La importancia de una obra no se mide sólo por la envergadura del proyecto ni por la inversión. En la calle Afiladores, en el barrio de Pino Montano, los vecinos han convertido en toda una fiesta el inicio de los trabajos aprobados por al Ayuntamiento para instalar ascensores en sus bloques de viviendas y hacer frente a los problemas de accesibilidad que sufrían desde hace décadas.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y la delegada del Distrito Norte, Myriam Díaz, han arropado la puesta en marcha del proyecto con esta 'primera piedra' que se integra en el plan municipal impulsado para dar cobertura a vecinos que sufren problemas de movilidad reducida.

"La eliminación de estas barreras arquitectónicas tan graves es una iniciativa que debe ser prioritaria. Hasta ahora se ha venido apoyando a través de ayudas de la Junta de Andalucía complementadas en algunos casos por el Ayuntamiento. Desde 2017, hemos abierto esta nueva línea que supone un apoyo más claro y un compromiso presupuestario mayor que debemos incrementar en los próximos años", ha explicado el alcalde.

La instalación del ascensor facilitará la vida de los vecinos de este bloque de pisos que, por motivos de movilidad, tienen dificultades para llevar a la cabo las rutinas de su día a día."Hemos esperado mucho este momento", confesaba con emoción Elena Herrera, la presidenta de la comunidad vecinal, subrayando que es una actuación realmente importante en el barrio: "Nos va a aportar calidad de vida".

El conjunto de las obras forma parte de la convocatoria de ayudas aprobada en 2017, en la que se registraron 130 solicitudes, y para la que se ha destinado 1,1 millones de euros con el fin de solventar la situación de más de 200 vecinos de los barrios de la Macarena, Parque Alcosa y Pino Montano. "Con este tipo de ayudas se intenta hacer la vida más fácil a las personas que lo necesitan", insistía Myriam Díaz.

Colectivos sensibles

Los requisitos básicos que deben cumplir las comunidades vecinales para acceder a estas ayudas se centran en los criterios técnicos del edificio, en concreto, en la la antigüedad de las construcciones y en su situación de accesibilidad. También se rigen por criterios sociales y dependen tanto del nivel de renta como del perfil de los residentes. La prioridad, según la convocatoria oficial, se otorga a aquellos edificios donde residen personas con movilidad reducida y de avanzada edad. 

El Ayuntamiento desarrollará próximamente otras tres instalaciones en la Plaza Mayor, Plaza San Gabriel y calle Azahar. El presupuesto para la transformación de estos cuatro edificios es de 500.000 euros y el 95% de los costes ha sido asumido por la capital.

Para desarrollar el plan, la Gerencia de Urbanismo ha aprobado una subvención en 'especie' que garantiza la construcción y la instalación de los ascensores de manera ágil.

El año pasado se realizó una nueva convocatoria de ayudas, en la que se destinó hasta 2 millones de euros para estos proyectos y se triplicó el número de comunidades solicitantes.