Sevilla

“Hay que derribar los muros y crear puentes de comunicación entre las generaciones”

  • Jin Jan es una empresa social que lucha contra la soledad no deseada a través de propuestas de alojamientos con jóvenes que buscan acceso a su primera vivienda

“hay que derribar los muros y crear puentes de comunicación entre las generaciones”

“hay que derribar los muros y crear puentes de comunicación entre las generaciones” / Archivo

Se dice que “la soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse”. Además, la realidad es que son muchos los mayores que viven esta situación en el día a día. Por ello, la empresa social JinJan dedica todo su tiempo y esfuerzo en la lucha contra este sentir que acontece en las personas de avanzada edad paliando sus consecuencias a través de propuestas de alojamiento multigeneracional con jóvenes que buscan acceso a su primera vivienda.

JinJan funciona a través de una plataforma digital que construye un puente entre generaciones. De esta manera, conecta a estudiantes y propietarios de viviendas para diseñar nuevos espacios de vida dignos para ambas comunidades. La plataforma ayuda a los estudiantes a encontrar un alojamiento asequible mientras permite que los propietarios de viviendas, personas mayores, se queden en sus hogares.

La misión de la empresa está clara, y no es otra que conseguir que vivir en la ciudad sea accesible para todos a través de un modelo cooperativo de beneficio mutuo y social. De esta manera, los jóvenes consiguen un alojamiento asequible, vivir en la zona que se desea de manera sostenible, compartir una ilusión, aprender de la experiencia de las personas mayores y beneficiarse de unos descuentos que irán en función del tiempo que se dedica al anfitrión en las tareas y quehaceres domésticos. Por su parte, los mayores estarán en buena compañía, dejando de lado la soledad y conviviendo con personas jóvenes, jóvenes que renovarán sus ilusiones y abrirán sus mentes a nuevas experiencias, además de obtener nuevos ingresos dando un uso útil a sus habitaciones vacías.

Olga Lamúa Olivar, fundadora de JinJan. Olga Lamúa Olivar, fundadora de JinJan.

Olga Lamúa Olivar, fundadora de JinJan. / Archivo

Tuvimos la ocasión de hablar con Olga Lamúa Olivar, fundadora de JinJan e impulsora de este proyecto pionero en Sevilla.

¿Cómo surgió la idea? 

–La idea se fue cuajando durante varios años y surge de la confluencia de tres factores: personal, profesional y emocional. A nivel personal, por motivos de estudio primero y de trabajo después, he vivido en cinco países europeos (Holanda, Francia, Italia, España y Suiza). A pesar de tratarse de países muy diferentes y a priori, más desarrollados que el nuestro, había una tendencia constante que se repetía en cada uno de ellos: la soledad de las personas mayores y la dificultad de acceso a la vivienda en las personas jóvenes. Paralelamente, mi carrera profesional en la industria farmacéutica se iba centrando en las enfermedades neurodegenerativas que afectan al Sistema Nervioso Central y en concreto en las demencias asociadas a la enfermedad de Alzheimer y Parkinson. Numerosos estudios científicos y publicaciones internacionales ponían ya de manifiesto que la soledad en las personas mayores era uno de los factores que aceleraban la progresión de dichas enfermedades. Por último, yo había vivido en primera persona la fantástica experiencia de vivir con una persona senior durante mis años de universidad. Conchita se convirtió en mi segunda madre, me centró en mis estudios, me acompañó en mis noches de insomnio y me permitió comer de cuchara fuera de casa. Así mismo, cuando mi padre falleció y mi madre se quedó sola en una casa enorme y sin los hijos cerca, busqué una estudiante que le hiciera compañía, y así fue como María José se convirtió en una más de la familia, ya que vivió con mi madre 7 años. En definitiva, la suma de estas 3 circunstancias personal, profesional y emocional, fueron la semilla del nacimiento de JinJan.

¿Dónde surge tu interés de abordar la soledad en las personas mayores?

–Cuando de niña me preguntaban que quería ser de mayor, yo respondía “quiero ser como mi abuela Carmen”. Es decir, llegar a la vejez es lo mejor que nos puede pasar como seres humanos, significa que habremos completado nuestro ciclo vital. Lamentablemente, la vejez siempre se ha estigmatizado, ya que cuando una persona deja de ser productiva a nivel laboral, se convierte aparentemente en una carga. Este prejuicio, en culturas como la asiática, no existe. Las personas mayores se respetan y se ponen en el centro de la sociedad por su bagaje de conocimientos, cultura y una experiencia de la que aprenden los más jóvenes. Nuestro objetivo a través de JinJan es derribar estos muros y crear puentes de comunicación entre generaciones para soporte y beneficio mutuo.

¿Por qué elegir una Plataforma Digital?

–La digitalización está cambiando todas y cada una de las facetas de nuestra vida. La tecnología tiene que estar al servicio de las personas para mejorar nuestra calidad de vida y facilitar nuestro día a día. Gracias a la plataforma digital JinJan, ponemos en contacto a personas que, de otra manera, no se hubieran encontrado nunca. Además, lo hacemos emparejando perfiles de usuario con similares necesidades y requerimientos.

Además de todas las características positivas del proyecto, este tiene un retorno social, ¿no es así?

–Nuestro compromiso es destinar el 25% de los dividendos generados por JinJan a la financiación y desarrollo de proyectos sociales que centren sus esfuerzos en paliar la soledad en personas mayores y fomenten la integración de personas jóvenes y sin recursos. Por ese motivo, ya nos hemos puesto en contacto con fundaciones y entidades sociales en la provincia de Sevilla que puedan ser el catalizador de estos proyectos, creando así un impacto positivo y concreto en nuestra comunidad. Puedo asegurar que nunca compartir casa fue tan enriquecedor.