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El Sevilla frente a los grandes: el salto que sigue dando vértigo

  • El Sevilla del siglo XXI, con sus cimas históricas, no logra sacudirse ciertos complejos cuando se mide a los grandes: la semifinal copera se le presenta como la gran ocasión para el desquite con el Barcelona

Julen Lopetegui pide explicaciones ante Pedri en el Sevilla-Barcelona de Liga.

Julen Lopetegui pide explicaciones ante Pedri en el Sevilla-Barcelona de Liga. / Antonio Pizarro

Tenía a tiro meterse de verdad en la pelea por la Liga, pero le cedió gentilmente ese privilegio al Barcelona, más hecho a convivir con esa presión. El Sevilla del siglo XXI, el Sevilla de los kilos de plata de los últimos tres lustros de gloria casi continuada, sigue teniendo un vértigo casi innato cuando se ve más arriba de la cuenta en la Liga. Influyen muchos factores y las características inherentes al torneo español, la presión mediática, los grandes contrastes entre los presupuestos de los tres grandes y el resto y los arbitrajes también tienen algo que ver. Pero, por poner sólo un ejemplo sobre uno de estos factores, ¿por qué esas diferencias de presupuestos no influyen tanto en Europa, donde también hay arbitrajes con distintos criterios?

El Barcelona, desde luego, es la mayor bestia negra del Sevilla en ese mal de altura que tiene el equipo de Nervión. El azulgrana es el equipo que más veces ha derrotado al Sevilla en partidos de Liga a lo largo de la historia, hasta ochenta y cuatro veces con el de este sábado. Y Messi se destaca con una estadística terrible, como si se hubiera especializado en hacerle daño. El Sevilla es el equipo al que más goles ha hecho el astro argentino en su ya dilatada trayectoria como futbolista: 38 goles, más 17 asistencias, en 42 partidos contra los blanquirrojos.

También es cierto que Messi se ha medido al Sevilla infinidad de veces, algunas con aislados pero sonoros éxitos blanquirrojos: la Supercopa de Europa en 2006 o los octavos de final de la Copa del Rey que ganó 2010 el Sevilla, que fue el primero en tumbar en una eliminatoria al equipo de Guardiola. Luego llegaron más finales de Copa (dos), de Supercopa de Europa (otra más), de Supercopa de España (tres) y otra eliminatoria de Copa de reciente y pésimo recuerdo en estos momentos de vísperas de un nuevo duelo copero, con la final en juego nada menos.

Dejando a un lado la realidad de que el Barcelona es la gran bestia negra del Sevilla en la historia, lo cierto es que Julen Lopetegui no ha logrado dar un giro a esa dinámica general. Esta temporada ya se ha medido a los tres de arriba, por dos veces a los azulgrana y una vez con los dos equipos madrileños. Y solamente ha logrado un punto en los cuatro partidos disputados: el del empate en el Camp Nou (1-1), previo a las derrota ante Atlético (2-0), Real Madrid (0-1) y de nuevo Barça (0-2).

Pero ahora llega la opción de revancha de forma inmediata, con el suculento premio de disputar una nueva final de la Copa del Rey y con la ventaja de 2-0 cobrada hace dos semanas. ¿Tendrá vértigo el Sevilla este miércoles en el eco silente del Camp Nou o será capaz de torcer esa especie de complejo?

Si se toman los números ante los tres potentados de la Liga durante los últimos tres lustros, concretamente desde la primera temporada en la que el Sevilla tocó plata y abrió la espita de la gloria, la 2005-06, la conclusión es que le falta algo para competir con ellos.

Desde aquella temporada, jugó en la Liga 32 veces con el Barcelona, con el resultado de tres victorias, las tres en casa, siete empates y 22 derrotas. El Sevilla le ganó de forma consecutiva en 2006 y 2007 al Barça (3-2 y 2-1) y luego le volvió a ganar en 2015 (2-1, sin Messi en el campo). Frente al Atlético de Madrid mejoran algo los números: 31 partidos ligueros, siete triunfos (cinco en casa), 11 empates y 13 derrotas. Y al Madrid es al que más ha ganado en 31 duelos desde la 05-06: 11 veces, pero diez de ellas en casa, ningún empate y 20 derrotas. Con Lopetegui, Nervión ha dejado de ser la guarida del ogro para los merengues, pues lleva dos derrotas seguidas.

El sábado el Sevilla fue inferior al Barça tanto como éste fue superior. Monchi arengó con "querer es poder". Pero, como dijo Joan Jordán, "faltó convencimiento" para hacer lo planeado; también "agresividad", aunque en esto influyó el meticuloso Hernández Hernández. El miércoles hay otra gran cita. Y el vértigo está prohibido.

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