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Entrevista | Eduardo Briones. Epidemiólogo del Distrito Sanitario Sevilla

"Tenemos que habituarnos a los rebrotes de Covid-19; no nos podemos relajar"

  • Su equipo realiza al día más de cien PCR, ahora mucho más frecuentes en personas jóvenes y asintomáticas

  • Destaca que los nuevos casos recuerdan "que seguimos en pandemia sanitaria"

El epidemiólogo Eduardo Briones en el distrito sanitario Sevilla, donde se hacen diariamente unas 100 pruebas PCR.

El epidemiólogo Eduardo Briones en el distrito sanitario Sevilla, donde se hacen diariamente unas 100 pruebas PCR. / Juan Carlos Vázquez

Aprender a convivir con el coronavirus y, sobre todo, con las medidas de prevención. Así se plantea desde el punto de vista epidemiológico un futuro cada vez más incierto y en el que los rebrotes empiezan empañar la positiva evolución del virus en Andalucía y a los que habrá que habituarse, al menos hasta la llegada de la esperada vacuna. Eduardo Briones es epidemiólogo del distrito sanitario Sevilla, donde cada día se enfrentan a la recogida de más de 100 muestras. Entiende que es irremediable la existencia de estos brotes, pero plantea las medidas necesarias para no tener que dar pasos atrás. Durante los últimos meses, su equipo ha visto como el virus se ha pasado de los sectores más vulnerables a los colectivos más jóvenes y asintomáticos "y por lo tanto más leves", que son los que a día de hoy más se analizan.

–¿Nos habituaremos a los rebrotes hasta que haya vacuna o esto es algo pasajero?

–Tenemos que habituarnos a los rebrotes, no nos queda otra. Ojalá que nos quedemos en esta situación en la que podamos controlarlo y lo que tengamos sean pequeñas agrupaciones de casos que se pueda acotar a tiempo. El problema puede llegar en el momento en el que esto se descontrole y no podamos trazar los contactos, empezando a producirse una trasmisión más generalizada y comunitaria donde no tengamos la posibilidad de abarcar toda la extensión de un determinado contagio. Lo que sí es importante es que esto se reduzca al mínimo y que estemos concienciados de que mientras más precauciones tomemos menos posibilidades hay de que eso pase.

"Ojalá nos quedemos en pequeños grupos de casos que podamos acotar y esto no se nos descontrole"

–¿Podemos decir que el virus se esta comportando aquí en Sevilla como se preveía con un descenso de casos en verano?

– La interpretación que hacemos es que al haber conseguido parar el contagio, realmente ahora hay muy pocos casos y esos a su vez no pueden producir casos nuevos porque no encuentran a quien contagiar y es ahí donde se van acotando esas posibilidades de transmisión más generalizada, que también tiene que ver un poco con la evolución del gran brote que tuvimos meses atrás. Esto hace que ahora mismo estemos sobre todo detectando casos en personas jóvenes y asintomática y los detectamos además muchas veces en pruebas de cribado para una intervención quirúrgica o en determinados grupos trabajadores para los que se solicitan. Por lo tanto estamos ante un tipo de casos más leves que se aíslan a tiempo y dan menos ocasión a que se produzca el contagio.Es por ello que la sensación generalizada es de un panorama mucho más leve sólo con casos esporádicos. Esto no quiere decir que tenemos mucha población susceptible y que en el momento en el que pueda haber transmisión la va haber, de hecho lo estamos comprobando en el resto de países. En cuanto confluyen los factores que permiten la transmisión, ocurre y rápidamente. No nos podemos relajar en lo más mínimo. No debemos olvidar que seguimos en situación de pandemia sanitaria.

–Pero las reuniones en grupo son cada vez más amplias y no siempre se respetan las medidas de seguridad...

–Ahí se dan un conjunto de factores. Si el virus no está circulando y los casos que hay los atajamos rápidos, conseguimos lo que ahora mismo hay que es una situación de muy baja transmisión.Esto nos está permitiendo ese tipo de relajación de las medidas preventivas que estamos empezando a ver. El mensaje es claro, si seguimos relajando las medidas preventivas cualquiera que aparezca con situación de caso activo contagioso va a contagiar a mucha gente y eso en cualquier momento se puede dar y lo hemos comprobado en los brotes que han ocurrido en la comunidad. Yo creo que es momento de, por una parte, insistir en todas las medidas preventivas y fomentar la denominada DIMAMA –distancia, higiene de manos y mascarilla– y por otro lado, trabajar en cómo abordar la cuestión de los jóvenes, de la población que está teniendo menor percepción del riesgo y que vemos como se ha creado una brecha entre jóvenes y mayores, que sí tienen una percepción del riesgo más clara y si está respetando mucho más las medidas.

"Existe una brecha importante entre los jóvenes, con muy poca percepción del riesgo, y las personas mayores"

–¿De qué forma influirá la apertura de fronteras y viajes entre comunidades en la enfermedad?

