El Ayuntamiento de Sevilla quiso dejar ayer claro que, antes de que se iniciara la huelga de basura, había intentado negociar con los sindicatos en varias ocasiones. Hasta ahora, las condiciones impuestas por la empresa municipal habían sido la aplicación de las 37,5 horas semanales y la reducción de un 5% de la masa salarial, que es lo que se había recogido en el acuerdo firmado por los trabajadores en abril de 2012. Pero el preacuerdo que ayer dio por bueno el comité de empresa incluye dos nuevos conceptos. Esto es, la negociación ha servido para que el Ayuntamiento de Sevilla se anote un tanto y añada una nueva factura a la huelga.

Por un lado, el preacuerdo que hoy los sindicatos elevarán a la asamblea con la esperanza de que sea aceptado, regula las normas de funcionamiento de la nueva bolsa de trabajo, uno de los aspectos que el comité de empresa había considerado inamovible. Así, la bolsa será abierta y más transparente, en palabras del delegado Maximiliano Vílchez. En concreto, se establecerán nuevos baremos para que el acceso a esta lista sea público y oficial y para que se valoren como méritos los servicios prestados en empresas del sector y en el sector público. Además, será temporal, no consolidará a ningún candidato en su posición en la actual lista, tendrá un carácter cíclico y se irá llamando de manera correlativa. Y establece que sólo se accederá a un puesto de personal fijo de plantilla tras la aprobación de las pruebas de acceso al empleo público. El volumen de esta bolsa, compuesta hasta ahora por 460 trabajadores, oscilará entre el 40 y el 75% del total de la plantilla fija, que actualmente es de 1.377 empleados fijos, por lo que se abrirá a un mayor público.

El preacuerdo incluye también otro punto no previsto inicialmente y que se puso sobre la mesa por primera vez el pasado martes: la reestructuración de los servicios de limpieza de la red viaria y los espacios públicos, un proceso que deberá acometerse en los próximos dos meses con una precisión, por escrito: "De no llegar a un acuerdo sobre la forma de implantación, ambas partes se comprometen a no generar un nuevo conflicto laboral". Éste se presenta como un tema ya conflictivo que sorprendió a los sindicatos.