Un verano bien repartido entre Gales y Portugal

SUS hijos Iván y Elena se van mañana a Gales con sus abuelos maternos, pero Helen Wyn Evans (Llandudno, Gales, 1965), profesora de Inglés del San Francisco de Paula, espera que los futbolistas de su país aguanten unos días más antes de regresar.

"Yo no sé nada de fútbol y además pienso que las cantidades de dinero que se gastan en ese deporte deberían invertirse en salud y educación, pero estoy disfrutando mucho con el papel de Gales en la Eurocopa". Helen disfruta por cómo lo están haciendo sus compatriotas.

Su padre, Evan Wyn, nació en 1932 y tenía 25 años cuando Gales escribió la anterior página gloriosa de su fútbol, su participación en el Mundial de Suecia de 1958. Quedó imbatido en la fase previa y sólo el Brasil de Pelé fue capaz de vencerlo con un solitario gol antes de proclamarse campeón del Mundial.

En su país ocurre algo parecido a lo que pasó cuando España ganó el Mundial de Sudáfrica en el momento más peliagudo de la crisis económica. "Mis amigos están en estado de shock después de los resultados del Brexit. La selección es la única que mantiene motivos para la alegría, porque cuando se acabe el país va a entrar en un proceso de depresión. Nadie se lo explica".

Helen llegó a Sevilla en 1992. Ese año España no jugó la Eurocopa de Suecia que ganó Dinamarca. "Ya estaba de profesora en Gales y vine de vacaciones para conocer los Juegos Olímpicos de Barcelona, Madrid y la Expo". Aquí se le cruzó un sevillano, el peluquero Antonio Melado. Helen volvió a su país y un año más tarde se fue de cooperante a Sierra Leona, país que libraba una dura guerra civil. "Entonces no había móviles ni correo electrónico, nuestra relación era por carta entre Sevilla y Bo, la población donde yo trabajaba".

En 1995 cambió Sierra Leona por Sevilla, en 1998 se incorporó al claustro del San Francisco de Paula. Los Melado viajaron a Gales para celebrar la boda. En Llandudno, un pequeño pueblo "con playa y turismo de la tercera edad" famoso porque fue la localidad donde vivió Lewis Carroll y se inspiró para Alicia en el País de las Maravillas. "El pueblo está lleno de estatuas alusivas a los personajes del libro". Tendrán que hacerle sitio a las que esculpirán para honrar a los héroes balompédicos, que simbólicamente representan a los últimos europeos de Gales, versión futbolística de aquellos moros del poema de Villalón que no se quisieron ir de las islas del Guadalquivir.

El comienzo de la Eurocopa coincidió con el final del curso. Helen enseña Inglés a niños de Infantil. "En las pegatinas de la Eurocopa, ya sabían que el dragón rojo era el símbolo de Gales y me lo decían". Sus hijos no han salido muy futboleros. Todo el trabajo de su abuelo Manolo, el barbero y poeta, por hacerlo del Betis del que había sido speaker se desbarató cuando su nieto Iván llegó a una clase donde todos sus amigos eran sevillistas. "Mi hija Elena comparte conmigo esa crítica del fútbol por razones de justicia". A la madre le hacía mucha ilusión que naciera el 1 de marzo, fiesta nacional de Gales, pero se adelantó un día y vino al mundo el 28-F de 2002, "la niña quería ser andaluza".

Gales es un país minero, "minas de carbón en el sur, de pizarra en el norte, mi abuelo trabajó en las de pizarra"; de granjeros y marineros, de buenos quesos, "no entiendo la votación con las ayudas que recibimos de los fondos de la Unión Europea". Cuna del cantante Tom Jones, de la actriz Katherine Z Jones y del escritor Roald Dahl, el autor de Mathilda o Mi tío Oswald, todos ellos eclipsados por un ramillete de futbolistas. Cuando a su espalda ondea la bandera de Portugal en el consulado que fue pabellón del 29, habla Hellen del duelo entre compañeros de equipo, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. Bale es un genio del fútbol que debería perfeccionar su galés.

Sus padres, Evans Wyn y Dilys Hehn, verán el partido en Llandudno; su hermana Eleri, en Cardiff, patria chica de Bale, donde trabaja en un museo. "Dice que han cambiado los turnos de trabajo porque algunos compañeros han cogido el eurotúnel del Canal de la Mancha para ver los partidos de Gales en Francia".

Se da la paradoja de que Portugal es el país preferido para sus vacaciones. "Mi marido llega allí y se pone a hablar en portugués". Pase lo que pase hoy, Hellen viajará a final de mes a Faro para coger un avión hasta Liverpool y de allí ir en tren a su pueblo galés. Y con toda la familia viajarán para disfrutar de unas vacaciones en Oporto. Sus hijos verán hoy el partido en La Antilla con sus abuelos maternos, Manolo y Concha. Iván pasará unos días en Cardiff en un trabajo de voluntario en bicicleta con niños que tienen algún problema. Elena se irá directamente con sus abuelos paternos, que como su madre siempre se dedicaron a la enseñanza, el abuelo como director de colegio, la abuela de profesora.

Sabe que son unos héroes pero apenas conoce un par de nombres. Su marido le ha dicho que un tal Ramsey no juega por doble amonestación y, carambolas del dragón rojo, Carlos de Inglaterra fue coronado príncipe de Gales en el castillo de Caernarton, localidad galesa en la que nació Owain Fôn Williams, uno de los tres porteros del equipo de Gales.

En Gales el deporte nacional es el rugby, pero el fútbol desbordó todas las expectavivas. Hellen sólo admitiría perder contra Islandia. Sueña con el pacto tácito de que si Gales ganara la Eurocopa se retrocediera en las votaciones del fatídico día de San Juan.