El Sevilla, que el martes visita al Krasnodar en partido de la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, sólo ha ganado en una de sus nueve visitas oficiales a Rusia, donde además ha cosechado cuatro empates y otras tantas derrotas.

El último precedente sevillista en Rusia fue precisamente en el campo del Krasnodar, hace dos años, en la fase de grupos de la Liga Europa, cuando el conjunto entrenado por Pablo Machín perdió 2-1 al remontar los tantos de Mauricio Pereyra y Okriashvili el gol con el que Nolito había adelantado al Sevilla.

La primera derrota del Sevilla en Rusia llegó en su primera visita, en Moscú ante el Torpedo, en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa UEFA, un 3-1 certificado por los goles locales de Tishkov, Zhukov y Shirinbekov frente al tanto visitante del austríaco Anton Polster.

También perdió el Sevilla la última vez que fue a Rusia a jugar la Liga de Campeones, en la temporada 2017-18, cuando fue goleado (5-1) por el Spartak de Moscú merced a un doblete de Promes, que luego ficharía por el Sevilla, y dianas de Melgarejo, Glushakov y Luiz Adriano a los que sólo replicó mediante un gol del danés Simon Kjaer.

La cuarta derrota sevillista en Rusia fue en San Petersburgo ante el Zenit en la fase de grupos de la Copa UEFA 2005-06, cuando un doblete del local Kerzhakov, quien también recalaría en Nervión en enero de 2007, y un gol del argentino Javier Saviola fijaron el 2-1 final.

En esa misma edición de la Copa UEFA, la primera de las seis que atesora el Sevilla, se produjo la única victoria del Sevilla en Rusia, ya que el tanto de Jordi López fue el único del encuentro de ida de la eliminatoria de dieciseisavos de final contra el Lokomotiv de Moscú.

La tercera visita a Rusia de aquella campaña victoriosa fue de nuevo al campo del Zenit de San Petersburgo, en la vuelta de los cuartos de final, donde el equipo adiestrado por Juande Ramos certificó su pase a semifinales con un empate a uno firmado con los goles de Young-Min Hyun y Kepa Blanco.

San Petersburgo ha sido el escenario de otros dos empates del Sevilla ante el Zenit en la segunda competición continental: un 1-1 (marcaron Arshavin y Julio Baptista) en la fase de grupos del curso 2004/05 y, diez años después, un 2-2 (con goles rusos de Hulk y Rondón y tantos andaluces de Bacca y Gameiro) en la vuelta de los cuartos de final.

En el partido de ida de los octavos de la Liga de Campeones 2009-10, los sevillistas empataron a uno en el feudo del CSKA de Moscú un encuentro en el que se adelantaron por medio de Negredo e igualaron los locales gracias al chileno Mark González. En la vuelta, el equipo de Manolo Jiménez caería por 1-2.