto, la solidaridad, todo cobra sentido para ellos cuando se habla de la ayuda que han ido proporcionando a las poblaciones que han atravesado en las competiciones. "En Marruecos, cuando ven un coche en la lejanía, ya empiezan los niños a correr y a ponerse en mitad del camino para pedir lo que sea. A lo mejor son un conjunto de casas, un poblado, por llamarlo de alguna manera. Allí le entregas tú el material allí directamente a los chavales". El dentista cuenta que es en el mismo coche en el que compiten donde transportan todas las cosas que empresas amigas, amigos mismos y demás entidades les proporcionan. Uno de los sitios donde pararon y estuvieron con los más pequeños fue la Escuela Tissardmine, en la que dieron balones, cepillos y pasta de dientes etc.

La pata sobre la que se sostiene este banco es la Asociación Pulseras Rosas, presente en la ayuda contra el cáncer. Confirman que les acompañarán en el Land Cruiser y que llevarán su emblema "demostrando que este reto es más que una carrera: es un viaje de superación". Raúl Pascual explica que existe una seguridad y una confianza total con esta organización: "Llevan ya muchísimos años funcionando y colaboramos con ellos porque yo sé dónde va directamente el dinero. Cuando yo vi la labor que estaban haciendo y cómo se gastan el dinero que aportaba, me gustó la filosofía que ellos tienen". Reconoce que merecían el reconocimiento de la medalla de la ciudad "porque llevan muchísimos años currándoselo. Hacen una labor muy bonita".