Un preso considerado muy peligroso agredió ayer a varios funcionarios de la cárcel de Sevilla-I, a los que propinó numerosos golpes y bocados. Los trabajadores acabaron con magulladuras y hematomas y uno de ellos sufrió una fractura en la muñeca y necesitó asistencia médica hospitalaria. Los hechos ocurrieron a las cinco de la tarde del lunes, cuando los funcionarios procedían a bajar a los internos en el módulo de aislamiento.

En ese momento, el recluso A. B., clasificado en primer grado por sus antecedentes penitenciarios de alta peligrosidad, empezó a golpear sin mediar palabra al funcionario que le acompañaba en ese momento. El compañero de servicio en ese módulo consiguió avisar a la jefatura de servicio. Lo hizo a través del walkie-talkie, único medio con el que cuentan los funcionarios para atajar este tipo de situaciones.

Gracias a eso, acudieron otros funcionarios que lograron controlar la situación, no sin antes recibir varios de ellos diferentes golpes y bocados. Como consecuencia de ello, varios trabajadores acabaron con magulladuras y hematomas, pendientes de evaluación, y uno de ellos, el primero que intervino, con la muñeca rota. 

El módulo de aislamiento está destinado a internos de gran peligrosidad, clasificados como éste en primer grado. Sin embargo, los funcionarios no tienen ningún medio de defensa en caso de agresiones como la ocurrida este lunes. Por ello, la asociación TAMPM (acrónimo de Tu Abandono Me Puede Matar) volvió a denunciar la escasez de medios tanto personales como materiales con los que cuentan los funcionarios de todas las prisiones del estado para resolver situaciones tan complejas como la ocurrida en Sevilla-I. Estos empleados públicos sólo van provistos de un walkie-talkie y un bolígrafo, recordaron desde la asociación.