Los pacientes de diálisis en Sevilla: "Ir al tratamiento en ambulancia se convierte en jornadas de diez horas"
Vecinos de Lebrija en hemodiálisis critican la decisión del SAS de suprimir el servicio del taxi para el traslado a los centros de tratamiento por la ampliación de los tiempos de espera y de viaje
El SAS suprime el transporte en taxi a los pacientes de diálisis en Sevilla

La decisión del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de suprimir en la provincia de Sevilla el traslado en taxi de enfermos renales desde sus domicilios a los distintos centros donde se administra el tratamiento de hemodiálisis y unificar el transporte en ambulancias colectivas ha traído cola. Si bastante complicada es la vida de los enfermos que tienen que someterse a este tratamiento casi a diario, ver perder calidad en los servicios que se les ofrecen con mayores esperas y más tiempos en los viajes no ayuda.
Es el sentir generalizado de las personas que sufren enfermedades renales en la provincia, quienes a través de declaraciones a este periódico, han expuesto cómo es su día a día desde que entró en vigor el nuevo sistema de transporte en ambulancias colectivas. Son vecinos de Lebrija, por donde el SAS ha empezado a retirar el servicio del taxi, donde los desplazamientos son superior a los 70 kilómetros hasta el centro de hemodiálisis de referencia en Montequinto o Bellavista.
El caso más extremo lo relata Juan Francisco Bellido. Es sobrino de Rafaela Jaén, una octogenaria de Lebrija, dependiente e incapaz de mantenerse en pie, en tratamiento de diálisis por insuficiencia renal crónica desde hace diez años y para la que la eliminación del transporte en taxi ha sido "un golpe durísimo".
"Estamos muy preocupados. Mi tía vive a 70 kilómetros del centro de hemodiálisis y esta nueva medida hará más difícil aún lo que ya es un esfuerzo monumental. Uno de los factores que le ha permitido sobrellevar esta difícil situación ha sido el servicio del taxi, una ayuda vital para ella durante una década, y que le ha permitido acceder a su tratamiento de manera digna y adecuada", explica.
Las mayores quejas proceden de las largas esperas a las que los pacientes son ahora sometidos desde que los recoge la ambulancia hasta que reciben el tratamiento, y, una vez terminado, regresan a casa.
"Lo que antes le tomaba 45 minutos en taxi, ahora, viajando en ambulancia y haciendo paradas en diferentes localidades para recoger a enfermos, se ha convertido en un trayecto de casi tres horas de ida y otras casi tres horas de vuelta. Un tiempo que se suma a las ya agotadoras horas que pasa en la máquina de hemodiálisis, y que afectará seriamente su estado físico y emocional", añade Juan Francisco, que ha elevado un escrito en busca de soluciones al jefe del Servicio de Prestaciones Hospital Virgen del Rocío del que depende el centro de hemodiálisis al que asiste su tía.
No menos ejemplificador es el caso de Juan Antonio Ruiz Machuca. Atiende la llamada de Diario de Sevilla en el centro de diálisis de Bellavista una hora antes de empezar a recibir el tratamiento. "Nos recogen sobre las 12:30 y la sesión no empieza hasta las 15:00 horas. A la vuelta regresamos cerca de las diez de la noche", explica. Se queja de que los desplazamientos en ambulancias colectivas han convertido sus días de tratamiento en jornadas maratonianas. "Mi jornada de diálisis se ha convertido en una media de diez y once horas", apostilla.
Aunque el transporte en ambulancias se empezó a prestar hace apenas dos semanas, Juan Antonio critica que ya le ha tocado vivir sus primeras malas experiencias, que, asegura, ha plasmado en hojas de reclamaciones que entregará en estos días en el hospital. "El segundo día que venía en ambulancia se olvidaron de mí. Tuve que llamar a la empresa de ambulancias dos veces y nunca me reconocieron que se habían olvidado. Tuvo que venir una ambulancia de urgencia a recogerme. Otro día salí de diálisis sobre las siete y media de la tarde y no fueron al buscarme hasta más de las nueve", lamenta.
Para Jesús García, otro lebrijano en tratamiento de diálisis afectado por la medida, la supresión de los transportes para diálisis en taxi a pacientes que viven a tanta distancia de los centros "es una injusticia". "El SAS dice que lo hace por equidad de todos los territorios, pero no es lo mismo ir en ambulancia desde Dos Hermanas o, incluso, Utrera, que desde Lebrija. Sólo han mirado lo ecnonómico", critica.
Desde Alcer Giralda, la Asociación Para la Lucha Contra las Enfermedades Renales en Sevilla, matizan en un comunicado que, "el mejor transporte para los pacientes en diálisis es la ambulancia, siempre y cuando este servicio no suponga una ampliación de los tiempos de espera y traslado de los pacientes desde su domicilio hasta el centro de diálisis y viceversa". La asociación asegura que "el taxi es un complemento adecuado y necesario, sobre todo en aquellos pacientes que residen en municipios lejanos a los centros de diálisis.
"Desde Alcer Giralda no apoyamos la decisión del Servicio Andaluz de Salud de retirar el traslado en taxis de pacientes en diálisis dado que perjudica y empeora la calidad de vida de estas personas que ya tienen bastante suplicio con el tratamiento como para tener también que soportar horas de espera y traslados kilométricos innecesarios", concluyen en la asociación.
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