En un partido que se estaba jugando en 40 metros, con dos modelos de juego muy parecidos y con ambas defensas muy adelantadas, el Sevilla hizo peor gestión de los espacios que el Villarreal, puede que un equipo menos acostumbrado a la posesión y más a las transiciones que además de todo eso fue mucho más efectivo y se encontró con un mal día de algunos de sus rivales.

Porque Diego Carlos, por poner un ejemplo y no sólo por la expulsión, fue el hombre que se lo puso todo en bandeja a su oponente cuando el Sevilla además más y mejor llegaba a la portería rival. Está claro que los de Lopetegui perdieron el partido en las áreas, pues no acertaron en las ocasiones que tuvieron y fueron unas madres cada vez que entraban en acción jugadores como Gerard.

Defensa

El partido de la primera parte fue como un espejo, donde dos equipos casi reflejaban sus similitudes. Los dos presionaban arriba, los dos achicaban el campo con la defensa en el centro del campo y los dos buscaban la portería rival con verticalidad, aunque con algo más de elaboración los nervionenses, pero fue el flanco izquierdo de la zaga sevillista la que le entregó el timón de la nave a su oponente. Gerard Moreno atacó espacios indefendibles para Acuña y mucho más para Diego Carlos, que en un error cometió tres de golpe. Llegó tarde, metió el codo y en el córner posterior saltó tarde. 1-0.

A partir de ahí las dudas nunca dejaron de sobrevolar la zaga sevillista, contagiándose hasta Koundé y el portero. Gerard en otra fase del partido se metió a la espalda de los pivotes e hizo todavía más daño. La gestión de los espacios fue nefasta y los errores individuales se sucedían en los goles, Diego Carlos (antes de su expulsión), Rakitic y Bono.

Ataque

La primera parte de Suso fue una auténtica delicia. Acaparó el balón y supo llevar la batuta de un equipo que combinó muy bien y que por momentos generó muchos pasillos interiores. Acuña se metía hacia dentro y dejaba el pasillo exterior a Ocampos, Rakitic llegaba y De Jong se ponía con facilidad de gol aunque no estaba certero en el remate.

Pero el Villarreal no daba opción a recuperar alto puesto que lanzaba rápido arriba, aprovechando ese instinto de las líneas sevillistas de defender fuerte para que la defensa dejase más espacios a sus espaldas.

Virtudes

El buen son de buena parte de la primera mitad.

Talón de Aquiles

Varias cosas que apuntar para el futuro. Emery es probablemente el entrenador que mejor estudia a los rivales, pero su triunfo estuvo en saber ejecutar lo previamente detectado. Atacó donde más le cuesta a Diego Carlos, correr hacia atrás. Es el hombre más lento y el Sevilla no supo corregir esas coordenadas tiempo-espacio. Por otra parte, otra vez la defensa de la estrategia en zona costó un gol.