Un esperanzador arrebato mermado por la precariedad

Athletic-Sevilla | Informe técnico

El 4-1-4-1 con el lento Gudelj de cierre naufragó desde el penaltito de Juanlu: la falta de efectivos interrumpió la loable reacción de la segunda mitad

Los jugadores del Sevilla, uno a uno: Lukébakio-Juanlu, una pareja efímera

Juanlu y Robert Navarro, autor del 3-2, en una acción del partido.
Juanlu y Robert Navarro, autor del 3-2, en una acción del partido. / Miguel Toña / Efe

La pregunta es qué sería de este Sevilla sin el Lukébakio que compareció en la segunda mitad de San Mamés. El grave problema de las inscripciones y las bajas dejaron pocas opciones a Matías Almeyda en su debut en la Liga. Aun así, el Athletic vivió de la briosa calidad de Nico Williams, que decantó el partido, penaltito accidental mediante y genialidad en el 3-2 para tumbar a un digno Sevilla.

La merma de efectivos, sobre todo en el sistema defensivo empezando por la necesaria presencia de un superado Gudelj como cierre, privó al Sevilla de concretar su arrebatada reacción tras verse 2-0.

Defensa

El 4-1-4-1 con Gudelj de cierre naufragó en el dinámico inicio del Athletic y sobre todo a raíz del polémico penalti de Juanlu. Con una zaga parcheada, el Sevilla iba a sufrir en los costados. Si Juanlu no es un lateral aguerrido para frenar a Nico Williams, José Ángel Carmona tuvo que ser el lateral izquierdo. Y de inicio sufrió el Sevilla el aluvión bilbaíno, con hasta cinco córneres antes del minuto 20. Castrín y Kike Salas mantenían aquello de pie despejando mal que bien todo lo que llegaba, pero por delante, un adelantado Agoumé y sobre todo un lentísimo Gudelj veían pasar como aviones a los volantes de Valverde y nunca pusieron la barrera que debe ser el primer parapeto de toda zaga. Los laterales se vieron expuestos.

Cuando parecía más entero el Sevilla, tras sacudirse la presión inicial, bastó un balón vertical a Nico Williams al que no pudo anticiparse Juanlu para que Hernández Maeso interpretase como penalti un roce de la bota derecha del sevillano sobre la izquierda del bilbaíno. Un pequeño accidente elevado a la categoría de pena máxima. Y decía el nuevo CTA que iban a naturalizar el arbitraje. Sí... Lo único que ha hecho es quitarles a los árbitros el apellido materno. Una ridiculez.

El segundo gol fue otro demarraje de Nico, mal defendido por todo el sistema defensivo: el control de espaldas de Iñaki (José Ángel) y el pase a su hermano ante la cara del medio de cierre (Gudelj). El infortunio quiso que el centro chut del menor de los Williams diese en Castrín para que cayera mansa la pelota a Sannadi: 2-0, una losa tremenda.

En la segunda mitad, el Athletic atacó menos. Pero en un error en cadena -presión arriba de José Ángel, pésimo control de Sow y Gudelj anclado sin salir al fuera de juego- tumbó el arrebato sevillista.

Ataque

El Sevilla atacó a arreones pero con profundidad. Idumbo buscó con criterio a Akor Adams, que puso a prueba con duros zurdazos los reflejos de Unai Simón. Sin continuidad, había verticalidad. Todo cambió en la segunda mitad gracias a la pareja Lukébakio-Juanlu. Desde su costado llegaron el 2-1, un golazo del belga, y el 2-2, gran gol de Agoumé a pase de Juanlu. Hubo más ocasiones: de Akor, de José Ángel, de Isaac al final...

Fue un arrebato que manda un mensaje esperanzador y que se quedó en nada porque Almeyda no pudo corregir las fallas del equipo con cambios efectivos. Las entradas de Marcao (por el desacertado Gudelj), Januzaj e Isaac fueron inanes. Demasiado hizo este Sevilla con inquietar San Mamés.

Virtudes

Arrestos para sobreponerse al 2-0. Gran primer tercio de la segunda parte. Hay plan de juego, hay esperanza.

Talón de Aquiles

Falta de calidad y de empaque en el eje para sostener el sistema.

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