Las lecciones de la medicina forense en materia humanitaria del profesor Duarte Nuno Vieira en Sevilla

El presidente del Consejo Científico de la Corte Penal Internacional ofrece un imponente discurso en la Real Academia de Medicina de Sevilla en un paso más de la institución hacia la internacionalización

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El profesor y catedrático Duarte Nuno Vieira, durante su conferencia en la Real Academia de Medicina de Sevilla.
El profesor y catedrático Duarte Nuno Vieira, durante su conferencia en la Real Academia de Medicina de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Por las manos del Catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Coimbra, presidente del Consejo Científico de la Corte Penal Internacional y de la Academia Nacional de Medicina de Portugal, Duarte Nuno Vieira, han pasado, en los últimos años, múltiples misiones forenses humanitarias internacionales, algunas de ellas, sobre los casos más delicados y horrendos del planeta.

Ayer, la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla (RAMSE) fue testigo de su pericia con un imponente discurso centrado en el vínculo esencial de la medicina forense y la acción humanitaria en la justicia y la dignidad humana, un nexo que, advirtió, es necesario “para prevenir y fortalecer la preparación ante la ocurrencia de crisis provocadas por el hombre”.

El conferenciante, en el centro, junto al presidente de la Academia de Medicina de Sevilla y el académico Joaquín Lucena.
El conferenciante, en el centro, junto al presidente de la Academia de Medicina de Sevilla y el académico Joaquín Lucena. / Juan Carlos Vázquez

“La medicina forense desempeña un papel crucial en la acción humanitaria, especialmente en contextos de conflictos armados, desastres naturales, crisis migratorias y violaciones de derechos humanos”, empezó manifestando el doctor Nuno Vieira. “No sólo es una herramienta de justicia, sino también un medio para la restitución de la dignidad de las víctimas y el apoyo a sus familiares”, acuñó a continuación.

En este sentido, expuso que la acción humanitaria se guía por los principios de humanidad, “proteger vidas humanas y aliviar el sufrimiento dondequiera que se encuentre”; imparcialidad, “actuar únicamente sobre la base de la necesidad, sin discriminación entre o dentro de las poblaciones afectadas”; neutralidad, “actuar sin favorecer a ninguna de las partes en un conflicto armado u otra disputa o participar en controversias de naturaleza política, racial, religiosa o ideológica”; e independencia, “la autonomía de los objetivos humanitarios de los objetivos políticos, económicos, militares o de otro tipo que cualquier actor pueda tener con respecto a las áreas donde se está implementando la acción humanitaria”, argumentó.

“La acción forense se integra frecuentemente en la acción humanitaria”, remachó para, a continuación, referir como el principal objetivo de la medicina forense en la acción humanitaria es el de la identificación de víctimas, “ya sean personas fallecidas en desastres o desapariciones forzadas”. “A través de la autopsia, el análisis de ADN, la odontología forense y otras técnicas, se pueden reconstruir historias individuales y esclarecer causas de muerte, lo que es clave en la rendición de cuentas y en los procesos judiciales”, dijo al respecto. “Miles de familias en el mundo sufren la desaparición de seres queridos debido a conflictos o represión política”, abundó sobre dicha cuestión.

Asimismo, expuso que existe “un rol humanitario esencial” en la exhumación de fosas comunes y la identificación de restos, no sólo fundamental para la justicia, sino “para dar respuestas a las familias y permitir un duelo digno”.

En otro punto de su discurso, el profesor Nuno Vieira abordó el desafío de las crisis humanitarias y la migración. Se refirió al Mediterráneo, donde “miles de personas mueren intentando huir de la violencia y la pobreza”. Dijo entonces que, en zonas de guerra, “la medicina forense juega un papel clave en la protección de los derechos de los prisioneros de guerra y la documentación de crímenes contra la humanidad”.

“El trabajo de los médicos forenses no es sólo técnico, sino profundamente ético. Cada cuerpo analizado representa una historia, una familia en espera de respuestas. La medicina forense no solo busca causas de muerte, sino que es una herramienta de memoria histórica y reparación social. La labor humanitaria incluye esas tareas y la ciencia forense ofrece herramientas y experiencia inigualables y, por ese motivo, es una disciplina emergente”, recordó y concluyó. “Yo siempre digo que lo fundamental es insistir, persistir y resistir, con lo que yo termino hoy aquí diciendo que estamos hoy mucho mejor que hace diez mil años, pero mucho peor de lo que estaremos dentro de otros tantos años”.

En su presentación, a cargo del doctor Joaquín Lucena Romero, académico de número de la Real Academia de Sevilla, se puso en valor la figura del conferenciante en el camino de la institución hacia la “internacionalización”, iniciada el pasado septiembre de 2024 con una visita institucional a la Región Italiana del Véneto donde se establecieron contactos académicos con la Universidad de Padua y con la Academia Galileiana de Ciencias Letras y Artes de Padua, fundada en 1599, y la puerta abierta a la Academia Nacional de Medicina de Portugal, que una comitiva de la RAMSE visitará el próximo septiembre en el marco del inicio de un acuerdo de colaboración.

Cerró el acto el doctor Carlos Infantes Alcón, presidente de la Academia sevillana, con unas breves palabras en las que resumió la valía del conferenciante. “Con su discurso, no sólo pone en valor la parte humana que nos une, también la parte histórica, la parte antroplógica”, dijo antes de poner el punto final con un emotivo momento con la audición de un mensaje de audio grabado por catedrática de Medicina Legal, María Castellano Arroyo, conocida como la primera mujer catedrática en una facultad de Medicina española, y muy cercana al profesor Nuno Vieira

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