Estudio sobre los homicidios

Radiografía del crimen

  • Sevilla está por debajo de la media nacional en la tasa de homicidios, con una proporción de 0,6 casos por cada 100.000 habitantes

  • Es también la segunda provincia andaluza con menos muertes violentas

Alfonso García Rodríguez, el Gonso, asesino del comerciante chino de Carmona.

Alfonso García Rodríguez, el Gonso, asesino del comerciante chino de Carmona. / Víctor Rodríguez

La tasa de homicidios de Sevilla está ligeramente por debajo de la media nacional y muy alejada de otras provincias andaluzas, como Almería, que es una de las que más muertes violentas por habitante registran en toda España. Este índice se obtiene calculando el número de homicidios y asesinatos por cada 100.000 habitantes. En Sevilla esta proporción es de 0,6, mientras que en el global de toda España es algo superior, de 0,66.

Mapa de los homicidios en España por provincias Mapa de los homicidios en España por provincias

Mapa de los homicidios en España por provincias / Dpto. de Infografía

Así consta en un reciente estudio sobre el homicidio elaborado por el Ministerio del Interior basándose en centenares de casos ocurridos en España entre los años 2010 y 2012. Los autores del informe han preferido esperar varios años para publicar el resultado de su estudio. De esta forma, los casos analizados han sido ya juzgados y condenados, lo que ha permitido no sólo obtener los datos fríos sino también conocer los motivos y las circunstancias de cada crimen.

El estudio constata que España es uno de los países del mundo con una tasa más baja de homicidios y que la tendencia ha ido a la baja en los últimos años. Aquí influyen la evolución de la sociedad hacia un mayor autocontrol, la mejora de las condiciones económicas y otros factores como la disolución de ETA. España tiene además una tasa muy alta de casos esclarecidos, que ronda el 90%.

Por zonas, Ceuta es con diferencia la ciudad con más crímenes por habitantes, con 2,8 por cada 100.000 habitantes. Le siguen Melilla, con 1,84; Almería, con 1,57; Gerona, con 1,52; y Cuenca, con 1,17. En el otro extremo están Salamanca, donde la tasa de homicidios cae hasta los 0,19 por cada 100.000 personas; Teruel, con 0,23; y Ávila, con 0,3.

En Andalucía, Sevilla es la segunda provincia con el índice de homicidios más bajo de la región. Por detrás de Almería van Málaga, con 1,05; y Cádiz, con 0,87. Granada está en 0,81, Jaén en 0,8 y Huelva en 0,74. Sólo Córdoba está por debajo de Sevilla, con una tasa de 0,54. El estudio analiza 632 homicidios. En casi el 62% de los casos, el autor y la víctima fueron hombres; el 28% fueron hombres que mataron a mujeres; el 7% fueron mujeres que asesinaron a hombres; y el 3% restante fueron crímenes entre mujeres.

Un policía nacional se lleva al hijo de la última víctima de la violencia machista. Un policía nacional se lleva al hijo de la última víctima de la violencia machista.

Un policía nacional se lleva al hijo de la última víctima de la violencia machista. / EFE

El informe dedica un capítulo a la mujer como víctima de homicidio. De los 662 fallecidos, 255 fueron mujeres, lo que supone un 38,5% de los casos totales. Su media de edad fue de 44,44 años; el 8,2% eran menores de edad y 8 de las víctimas (el 3,1%) eran recién nacidas.

Tres cuartas partes eran españolas y trabajaban. El 9,5% eran estudiantes, un 8,6% jubiladas y el 7,6% restante estaban en paro. Contaban con antecedentes al menos el 2%. La inmensa mayoría, casi el 90%, fueron víctimas de un autor conocido, más de la mitad su pareja o ex pareja (51% del total) y una cuarta parte otros familiares (22,4%). Es decir, el ámbito doméstico o familiar es el de más incidencia mortal para las mujeres en España. Las víctimas extranjeras eran notoriamente más jóvenes que las españolas.

Tipos de homicidios Tipos de homicidios

Tipos de homicidios / Dpto. de Infografía

En cuanto a la tipología de los asesinatos, el 22% fueron por reyertas o discusiones; el 20,6% fueron asesinatos relacionados con la violencia de género; el 20,1% con la violencia doméstica o familiar; y el 7,8% fueron robos que terminaron en crímenes. Los relacionados con la prostitución o las organizaciones criminales ocupan porcentajes menores.