–La apertura de fronteras añade un riesgo más al tener circulación de personas que pueden venir contagiadas. Sí que parece que los países a los que se abren tienen una situación epidemiológica parecida a la nuestra por lo cual no es esperable el que haya un gran aumento de casos activos que vengan, pero claro esto siempre es también una cuestión de equilibrios. Estamos en una situación de muy baja incidencia y también la economía tiene que funcionar. Evidentemente, a nosotros en Epidemiología lo que nos supone es una llamada de atención de mayor refuerzo que tenemos que hacer de los controles, las pruebas que hacemos y de la vigilancia.

–Hay avances en cuanto a la ansiada vacuna, ¿lo cree posible?

–El problema es que todas las fases de ensayo que esto requiere y de pruebas para comprobar que son seguras y cual es el nivel de inmunidad que producen, sí va a a tardar un poco más, pero es bastante esperanzador lo que vamos viendo en ese sentido.

–Con la experiencia ya obtenida, ¿qué podemos decir de los anticuerpos que genera la enfermedad en aquellos que la pasan?

–Es un comportamiento que todavía se está estudiando porque es muy variable la producción de anticuerpos entre distintas personas, dependiendo de la gravedad que hayan tenido de la enfermedad o de la idiosincrasia del sistema inmunitario de cada uno . No sólo se crea una inmunidad de anticuerpos sino que también hay inmunidades celulares que están ahora mismo en estudio y que van a a ser muy importantes para conocer en el futuro la evolución que puedan tener en la población . Pero hay muchas incógnitas y mucha incertidumbre sobre cómo medir y cuánto va a durar la respuesta inmunitaria.

El equipo Covid del distrito sanitario Sevilla al completo, con Eduardo Briones en primer plano. El equipo Covid del distrito sanitario Sevilla al completo, con Eduardo Briones en primer plano.

El equipo Covid del distrito sanitario Sevilla al completo, con Eduardo Briones en primer plano. / Juan Carlos Vázquez

–En breve millones de alumnos volverán a las aulas, sin vacuna, ¿cree que es adecuado? ¿Qué medidas se deberían establecer?

–Insisto, habrá que decirle a los niños DIMAMA. Los espacios escolares tienen la ventaja de que son bastante organizados y que las posibilidades de los profesionales de conseguir ordenar un poco la situación dentro de los colegios es amplia para poder conseguir esas distancias mínimas entre alumnos, que se garantice el lavado de manos y que se utilice mascarilla cuando no se pueda mantener las distancias. Son tres medidas que se han demostrado muy eficaces para evitar contagios. Si estructuramos toda la actividad educativa cumpliendo estas medidas vamos a conseguir realmente que no haya contagios en el entorno educativo. Lo importante es cómo luego se sea capaz de llevarlo a cabo.

"Todavía hay muchas incógnitas sobre cómo medir y cuánto va a durar la respuesta inmunitaria

"Ahora hay mucho control porque hacemos PCR a todo caso sospechoso y, a veces, sus contactos estrechos"

–Echando la vista atrás, ya es posible hacer un balance de las cosas que ha hecho bien y mal el país frente la pandemia, ¿qué aspectos positivos y negativos destacaría?

–Todavía es complicado hacer balances, seguimos analizando datos y demás. En nuestro entorno los aspectos positivos creo que han sido la respuesta relativamente precoz que tuvimos gracias a que contamos con un sistema de vigilancia epidemiológica que ya venía funcionando desde hace mucho tiempo. Esto no permitió tener un control inicial que hizo que la transmisión al principio no fuera tan amplia y que llegáramos al momento del confinamiento con prácticamente pocos casos y eso ha hecho que la incidencia aquí no haya sido tan amplia como en otros sitios. En el lado de las dificultades, lo que podría destacar, probablemente porque no teníamos el conocimiento suficiente, los cambios que hemos tenido que tener en los protocolos, eso nos ha dificultado muchísimo.

Parte del grupo de profesionales sanitarios encargados de la toma de muestras. Parte del grupo de profesionales sanitarios encargados de la toma de muestras.

Parte del grupo de profesionales sanitarios encargados de la toma de muestras. / Juan Carlos Vázquez

–¿Cómo es ahora mismo el trabajo de los rastreadores en la búsqueda de nuevos focos?

–A tope. Estamos como los retenes de bomberos con los equipos preparados para salir corriendo en cualquier momento. Tenemos mucha intensidad de hacer pruebas ahora mismo. A toda persona que se diagnostica como caso de sospecha, y hay una definición muy amplia de casos de sospecha, se le hace la prueba PCR y esto permite mucha sensibilidad a la hora de identificar posibles casos . A partir de que se identifica la sospecha de un caso, inmediatamente se toman las medidas, se llega a los contactos y se ponen en marcha los trazadores de contagios. Esto, digamos, es un circulo virtuoso, a medida que tenemos menos casos y más control, pues podemos actuar de manera más efectiva y tener a su vez más control, pero también mucho más trabajo. 

–¿Qué balance podemos hacer del trabajo de los rastreadores del virus?

–Ahora mismo estamos haciendo en Sevilla capital unas 100 pruebas al día de casos tanto de sospecha como de algunos colectivos a los que se les hace un cribado, además también de personas que van a ingresar en hospitales a las que también en algunos de los casos se les pide. Todo eso se está cubriendo según está indicado, incluidos los contactos estrechos de algún caso positivo a los que también se les estudia para detectar precozmente si ha aparecido la infección.

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