Sevilla FC | Entrevista

Marcao: "Ante el Manchester tenemos que sentir que es el partido de nuestras vidas"

  • Marcao sólo mira el presente y tiene motivos para ello. Ni el pasado, como lo ocurrido con su lesión, ni nada más allá del partido con el Manchester

  • Ahora siente que ha llegado su hora: “La idea es dar mi sangre por el Sevilla”

Marcao: "Ante el Manchester tenemos que sentir que es el partido de nuestras vidas"

Es un gran desconocido, un fichaje inesperado para el tramo decisivo de la temporada. Nadie como él, por lo vivido con el súbito fallecimiento de su hermano, a quien venera, entiende mejor que hay que vivir sólo el momento. Por eso prefiere no hablar más de lo que ha ocurrido con su lesión ni de los culpables de cada una de sus recaídas.

Olvidada ya la comparación con Diego Carlos, Marcos do Nascimento Teixeira (5-6-1996, Londrina, estado de Paraná) siente que ha llegado su momento, ve la cita ante el Manchester United como uno de esos partidos para los que vino a Sevilla. Recuerda su dura infancia “en un sitio peligroso” de Brasil y tiene claro que su fútbol es hablar constantemente con los compañeros y explotar su fuerte, la anticipación, para evitar situaciones en las que sabe que va a sufrir: “correr hacia atrás”.

–Ahora ya puede sonreír.

–Sí, después de mucho tiempo ya estoy con mis compañeros y disfrutando. Yo nunca pasé por esto en mi carrera. Fue algo que no esperaba, pero eso ya es pasado y tenemos que pensar en el futuro.

–¿Tuvo la sensación de que se han tomado decisiones erróneas que al final le han perjudicado?

–Cambiamos dos veces de entrenador y entonces creo que fue un poco difícil. Pero ahora estamos con un nuevo entrenador que trae ideas buenas.

–¿Ha podido influir el pasar de un entrenador más conservador a otros que lo obligaron a forzar?

–Bueno, creo que pasaron muchas cosas. Y no es bueno hablar ahora de cosas que han pasado. Ya superamos esta fase y ahora lo que quiero es mirar al frente, pensar en el próximo partido y poner el nombre del Sevilla lo más alto posible.

Marcao posa en la ciudad deportiva. Marcao posa en la ciudad deportiva.

Marcao posa en la ciudad deportiva. / José Ángel García

–Pero es algo importante. El sevillismo no se olvida del partido de Mánchester (con el City) en el que se lesionó cuando el equipo no se jugaba nada y había un derbi en sólo tres días.

–No estaba al cien por cien. Y en circunstancias normales no hubiera jugado, pero el míster (Sampaoli) dijo que me necesitaba y que en el intervalo (descanso) me iba a cambiar. Y así fue, faltaba un minuto o dos para acabar la primera parte y acabé lesionado. Pero bueno, son cosas para aprender más. Pero la verdad que no me gusta hablar de cosas que ya pasaron, de un entrenador que ya no está aquí y está en otro equipo...

–Vayamos hacia atrás para que la afición conozca a Marcao. ¿De dónde sale usted?

–Vengo de una familia humilde, con un padre con una dolencia muy grave, un cáncer, una madre que tenía que trabajar para sustentar a la familia... y es difícil. Los inicios fueron muy difíciles como en la mayoría de los jugadores en Brasil. Con el fútbol cuando eres chico sueñas con lograr una vida mejor para ayudar a la familia.

–Lo que me habla es moneda común en todos los brasileños, el fútbol como vía de escape y puente para cambiar una vida.

–Cuando los niños son pequeños la primera cosa que los padres les dan es un balón con la esperanza de que pueda acceder a una vida mejor y también porque es difícil tener oportunidades en otras cosas. Es una forma para apartarlos de los malos caminos. El deporte es una manera de escapar de eso. Yo he visto de todo. Nací en un sitio muy peligroso, muchos amigos míos ya han muerto, otros están en la calle, otros están presos... Mi madre y mi padre siempre se preocuparon por que lleváramos el camino correcto, ser un buen hombre, un buen padre y un camino derecho.

