Sevilla

Quiénes son los Blood, la violenta banda que provocaba altercados en la Feria de Sevilla

Imágenes publicadas por los Bloods en sus redes sociales.

Imágenes publicadas por los Bloods en sus redes sociales. / M. G.

La segunda fase de la operación Macana, llevada a cabo por la Guardia Civil en coordinación con la Fiscalía de Menores, se ha saldado con la detención de una persona y la investigación de otras tres en relación a delitos por pertenencia a una organización criminal. El pasado mes de enero, en el marco de esta misma operación, fueron detenidas otras dos personas por presunta pertenencia a la banda de los Blood.

Los Blood, una banda que actuaba en distintos puntos de España

Se sospecha que las personas investigadas y detenidas fueran parte de la dirección, gestión y control de los Blood en la provincia de Sevilla. Se trata de una banda que desde hace unos años tiene actividad en la provincia, tanto en la capital como en localidades como Bormujos, Tomares o Gines. Son conocidos por este nombre, sangre en inglés, por su uso del color rojo, que les distingue de otras bandas juveniles. 

La operación Macana, que ha dado pasos hacia la desarticulación de la banda, comenzó en 2022, después de que la Guardia Civil tuviera conocimiento de agresiones y enfrentamientos entre bandas rivales protagonizados por jóvenes (algunos menores de edad). Ha tenido varias fases que se han saldado con diversas detenciones y con la identificación e investigación de miembros en la provincia. Y en 2021, detenciones de la Guardia Civil llevaron a la disolución de bloques en Madrid, Barcelona y País Vasco.

Las reyertas, que muchas veces tenían lugar durante la celebración de eventos multitudinarios, como la Feria de Sevilla, eran muchas veces iniciadas por esta banda. En estas se usaron armas blancas (como navajas) y otros objetos como botellas rotas con las que herir a sus víctimas. Además, en las diversas operaciones contra la banda se han confiscado armas como machetes o armas de fuego simuladas.

Uno de los objetivos de los líderes de la banda en la provincia era la captación de nuevos miembros para la formación del bloque sevillano. Para ello buscaban captar jóvenes que fueran manipulables y se encontraran en situaciones de vulnerabilidad, muchas veces en lugares en los que se reúnen los jóvenes, institutos y otros centros educativos o las redes sociales. En estas últimas se difunden imágenes y vídeos de las agresiones. 

Para entrar en la banda los aspirantes debían superar una serie de pruebas, conocidas como misiones, que incluían desde agresiones a otros jóvenes, recibir castigos físicos o realizar hurtos o robos con violencia. De superarlas pasaban a ser miembros juramentados de la banda.

Los Blood contaban con una estructura jerárquica y piramidal, controlada desde Madrid a partir de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, con una normativa interna y un código de conducta que acarreaba severos castigos a quién los infringe, además de tener que pagar una serie de cuotas. También destacaban por la dificultad que tienen los miembros en abandonar la banda sin el consentimiento del líder, lo que llevaba a amenazas a los miembros desertores y a su entorno.

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