Sevilla FC | Red Bull Salzburgo

Lopetegui dispone de todo para el estreno en la Champions

  • El Sevilla, tras 16 días sin competir, recibe con hambre de fútbol a un Salzburgo con más potencial que nombre

  • Interés especial por ver a Koundé y a Lucas Ocampos

  • Unos 26.000 aficionados asistirán a Nervión, con el 60% del aforo ya

Julen Lopetegui alecciona a sus jugadores, vestidos con una novedosa camiseta vainilla.

Julen Lopetegui alecciona a sus jugadores, vestidos con una novedosa camiseta vainilla. / Antonio Pizarro

Cuando se adentra septiembre, las horas de sol se van acortando, la ciudad recobra su pulso vivo con la vuelta a los colegios, incluso huele al inigualable perfume del petricor con esas primeras lluvias. Y en ese cambio de decorado, en esa vuelta a la rutina, el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán se vuelve a vestir con los ropajes lujosos del fútbol europeo. Así ha sido desde el año 2004 hasta hoy salvo en una sola temporada. Como para que no sepa a rutinario. Y a rutina de la más dulce: la UEFA acaba de desplegar otra vez por todo el graderío del templo sevillista las estrellas sobre fondo azul índigo que distingue a la mejor competición de clubes del mundo, la Liga de Campeones.

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El mensaje institucional, con el presidente Castro entonando la voz cantante, proclama que el crecimiento del Sevilla seguirá siendo un hecho si es capaz de convertirse en un fijo, o casi fijo, en esta competición en la que llueven los fajos de billetes. La entidad sale por Europa todas las campañas, sí.

Pero lo que le hará subir ese escalón que le falta, el más alto y resbaloso, es meterse en la Champions como el que baja a comprar el pan cada mañana. Te asegura músculo económico, deportivo e institucional para aspirar a cotas cada vez más nobles. En el caso del Sevilla, se traduce en inmiscuirse en la lucha del trío de capos de la Liga y, en el frente europeo, llegar a los cuartos de final o, por qué no, un poco más allá donde moran los mejores, la Champions. Si el Olympique de Lyon fue semifinalista hace dos años, si el Tottenham fue finalista hace tres, ¿por qué no?

En esa empresa se embarca el Sevilla desde hoy, a esa extrañísima hora que ha dictado la UEFA. Jugar al fútbol en esta ciudad un martes a las 18:45 horas es como almorzar a la una de la tarde o cenar a las siete. Pero a toda incómoda novedad se debe adaptar alguien que quiera competir. Lo saben los sevillistas desde que tuvieron que ir a Nervión la tarde de un Jueves Santo allá por 2007.

El partido se las trae por la extraña hora pero sobre todo por el sordo peligro de un Salzburgo que tiene ganada su liga casi de antemano y que concentra su atención en Europa para lo mismo que el Sevilla, crecer y abrirse paso. El año pasado, en la fase de grupos, el Atlético sudó tinta para ganarle en el Wanda: en el minuto 85 hizo Joao Félix el 3-2. Su potencial vuela con alas por encima de su nombre.

De lado local, contra esa hora tan esaboría, que diría un lugareño, juegan las enormes ganas de fútbol que hay. Tendrán ganas de competir los jugadores al mando de Lopetegui, que no lo hacen a nivel de clubes desde el 28 de agoto en Elche, 16 días nada menos, y tendrán mucho apetito de fútbol los aficionados, que sólo han acudido al Ramón Sánchez-Pizjuán una sola vez esta temporada, hace ya un mes y con una minoritaria representación debido a las restricciones por el Covid. Esta tarde, después de que la Junta haya aflojado el cinturón, aun con la guardia alta y respetando escrupulosamente lo que no respetó Vinicius el domingo, serán ya unos 26.000 los espectadores que entren al graderío. Un 60% del aforo. A buen seguro que ese hit que es el himno del Centenario volverá a ganarle el pulso al épico y solemne canto de la Champions.El pulso sobre la hierba ya será otra historia. Hay contadas actuaciones del Sevilla actual, incluso dos refuerzos, Montiel y Augustinsson, aún no han debutado, pero alimenta el optimismo sevillista que la enfermería esté vacía. Sólo Idrissi y Gudelj, no inscritos en la Champions, quedan fuera.

Sería una sorpresa que delante de Bono no saliera el cuarteto Navas-Koundé-Diego Carlos-Acuña; y a partir de ahí, algunas incógnitas: junto a Fernando es probable que Lopetegui valore las tablas europeas de Rakitic, cualidad que también puede esgrimir Delaney para saltar a la titularidad; Ocampos, sonriente por fin en las fotos, puede ser la gran novedad arriba junto a Suso en la banda contraria y En-Nesyri. El marroquí crece y crece. Y eso quiere hacer el Sevilla, seguir creciendo. Para ello es aconsejable ganar hoy.

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