Los crímenes se cometen más en verano que en el resto de las estaciones, lo que confirma la teoría de algunos psiquiatras que relacionan la violencia con el calor. Otros profesionales la achacan más al cambio de tiempo, al repunte o descenso brusco de las temperaturas y al efecto que esto causa en la mente humana.

Sea así o no, lo cierto es que algunos de los crímenes más brutales ocurridos en Sevilla históricamente sucedieron en días de mucho calor. El caso más famoso es, sin duda, el de los Galindos, pero entre los más recientes está el de la explosión de Las Letanías.

El Parque de María Luisa, rodeado de policías el día que hubo una violación y asesinato. El Parque de María Luisa, rodeado de policías el día que hubo una violación y asesinato.

El Parque de María Luisa, rodeado de policías el día que hubo una violación y asesinato. / EFE

Por franjas horarias, más del 60% de los homicidios ocurridos en España fueron por la noche y los fines de semana. El jueves por la noche es el momento en que más crímenes se producen. Los lunes son los días más tranquilos.

En cuatro de cada diez casos se utilizaron armas blancas para matar. Las armas de fuego se utilizaron sólo en un 16,3% de los casos, algo lógico si se tiene en cuenta la legislación cada vez más restrictiva que existe en España sobre el uso y tenencia de este tipo de armas. En el 13% de los casos se empleó la fuerza bruta, sin armas, y en el 11,4% objetos contundentes.

El estudio hace un aparte sobre los homicidios con connotaciones sexuales. “Los delitos contra la libertad sexual suelen tener a mujeres como víctimas y a hombres como autores principalmente, por lo que se considera que estos delitos tienen una componente de desigualdad de género, aunque en España el concepto jurídico de violencia de género es más restringido”, apunta el informe.

De los casi 700 homicidios analizados, sólo hubo 25 casos en los que en los tres años analizados. Es decir, sólo el 3,95% del total de las muertes violentas registradas en España tenían connotaciones sexuales. Hubo 27 víctimas y 29 autores.

Las víctimas tenían una medida de edad de 37,42 años y eran mujeres en el 55,6% de los casos. También eran mayoritariamente extranjeras. Los autores, de 32,68 de media de edad, fueron mayoritariamente hombres (86,2%) y españoles (58,6%), aunque hubo cuatro mujeres homicidas.

En 12 casos los elementos sexuales plantearon un conflicto, generalmente un patrón de tipo interpersonal. Por ejemplo, hubo sexo consentido entre dos personas que acabó en una muerte tras una discusión. En este tipo de homicidios murieron 11 mujeres y dos hombres.

En los otros 13 casos, los homicidios estaban relacionados con actividades criminales:8 en el ámbito de la prostitución, 3 en los que se produjo una agresión sexual a la que siguió la muerte, en una se agredió sexualmente a la madre de la víctima a la que se mató, y en otro se agredió sexualmente a la mujer pareja del hombre asesinado.

Tanto en los casos de agresión sexual como en los que presentan componentes sexuales, el autor y la víctima se conocían. Sólo en los casos de homicidio en el ámbito de la prostitución, el autor y la víctima eran desconocidos.

Estos ocho casos fueron muy variopintos. Hay un cliente que mató a dos mujeres que intentaron robarle, otro hombre que mató a dos mujeres tras haberles robado él a ellas, una mujer que mató al cliente en defensa propia y tres que mataron al otro tras haber discutido por la tarifa.

El informe también destaca la relación de los crímenes con el consumo de drogas y que se dan casi cinco veces más casos en las áreas urbanas que en las zonas rurales. Los patrones de adicción y consumo de drogas son más comunes entre los condenados por homicidio que entre la población general. En un 30% de los casos analizados en el estudio, los asesinatos estuvieron directamente relacionados con el consumo de drogas, bien sea porque hubo un móvil relacionado con las mismas o por los antecedentes de los autores.

Se producen cinco veces más homicidios en la ciudad que en el campo, según los estudios internacionales. Sin embargo, en el caso de España apenas hay diferencias entre el ámbito urbano y el rural en cuanto al número de casos. Sí las hay en las armas utilizadas, pues en el campo se emplearon más armas de fuego que en la ciudad.

Más de la mitad de los autores de los homicidios analizados tenían antecedentes policiales. De ellos, un 62,9% de los criminales había sido detenido anteriormente por delitos contra las personas. Un 5,8% ya tenían antecedentes por homicidios. Casi el 90% de los autores fueron arrestados y casi un 5% se suicidó o lo intentó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios