La voz del sevillismo es unánime, escúchenlo

Tras la salvación matemática, el consejo debe hallar soluciones a una situación que no se arreglará con el despido de altos ejecutivos: es la hora de vender acciones

Del Nido Carrasco, nombrado persona "non grata" por la Federación de Peñas Sevillistas

José María del Nido Carrasco se ajusta la corbata junto a José Castro antes del Sevilla-Las Palmas.
José María del Nido Carrasco se ajusta la corbata junto a José Castro antes del Sevilla-Las Palmas. / Antonio Pizarro

Salvado matemáticamente el Sevilla, con el triunfo del Villarreal sobre el Leganés, llega la hora de hacer una profunda reflexión. Mucho más profunda de lo que solicitó Joaquín Caparrós al término del angustioso partido definitivo contra Las Palmas. A la tercera no fue la vencida, en este caso para bien del sevillismo, que lleva tres temporadas consecutivas viendo cómo su equipo está inmerso en la terrible lucha por evitar el descenso. Una temporada detrás de otra, con el oasis que procuró José Luis Mendilibar con su milagro de Budapest. Un título que fue como el estertor de un gigante moribundo. ¿Será a la cuarta? La situación actual no puede prorrogarse ni un minuto más. El Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva debe hacer tabula rasa. ¿Cómo? He ahí la cuestión...

Esto depende de los máximos accionistas y de momento no están por la labor de vender a mucho menor precio del que tuvieron que pagar por sus actuales paquetes en aquella guerra de compraventa de acciones iniciada en 2017. De aquellos polvos estos lodos... Pero deberían escuchar al sevillismo. No a los cafres que intentaron asaltar la ciudad deportiva, porque no es hacia allí adonde deben dirigir sus iras. Tampoco a los delincuentes, no cabe otro calificativo, que recurren a las amenazas personales incluyendo a los hijos del actual presidente.

El precio de las acciones como barrera

No, no es ése el camino tampoco. El único camino, y sólo hay que escuchar al sevillismo, es que los que actualmente están empleados en una guerra sin cuartel y judicialmente intervenida se aparten de la escena. Y para ello debe mediar un gran acuerdo con esa tercera vía que está intentando hacerse con paquetes mayoritarios de acciones sin que por ahora haya atisbo alguno de acuerdo.

Es el propio consejo de administración el que debe hallar alguna luz que guíe el camino. Debe haber una sinergia de doble vía, interna y externa, para que el Sevilla FC SAD cambie de manos. Porque esta situación es absolutamente insostenible. Por la propia integridad no ya física, sino mental de José María del Nido Carrasco, como máxima cabeza visible actual, de José Castro, como portavoz de Sevillistas de Nervión, pero también de lo que queda de éstos: Carolina Alés y Francisco Guijarro. Y también de la familia Carrión. El sevillismo no los quiere. Y tras el partido contra Las Palmas también se hizo obvio ya que la actual oposición tampoco cuenta con sus bendiciones: José María del Nido Benavente sufrió en sus carnes las iras de la afición a las puertas del Ramón Sánchez-Pizjuán.

La tremenda sinergia de la afición

El sevillismo, el mismo que interrumpió algunos partidos por las protestas perjudicando al equipo, como en el encuentro contra el Atlético de Madrid, en esta ocasión se unió de verdad en pos del único objetivo común posible: la supervivencia. El Ramón Sánchez-Pizjuán fue un volcán bermejo de similar energía al de aquella semifinal contra la Juventus, pero cambiando el tono de la ilusión por el de la rabia. Del brío carmesí a la ira encarnada en apenas dos años...

Esa sinergia sí existe y tiene muchísima fuerza, por mucho que en los clubes de fútbol sigan mandando los máximos accionistas desde la maldita ley de las sociedades anónimas deportivas aprobada en 1991 para acabar con la tremenda deuda de los clubes.

Imagen de la enardecida grada sevillista durante el Sevilla-Las Palmas.
Imagen de la enardecida grada sevillista durante el Sevilla-Las Palmas. / Antonio Pizarro

El susto ha sido demasiado grande. El sevillismo llevaba ¡cinco meses! sin ver un triunfo de su equipo en Nervión. Y esto no se puede zanjar con la destitución de un par de altos ejecutivos, léase Víctor Orta -que no haya dimitido ya después de dos años teniendo que ser corregida su planificación por el consejo de administración es llamativo-, o Ignacio Navarro, el psicólogo, que lo es, que ya sufrió una agresión. El triunfo sobre Las Palmas evitó un récord negativo, el de nueve jornadas de Liga en casa sin ganar. Se quedará en ocho, como en la temporada 23-24. ¿Quieren más pistas?

La cantera al rescate

El Sevilla tuvo que recurrir a un entrenador septuagenario de la casa y a un zagalón malagueño de 22 años que el año pasado jugaba en la liga universitaria yanki en su cita más trascendental, García Pascual. Un chaval que venía para el Sevilla C, que ni canterano se puede considerar. El anterior jugador que dio un gol triunfal en Nervión sí fue un canterano: Manu Bueno contra el Celta.

El descenso a Segunda División, con una línea de crédito firmada de 108 millones de euros y un déficit acumulado desde 2021 de 167 millones tras el récord del ejercicio 23-24 de 81,7 millones, habría sido catastrófico. El récord negativo llegó tras los 19,3 millones de déficit en 2023, los 24,8 en 2022 y los 41,4 en 2021, el año del Covid. Pero el Covid ya cae lejísimos. No quedan excusas.

El frustrado 'pacto por la pasta'

La guerra de compraventa masiva de acciones entre Del Nido y Sevillistas de Nervión desde 2017 trajo a los americanos e infló las acciones... y no se arregló con el frustrado pacto de gobernabilidad. Desde el consejo lo llamó Castro el pacto por la paz. Desde los minoritarios el pacto por la pasta. Del Nido rompió aquella baraja por celos crematísticos y políticos en lugar de arrimar el hombro o corregir la deriva desde dentro. Y ahora las acciones se han devaluado con el equipo hasta una sima que parece no tener fondo... ¿Quién va a pagar aquellos precios que engatusaron a muchos sevillistas vendedores ahora? Ahí está el quid de la cuestión.

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