Las murallas y puertas de Sevilla carecen de señalización
La asociación Ben Baso advierte que la identificación de estos elementos es una exigencia del Plan Director del Patrimonio Municipal
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La Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Ben Baso celebró el pasado sábado 26 de abril su XVIII Jornada de Difusión, una actividad gratuita y abierta a toda la ciudadanía que contó con una asistencia de más de 325 personas distribuidas en 13 grupos a lo largo de la mañana. El objetivo principal de esta jornada fue la divulgación y valoración del recinto amurallado medieval de Sevilla, considerado uno de los mayores de Europa con sus 276 hectáreas y un perímetro de más de 7.000 metros.
Durante la jornada, se organizó un paseo guiado entre las puertas de la Macarena y la de Córdoba, siguiendo el mayor tramo de muralla urbana emergente de la ciudad. Los participantes pudieron analizar la transformación urbana producida en este sector, conocer las diferentes funciones de las puertas de los recintos amurallados, reconocer el trazado de la muralla y su evolución histórica, así como valorar la permanencia de este tramo frente al proceso demoledor que sufrió gran parte del conjunto amurallado.
Además, se puso especial énfasis en la Puerta de Córdoba, la única puerta islámica original que se conserva en Sevilla, y se dieron a conocer los resultados de las últimas intervenciones arqueológicas en el área. Sin embargo, desde Ben Baso también se realizó una valoración crítica del estado de los bienes patrimoniales y del grado de protección que reciben por parte de las instituciones responsables.
Deficiencias en la señalización y difusión del patrimonio amurallado
Tras la jornada, desde la asociación Ben Baso se destacaron varios aspectos mejorables en cuanto a la difusión del patrimonio del recinto amurallado de Sevilla. Uno de los principales problemas detectados es la falta de elementos identificadores en las murallas y puertas de la ciudad, a pesar de que el Plan Director del Patrimonio Municipal establece esta exigencia.
Además, se señaló que en la Puerta de la Macarena no se identifica el espacio destinado al cuerpo de guardia descubierto hace unos años, mientras que el acerado junto a la puerta está repleto de veladores de bares que ocultan y afean el espacio de la muralla. También se destacó la falta de identificación del espacio entre la muralla y el antemuro, conocido como la liza, así como la ausencia de planes de acceso a los caminos de ronda y a la singular Torre Blanca.
En el caso de la Puerta de Córdoba, se subrayó la necesidad de un plan de difusión e interpretación que conecte este complejo sistema defensivo con el conjunto del sistema murario, al tiempo que se facilite la apertura de esta puerta islámica en conexión con el espacio del templo de San Hermenegildo.
Urgencia en la reparación y puesta en valor de tramos de la muralla
Otro de los aspectos destacados por Ben Baso es el estado de conservación de algunos tramos de la muralla, como los situados en los Jardines del Valle y los Jardines de Murillo. En estos puntos, además de la falta de señalización, se advierte de la necesidad urgente de reparar la superficie de tapial, que se desmorona a pedazos, y de controlar la vegetación que crece de forma salvaje sobre merlones y almenas.
Desde la asociación se entiende que, mientras se pone en marcha el proyecto del Centro de Interpretación del Recinto Amurallado de Sevilla (C.I.R.A.S.) en la calle Santander, junto a la Torre de la Plata, aún queda mucho trabajo por hacer para que uno de los elementos más singulares del patrimonio sevillano sea plenamente reconocido y valorado por la ciudadanía. Se insiste en que el C.I.R.A.S. no puede ser un punto final, sino uno de los eslabones en el conocimiento y difusión de este valioso patrimonio.
El Ayuntamiento, responsable de la conservación y difusión de las murallas
Ben Baso recuerda que la tarea de difundir y defender el patrimonio compete a todos, pero especialmente al Ayuntamiento de Sevilla, propietario del cinturón amurallado y responsable último de su conservación y difusión. La asociación considera que la valorización de este singular elemento patrimonial pasa por una adecuada señalización, interpretación y accesibilidad, aspectos en los que aún queda un largo camino por recorrer.
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