–Empieza en el Paranaense y después también pasa por varios clubes antes de llegar a Europa.

–Entre los 18 y los 20 años estuve a préstamo en varios equipos para ganar experiencia y volumen de juego. Después vi que tenía que dar un salto más y fui a Portugal y luego a Turquía. Ese salto fue importante para mí e hizo posible que viniera al Sevilla.

–Curioso, su hermano, que lamentablemente falleció, tomó otro rumbo distinto.

–Él estuvo de juvenil en algunos equipos en Brasil, como Atlético Paranaense y Sao Paulo, y se fue a Eslovaquia, donde jugó mucho tiempo y le permitió ir al Stoke City y cuando infelizmente le pasó lo que le pasó estaba en Moldavia.

–¿Y ahora cuando ve los casos de muerte súbita y problemas de corazón, como el caso del hermano de Gudelj, no se pregunta cómo es que aún ocurran estas cosas en deportistas de élite?

–Es una cosa que no tiene explicación. Todos los años hacemos exámenes de corazón, sangre, de todo... pero cuando tiene que pasar, pasa. Yo he hablado con Nema, le conté lo que pasó con mi hermano y afortunadamente él está bien. Nada tiene explicación y sólo creo que cuando Dios dice que tu hora ha llegado, llega.

–Perdone que se lo recuerde, pero he visto que siempre lo tiene presente.

–Al principio me costaba mucho hablar de ello, pensar en eso... Pero ahora yo lo tengo claro en mi cabeza. Tengo que recordar todos los momentos felices de aprendizaje que he tenido con él. Hoy, por ejemplo, cuando entré en la cancha la primera persona que se me vino a la cabeza fue él. Yo creo que está junto conmigo siempre, me da mucha fuerza, mucha energía... Cuando estoy en un partido y estoy en un momento malo, empiezo a pensar en lo que pasamos, en todo lo que hemos dejado atrás. Y eso, sin yo saber por qué, me da más energía y fuerza. Digamos que trato de aprovechar una situación triste para sacar más fuerza.

–Bueno, ya estamos aquí. Ha jugado dos partidos tras su lesión y lo que quiere ya es demostrar quién es Marcao y por qué está aquí.

–Sí, claro. Yo quería haber jugado más, pero todo el mundo sabe ya lo que pasó. Ahora yo quiero demostrar que he venido a Sevilla a jugar partidos, a ganar y a entrenar cada día en cada entrenamiento. Yo lo que quiero es poner el nombre del Sevilla al más alto nivel y dar mi sangre por el Sevilla. Hemos visto este año que no nos han respetado las lesiones en algunos sitios y tenemos jugadores para estar mucho más arriba.

Marcao, sonriendo. Marcao, sonriendo.

Marcao, sonriendo. / José Ángel García

–¿El nuevo modelo le beneficia en el sentido de que los centrales corren menos riesgos? Al final son los más desprotegidos junto con el que recibe de espaldas. Reciben todas las críticas.

–La presión que estamos pasando este año es algo que no se esperaba y hay que hacer las cosas más sencillas. El entrenador siempre nos lo dice, si podemos salir salimos de frente y si no, hacemos las cosas simples. En fútbol no puedes estar haciendo cosas que no sabes. Si no podemos, vamos al frente y lo peleamos al frente.

–Pero quizá desde fuera se ve que falta hallar en cada momento qué necesita el equipo. Hay veces que siendo directo el equipo pierde una oportunidad de jugar y aprovechar su calidad por rifar el balón o perderlo lanzándolo.

–(Sonríe asintiendo). Está claro. Nuestra plantilla es un grupo de jugadores buenísimos, con campeones del mundo y de una calidad que todos reconocen. Pero es como tú dices, el fútbol es el momento. Y el momento por el que estamos pasando es difícil.

–O sea, cuando lleguen más resultados subirá la confianza...

–Claro, claro. Cuando consigamos ganar dos, tres, cuatro partidos... sí vamos a tener más confianza. Pero nosotros estamos en una situación ahora para no relajarnos. Insisto en que cuando ganemos más partidos las cosas van a salir bien y va a haber más confianza para jugar mejor.

