Sevilla FC | Entrevista a Promes

De "bad boy" a rey del altruismo

  • Promes recuerda sus inicios y su expulsión de la escuela del Ajax por indisciplina para disfrutar en Sevilla y dar rienda suelta a su generosidad.

  • El holandés desmiente que vaya a financiar un albergue para personas sin techo, pero confiesa que es "una idea bonita" que puede ser realidad en el futuro

De "bad boy" a rey del altruismo

Cayó de pie en la ciudad cuando corrieron como la pólvora en las redes sociales un par de gestos de futbolista desprendido al regalarle un smartphone de alta gama a un chico en una tienda del centro y al pagar una comida de trece personas por el simple hecho de haberle pedido el favor de que les firmara una camiseta. Quincy Promes (Ámsterdam, 4-1-1992) disfruta de su estancia en una ciudad que le encanta y en la que es feliz. Por ello quizá se afana en hacer feliz a la gente que menos tiene. Primero con el fútbol y, segundo, con pequeños grandes gestos que a él dice que no le cuesta nada realizar.

Eso sí, desmiente que, de momento, vaya a sufragar la edificación de un hogar para personas sin techo, aunque... sólo de momento. “Sí, lo sé. Sé que está circulando eso en redes sociales y tengo que decir que no es verdad, pero es una bonita idea que estoy viendo qué puedo hacer, pero que de momento no es real. En el futuro quizá”, explica el holandés.

Todo tiene su origen en unos inicios difíciles, unos inicios en los que hubo de todo. Ahora se ríe comentando esa generosidad que le sale de dentro, pero que tiene un porqué. Entre otras cosas, reconoce que no siempre fue un chico bueno. De hecho, un momento clave en su carrera fue cuando lo expulsaron de la escuela del Ajax con 16 años por indisciplina. “Estuve seis años allí y la verdad es que me echaron. Cuando era más joven era un poquito chico malo –a little bad boy, dice literalmente–. No tenía buenas compañías. Ellos me echaron y eso me sirvió para pensar mucho y empezar otra vez de cero”, explica Promes, que confiesa que ha recibido bromas por sus gestos de altruismo. “La gente me lo dice, pero para mí es normal. El equipo se divierte conmigo con eso, pero ellos saben que yo siempre trato de ayudar a la gente. Yo creo que lo importante es devolver lo que te han dado. Yo recuerdo cuando yo no tenía dinero y no podía ayudar a la gente, cuando no era un gran personaje. Ahora, que tengo posibilidades, yo espero poder ayudar en lo que pueda”, insiste.

Promes, hijo de un padre surinés que llegó a Holanda para jugar al fútbol, disfruta ahora con lo que hace y espera ayudar al Sevilla a conquistar sus objetivos. “Él jugaba en Surinam y fue a jugar a Holanda. Jugaba en el De Volewijckers, un club que realmente no es muy grande. A nosostros nos inculcó el fútbol. Somos seis hermanos. Ninguno juega al fútbol ahora, sólo yo, pero al principio sí. Cuando niños en mi casa se respiraba fútbol por mi padre y por nosotros. Con esa edad todos los niños sueñan con estar en la escuela del Ajax. Yo lo conseguí, pero entonces no lo aproveché. Me echaron y lo pasé mal, pero pensé mucho”.

Quincy Promes reconoce que el 4-4-2 le beneficia más en su juego al poder proyectarse más en ataque. Quincy Promes reconoce que el 4-4-2 le beneficia más en su juego al poder proyectarse más en ataque.

Quincy Promes reconoce que el 4-4-2 le beneficia más en su juego al poder proyectarse más en ataque. / juan carlos vázquez

Ahora el extremo holandés espera sacar lo mejor de sí. Promes confiesa que el sistema de tres centrales de Pablo Machín no beneficiaba a su fútbol y que en los partidos que restan de aquí al final de temporada puede dar lo mejor de sí. “El sistema de ahora es mejor para mí de cara a mostrarme en mejor posición. Ante el Espanyol ya jugué así y creo que puedo ser más peligroso en ataque que antes. Estoy más cerca del gol. Hay muchos cambios, pero hay que adaptarse”, explica el segundo fichaje más caro de la historia del Sevilla FC (20 millones) por detrás de Luis Muriel.

“En la posición en la que mejor me siento es en la de extremo izquierdo. También estoy bien en la derecha, pero me siento mejor con cuatro defensas porque puedo atacar más. Con tres defensas puedo hacerlo, pero no es mi posición. Está claro que soy un jugador de ataque”, resume el internacional oranje, que es consciente de que aún no ha mostrado de lo que es capaz. En este sentido, su referencia está en el número de goles que logró en la Liga rusa con el Spartak de Moscú.

“Creo que puedo mostrar mucho más. Yo creo que de cero a diez, ahora Promes está en el cinco. Porque marqué muchos goles en el Spartak y creo que aquí también puedo hacerlos, pero tengo que jugar más al ataque”, advierte el extremo sevillista, quien tiene ya entre ceja y ceja el encuentro ante el Valencia, un duelo en el que el Sevilla se juega mucho y que le trae recuerdos también de su partido en Mestalla, “uno de los mejores desde que estoy aquí”, confiesa. “El de este domingo es un partido muy importante, el Valencia es un rival directo y necesitamos los tres puntos. Nosotros necesitamos jugar la Champions, somos un club que aspira a ganar títulos. Hemos demostrado que podemos competir con Barcelona y con el Real Madrid y que tenemos un buen equipo, aunque también tenemos que aprender bastante, por supuesto. Pero yo creo que podemos clasificarnos”, añade.

En ese aprendizaje también incluye lo vivido en la salida del equipo de Machín. “La verdad es que no sé lo que nos pasó. Puede que sea el cansancio, muchos partidos..., pero no sé. Nunca es bonito en el fútbol que se den situaciones así. No es una buena situación para nadie. Nosotros necesitábamos un cambio porque es parte del trabajo, parte de la vida. Tenemos que estar juntos en estos asuntos y así lo hemos hecho”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios