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El municipio sevillano de Burguillos tuvo su megalodón. Sí, ese tiburón de grandes dimensiones que se ha hecho famoso por el público más joven a raíz de la película que lleva tal nombre y del que se estrenará una segunda entrega en la gran pantalla este viernes. Esta especie también habitó en el antiguo valle del Guadalquivir, cuando estos lares eran mar. Así lo demuestra parte del cráneo de una ballena de más de siete millones de años, cedido al Museo de Geología de la Universidad de Sevilla (Mugus) por el Ayuntamiento de esta localidad.
Se trata del cráneo fósil de una ballena misticeto juvenil que presenta fracturas e incisiones en su parte superior, lo que sugiere el ataque depredador de un megalodón. “Hay que imaginarse a estos solitarios superdepredadores acechando desde las profundidades marinas de este mar de Sevilla a los grupos de ballenas, sorprendiéndolas mediante un veloz ascenso e impactando sus fauces en la presa, posiblemente elevándose pocos metros en el aire”, explica el profesor Fernando Muñiz, del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Hispalense. Una descripción que casa a la perfección con las distintas escenas de la famosa película de ciencia ficción.
Pues hasta la misma Sevilla llegó el megalodón. Una existencia que se ha evidenciado en las investigaciones realizadas en el valle del Guadalquivir los últimos años. En estos estudios se han hallado dientes fosilizados de dicha especie marina en Bollullos de la Mitación, Burguillos, El Saucejo, Marchena y Osuna. La dispersión geográfica demuestra que nadó por el mar que cubría la provincia de Sevilla hace millones de años. Lo hizo en busca de su presa favorita, la ballena.
El megalodón habitó mares de todo el mundo desde hace aproximadamente 23 millones de años. Era el periodo geológico conocido como Mioceno. Se extinguió en el Plioceno, hace casi tres millones de años. Como se muestra en la película que lleva su nombre, se trataba de una especie de gran dimensión. Terrorífica. Durante su etapa adulta podía alcanzar los 20 metros de longitud. Puesta en pie (su gran impulso le permitía saltar por el aire) llegaría a la altura del primer cuerpo de almenas de la Torre del Oro.
Este cráneo de ballena es solo un ejemplo de la gran muestra que exhibe el Mugus. Sus colecciones no han dejado de crecer desde que se creó en 1850. En la actualidad reúne más de 5.000 ejemplares en las áreas de mineralogía, petrología y paleontología. Entre sus piezas destaca uno de los dientes de megalodón procedente de la provincia de Huelva, hallado a mediados del siglo XIX por el fundador del museo, Antonio Machado y Núñez.
Parte de los valiosos fondos del museo se distribuyen en tres exposiciones, dos situadas en la primera y segunda planta del edificio Citius (Centro de Investigación, Tecnología y Ciencia de la Universidad de Sevilla) y otra en la Casa de la Ciencia del CSIC.
En el primer espacio, se pueden admirar muestras geológicas de diversa naturaleza, que incluyen minerales, rocas, fósiles y meteoritos. La exposición de la Casa de la Ciencia ofrece un recorrido por los procesos geológicos que han ocurrido en la Tierra, desde el Paleozoico hasta la actualidad.
El museo también alberga otros elementos llamativos, como probetas, microscopios petrográficos, lupas, goniómetros e instrumental científico. Asimismo, cuenta con una colección de libros, cortes geológicos e inventarios de piezas que datan de los siglos XIX y XX.
El Mugus, que está destinado a todo tipo de visitantes, acoge a lo largo del año visitas y diversas actividades dedicadas al público infantil y juvenil. Entre ellas, se encuentran los talleres realizados dentro del programa del campus urbano Proyecto Búho de la Universidad de Sevilla, en los que recientemente han participado más de 80 niños de entre 3 y 12 años. El profesor y actual director del museo, Antonio Romero Baena, organiza estas visitas junto a Olivia Lozano Soria, conservadora de la exposición y técnica del servicio de microscopía de los Servicios Centrales de Investigación de la US.
Gracias a estas visitas los más pequeños aprenden a identificar minerales y rocas, crear réplicas y comprender la importancia y formación de los fósiles.
El Museo de Geología de la Universidad de Sevilla tiene sus orígenes en el Gabinete de Historia Natural fundado en 1850 por el catedrático de Mineralogía y Zoología y rector de la US (entre 1868 y 1870 y entre 1872 y 1874), Antonio Machado y Núñez. Desde entonces, ha ido creciendo con la adquisición de valiosas colecciones que han contribuido al avance del conocimiento en el campo de la geología y paleontología.
Actualmente, continúa siendo un importante referente en el estudio y la promoción de estas disciplinas. Se puede visitar, previa reserva, los jueves en horario de mañana para que toda la ciudadanía pueda disfrutar y aprender de la riqueza geológica que alberga.
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