La gestión del arbolado municipal

¿Qué pasa con los alcorques de Sevilla?

  • El Ayuntamiento pone en marcha el más importante contrato para su gestión que determinará si son aptos para acoger un nuevo árbol o cómo le afectan las conducciones subterráneas

Una fila de árboles en una calle de Sevilla.

Una fila de árboles en una calle de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Saber las condiciones específicas de cada alcorque para una actuación personalizada. Ese es el objetivo del contrato que ha sacado a licitación el Ayuntamiento para la mejora y reordenación de los alcorques y una correcta gestión del arbolado público de la ciudad. En Sevilla existen numerosas calles en las que hay alcorques sin árboles motivados, principalmente, por las servidumbres de canalizaciones subterráneas, los escasos acerados, o descuidos en el proceso de urbanización. Con esta licitación, que tiene un presupuesto de 200.000 euros y un plazo de ejecución de un año, el Ayuntamiento realizará una radiografía completa de la situación para tapar los espacios vacíos, redimensionarlos o plantar una nueva especie.

Los espacios públicos de Sevilla, como relata el contrato, están salpicados en mayor o menor medida de arbolado excesivamente próximo a las fachadas, árboles estrangulados por alcorques excesivamente pequeños, interferencias y conflictos aéreos y subterráneos con servicios e infraestructuras, la afección a viviendas por raíces, especies con incidencia sobre el pavimento, que lo han levantado y como consecuencia no es seguro para el peatón, proximidad de alineaciones arboladas a líneas eléctricas que obliga a respetar unas distancias mínimas y que precisan podas drásticas realizadas por la empresa propietaria de la línea que desestructuran el arbolado, o la existencia de alcorques con relleno o tapados mediante cemento u otros elementos sin conocimiento del servicio de Parques y Jardines, lo que supone en la práctica una clausura totalmente irregular de la posición arbolada.

Para analizar el grado de adecuación del arbolado viario al espacio disponible, el Plan Director del Arbolado Urbano de Sevilla estudió la relación entre el porte de la especie en su tamaño adulto y la distancia a fachada, así como la existencia de alcorques vacíos, otros en los que no es recomendable la realización de nuevas plantaciones, alcorques con afección al pavimento grave, y la presencia de alineaciones con marras, que no habían sido repuestas en años anteriores, e incluso que habían pasado a ser zonas de pavimento solado y continuo que olvidaban el deber y la necesidad de dotar esos espacios con árboles debido al clima y condiciones ambientales. 

Un alcorque vacío en una calle de San Bernardo. Un alcorque vacío en una calle de San Bernardo.

Un alcorque vacío en una calle de San Bernardo. / M. G.

“Uno de los objetivos principales del Servicio de Parques y Jardines, desarrollado en el citado Plan es contar con un nuevo modelo de arbolamiento en que los ejemplares dispongan de suficiente espacio para su adecuado desarrollo sin necesidad de realizar actuaciones que contengan su tamaño a un espacio menor al que necesita, con los consiguientes daños fisiológicos y estructurales realizados al árbol y el coste asociado a este tipo de intervenciones”.

Las novedades de este contrato son varias sobre la manera anterior de actuar. En primer lugar, analiza cada alcorque vacío en su integridad, es decir, determina la existencia o no de redes de servicios en el subsuelo (luz, agua, gas, telefonía, fibra óptica) que puedan afectar al crecimiento de una nueva plantación, así como la cercanía a las viviendas para fijar qué variedad se puede plantar (para evitar casos de excesivo crecimiento de las ramas sobre las viviendas o la entrada de raíces en las viviendas). “Hay veces en que un árbol plantado en un alcorque vacío no crece precisamente por la existencia de estas redes de servicios básicos que condicionan sus raíces. El sellado de un alcorques se realiza única y exclusivamente cuando los técnicos constatan que no es posible la replantación”.

La actuación anterior permite agilizar los propios trabajos de la campaña de plantación, puesto que al iniciarse la campaña ya está esa labor realizada. También es importante para no malgastar plantones en alcorques donde se sabría ya a ciencia cierta que no van a salir adelante o crecer. Se tiene en cuenta, además, la calidad de la tierra (hay veces que un árbol no se adapta a un determinado suelo y sí otra variedad).

Un alcorque de escasas dimensiones para el árbol que acoge. Un alcorque de escasas dimensiones para el árbol que acoge.

Un alcorque de escasas dimensiones para el árbol que acoge. / Juan Carlos Muñoz

En tercer lugar, se anticipan los trabajos necesarios de modificaciones en los alcorques. Por ejemplo, el recrecimiento de los mismos al ser insuficientes para la envergadura de la variedad de árboles que se van a plantar o evitar el estrangulamiento en el caso de los existentes (liberar alcorques); el retranqueo con respecto a los bloques de viviendas, en el caso de los que sean muy grandes y dificulten el paso de los peatones reducirlos; o crear alcorques corridos mediante la creación de suelos estructurales (de tierra, gravilla, etcétera). 

Un naranjo con el alcorque cegado en la Plaza de la Encarnación. Un naranjo con el alcorque cegado en la Plaza de la Encarnación.

Un naranjo con el alcorque cegado en la Plaza de la Encarnación. / D. S.

El contrato también contempla construir más alcorques en las calles donde es posible (adicional a la creación de nuevos en las obras de reurbanizaciones de la Gerencia, Emasesa, los distritos y el área de Economía. Existen obras donde específicamente hay trabajos relacionados con las mejoras de alcorques o creación de alcorques.

Por último, se instalarán superficies drenantes en alcorques si son necesarias para un mejor riego natural de los árboles.

El gobierno de la ciudad tiene el "compromiso" de realizar cada año como mínimo 5.000 plantaciones de árboles en el viario público y los parques.

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