La pobreza energética se dispara en Sevilla y alcanza ya a un 5% de la población

El encarecimiento de la luz

Los hogares sevillanos con problemas para pagar el suministro eléctrico se duplican desde que comenzó 2021

El colectivo supone ya un 42% de las familias que atiende Cáritas

El mando del aire acondicionado, un electrodoméstico convertido en un lujo para muchas familias.
El mando del aire acondicionado, un electrodoméstico convertido en un lujo para muchas familias. / D. S.

La pobreza energética aumenta en Sevilla de forma muy alarmante. Especialmente desde que comenzó 2021, un año marcado por la pandemia del Covid-19 y por el alto precio de la luz, que han convertido este servicio en un lujo para miles de hogares que sufren serias dificultades para afrontar su coste. Un panorama bastante desolador a las puertas de una de calor extrema que obligará a mantener la refrigeración doméstica casi las 24 horas del día para hacer frente a temperaturas que se situarán por encima de los 44 grados.

La pobreza energética ya fue noticia a principios de año, cuando la tarifa eléctrica también alcanzó registros históricos. En aquellos días de enero casi todo el país sufrió las consecuencias de Filomena, el temporal de frío y nieve que había dejado cubierta de blanco media península. Aunque aquí en Sevilla no se llegó a tal extremo,el termómetro se había desplomado (con máximas que apenas superaban los 10 grados) e hizo prácticamente inhabitables muchas viviendas, ya que sus inquilinos no podían permitirse el lujo de encender la calefacción ni el brasero.

Uno de los indicadores más certeros para constatar la pobreza energética es el número de hogares acogidos al bono social de Endesa. Se trata de un descuento en la factura eléctrica regulado por el Gobierno, con el que se pretende proteger a los hogares considerados vulnerables por sus condiciones socioeconómicas. Entre los numerosos requisitos que se exigen para acceder a esta bonificación se encuentra el de tener una potencia contratada igual o inferior a 10kW.

Un incremento del 125%

El pasado enero, en la provincia de Sevilla el número de domicilios acogidos al bono social de Endesa era de 44.719. Pues bien, cuando han pasado ocho meses, esta cifra se ha disparado hasta alcanzar los 100.597, según el dato más actualizado facilitado por la compañía eléctrica. La diferencia entre ambas marcas supone un incremento del 125%, por lo que el número de hogares sevillanos con dificultades para afrontar el gasto del suministro eléctrico, o lo que es lo mismo, que sufre pobreza energética se ha más que duplicado en lo que va de año. Y todo hace presagiar que la dramática subida siga durante los próximos meses, en los que continuarán muchos de los factores que la han provocado.

Actualmente, y si se tiene en cuenta el último padrón de la provincia de Sevilla (con 1.950.219 habitantes), los 100.597 hogares que se acogen al bono social para afrontar la factura de la luz suponen ya un 5% de la población, aunque este porcentaje es mayor, ya que no debe olvidarse que cada domicilio suele estar habitado por más de una persona, por lo que se deduce que la electricidad se ha convertido en un auténtico lujo para muchas familias.

A esta situación ha contribuido el aumento del precio, que estos días ha vuelto a alcanzar registros históricos, con un coste de 114 euros el megavatio hora (MWh) y con previsión de que los próximos días se llegue a los 120 euros. Y también los efectos de la pandemia de coronavirus en la economía doméstica, ya que muchos trabajadores se encuentran en ERTE o directamente han perdido el empleo, por lo que los ingresos familiares se han visto drásticamente mermados.

Cáritas y Cruz Roja, testigos

De esta situación ya ha alertado el presidente de Cáritas en Andalucía y Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, quien en declaraciones a Canal Sur Radio ha señalado que en poco más de un año el colectivo integrado por familias que sufren la pobreza energética ha pasado de suponer un 25% a un 42% en el conjunto de hogares que atiende la ONG católica. Un dato que, según teme Pérez de Ayala, se incrementará en los meses de julio y agosto, en los que el uso de la electricidad se dispara por el calor.

En Cruz Roja Española también se han percatado de este incremento en el número de familias que participan del programa donde se trata la pobreza energética. Desde que comenzó 2021 han asistido a 220 hogares sevillanos, a los que se les ha prestado un servicio completo, mediante el cual se les asesora sobre la tramitación del bono social eléctrico y su solicitud. También se les orienta sobre eficiencia energética y se estudia la factura de cada domicilio, en aras de analizar el consumo eléctrico y orientarlas para que el recibo resulte más barato. De igual forma, también se les entrega kits de microeficiencia, con regletas y temporizadores, entre otros utensilios, para que controlen y administren el consumo.

Más de 650.000 euros en ayudas

Por su parte, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sevilla destinaron el año pasado 658.093 euros a 528 familias para pagos de factura de luz y gas (el 95% era por electricidad) a través de los programas de apoyo. La ayuda se otorga previa evaluación de la situación económica y social de los solicitantes. Debe tenerse en cuenta que durante varios meses de 2020, y por decreto estatal, se suspendieron los cortes de suministro de servicios básicos para los hogares por la pandemia.

La pobreza energética se hace especialmente visible en situaciones meteorológicas adversas. Con episodios de intenso frío, como ocurrió a principios de año con el temporal Filomena, o con calor extremo, como el que se espera este fin de semana.

"Las administraciones no pueden permanecer impasibles"

La pobreza energética ha salido a relucir en los últimos informes que Cáritas ha elaborado sobre su gestión en Sevilla y Andalucía. Cada vez son más las familias que se encuentran con dificultades a la hora de pagar los suministros domésticos, entre ellos la luz, cuyo precio hace inasequible el servicio para muchas personas. Ni siquiera un empleo garantiza ya que se puedan afrontar tales gastos. Así lo ha advertido en más de una ocasión el presidente de esta ONG católica, Mariano Pérez de Ayala, que en declaraciones a Canal Sur Radio ha indicado que Cáritas ha aumentado la partida destinada a cubrir estos servicios básicos. También se dirige a los políticos: “Las administraciones no puede permanecer impasibles ante el encarecimiento de la luz, deben actuar”.

“Ya no se trata de pobreza, sino de vulnerabilidad”. Con estas palabras se expresa Amalia Gómez, anterior presidenta de Cruz Roja Española en Sevilla, una institución que tiene un programa específico para atender a las familias que sufren problemas a la hora de pagar la factura de la luz. Gómez recuerda que en Sevilla capital hay siete barriadas con altos índices de exclusión social, aunque el número de hogares donde resulta difícil afrontar el coste de los servicios domésticos “va mucho más allá de esa cifra”. “Una familia se convierte en vulnerable con un miembro en paro, en ERTE o cuando tenga una pensión pequeña y le cueste abonar las tarifas eléctricas”, reflexiona Gómez, que teme que esta situación vaya en aumento mientras siga encarecida la luz.

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