Los futbolistas del Sevilla trataron de explicar el atasco del equipo ante el bien ordenado Alavés. "Por momentos más con corazón que con cabeza", reconoció Ocampos, autor del gol de penalti que evitó la derrota.

Que el especialista del equipo en los lanzamientos desde los once metros no tirase el penalti dio que hablar, pero Ocampos explicó el porqué. "Se lo pedí a Éver, que él lo tira siempre. Tenía muchas ganas de patearlo, me dijo que lo tirase fuerte y por suerte la pude meter", dijo y añadió. "A pesar del gol, supimos levantarnos, empatamos y buscamos la victoria hasta el final".

En cuanto a Banega, que escuchó algunos pitos no tanto por el juego, que también, como por ser la primera vez que jugaba en Nervión tras saberse que la temporada próxima jugará en Arabia, entendió la decepción del sevillismo. "En la segunda parte merecimos mucho más, pero nos vamos con las manos vacías otra vez en casa. Hay que trabajar e intentar cambiar la dinámica. Lo de la Copa fue un palo grande, una decepción, pero teníamos ilusión de ganar. Fue un esfuerzo grande, no salió y es entendible que la gente esté enfadada".

Koundé habló de decepción general del Sevilla por "dejar de ganar dos puntos en casa". "Siempre un objetivo es dejar la portería a cero. Es una pena porque tuvieron pocas ocasiones de gol, sólo dos, y eso duele a todo el equipo, porque todos hicieron un buen trabajo. Llegaron una vez y nos marcaron", explicó.

El central francés también habló del juego, de su escasa fluidez. "Vamos a seguir con esta mentalidad, subiremos un poco el ritmo que faltó en la primera parte y seguro que vamos a conseguir buenos resultados".