–Usted prefiere la anticipación y el contacto a jugar al espacio. Se ve que confía en su sentido de la interceptación como principio táctico preferido sin balón.

–Creo que sí. Yo creo que cuando el balón está enfrente los defensas tenemos que estar atentos a lo que pasa atrás y lo que pasa delante. Y hablar. Si tú hablas, vas a correr pocos riesgos. Si el balón está delante y estamos organizados cuando lo perdamos vamos a estar preparados para ir a cortar. El fútbol es muy rápido. Y si no hablas vas a tener que correr hacia atrás y eso no me interesa. Yo prefiero correr diez metros al frente que 50 metros para atrás. Pero para eso tienes que estar siempre atento a participar. Por eso creo que mi fuerte es estar cerca del juego...

–Dar bocados...

–Sí (risas).

–Imagino también que para un defensa que viene de otra liga habrá notado el cambio, el ritmo del juego, etcétera.

–En Turquía el fútbol es mucho más agresivo. Hay muchos franceses, muchos africanos... el fútbol es muy rápido, con muchas transiciones... En España hay mucha calidad, los jugadores son mucho más inteligentes y si no estás atento estás muerto. El tiempo que estuve en Turquía aprendí muchas cosas. Cuando llegué no hablaba, no hablaba nada. El entrenador me decía “tiene que hablar, tiene que hablar. Si no habla no va a jugar”. Y ahí creo que entendí que eso era clave para subir de nivel. Aprendí mucho y eso me sirvió para llegar más preparado. Aquí en Sevilla el nivel es completamente diferente y llegué más preparado.

Mestalla, punto de inflexión

–El triunfo en Valencia ha sido una liberación, un momento que puede marcar el inicio de algo.

–Sí. Nosotros lo hablamos antes del partido, que era clave hacer muchas cosas. Sabíamos que el Valencia es más agresivo cuando juega en casa y teníamos que ser más fuertes defensivamente y lo que nos interesaba era ganar el partido y salir con tres puntos y salir aliviados y respirar.

–Además, esos 8 puntos permiten afrontar el partido con el Manchester de otra manera y gestionar los esfuerzos enfocados a esa gran cita.

–Nosotros hemos demostrado que tenemos una gran plantilla, jugó un equipo en Mánchester y otro en Valencia. Ahora tenemos que sentir que es el partido de nuestras vidas. Será un partido muy difícil pero estamos muy preparados.

–Éstos son los partidos para los que vino.

–Este partido es buenísimo. Es un rival muy fuerte, todos en Europa nos van a estar mirando y para eso vine al Sevilla, para jugar partidos como éste.

En una portería del estadio Jesús Navas. En una portería del estadio Jesús Navas.

En una portería del estadio Jesús Navas. / José Ángel García

–En Old Trafford, ¿cómo fue ese cambio de chip? Si el partido dura dos minutos el Sevilla más hubiera remontado.

–Estuvimos muy mal en la primera parte, pero después los dominamos. Si nosotros entramos desde el principio como salimos en la segunda parte hubiera sido diferente. Personalmente, yo notaba que me faltaba algo, era mi primer partido, pero después me fui sintiendo bien. Está claro que si el partido dura algunos minutos más hubiéramos metido el tercero. Ahora sabemos que todo está igualado, la eliminatoria está 2-2 y quedan 90 minutos. Tenemos claro que el rival es muy, muy difícil y que hay que ser inteligentes y tenemos que jugar con calidad y humildad. Eso e ir con la cabeza fuerte.

–Un plantillón pese a las bajas...

–Es un gran equipo. Tienen tres o cuatro jugadores fuera pero no podemos pensar en eso.

–Es una oportunidad de pasar a las semifinales y empezar a oler algo grande.

–En esta competición el Sevilla ya sabemos lo que ha hecho, la historia que tiene. Y claro que pensamos en que tenemos mucha chance de pasar a la próxima fase, pero no podemos pensar más allá de eso. Hay que ser inteligentes, saber que en nuestra casa somos muy fuertes y que tenemos que jugar un poco menos con el corazón y más con la cabeza.

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