Alemania intenta zanjar la crisis de los piensos con dioxinas con más controles

El Gobierno presenta un plan con una regulación más exhaustiva y penas más duras

Cerdos de una granja del oeste de Alemania.
Cerdos de una granja del oeste de Alemania.
Juan Palop (Efe) / Berlín

15 de enero 2011 - 05:01

El Gobierno alemán intentó ayer zanjar la crisis de los alimentos contaminados con dioxinas con un plan de acción que regula la producción de piensos para animales, establece controles sanitarios exhaustivos y endurece las penas a los infractores.

La ministra de Agricultura, Ilse Aigner, presentó un decálogo de medidas que enfatiza la necesidad de mejorar cuantitativa y cualitativamente la supervisión de la alimentación del ganado empleado para el consumo alimenticio humano.

"Las obligaciones de los productores de piensos relativas al control de sus productos se van a intensificar de forma significativa. Debemos liderar un endurecimiento y una ampliación de estos controles", aseguró Aigner.

El plan obliga a los fabricantes de piensos a obtener una licencia específica, a detallar la composición de sus productos ante las autoridades y a suscribir un seguro de responsabilidad civil.

Además, intensifica los controles en toda la cadena de producción, establece un sistema de alerta temprana, y sanciona la separación total a nivel productivo de las grasas destinadas directa o indirectamente a la alimentación humana y las de uso industrial.

Por último, insta a los laboratorios privados a informar de los casos que registren altos niveles de dioxinas y crea una lista pública en internet donde aparecerán los nombres de los productores de piensos que infrinjan la ley.

El plan de acción presentado ayer por el Gobierno alemán será aprobado casi con seguridad en el Consejo de Ministros del próximo miércoles y se trasladará de inmediato al Parlamento para que sea debatido como proyecto de ley, donde sí podría complicarse su aprobación.

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