Cadena perpetua para Josef Fritzl
El monstruo de Amstetten será internado en un psiquiátrico tras declararse culpable de los cargos, entre ellos, asesinato, violación y esclavitud · En 15 años revisarán su estado psíquico
Josef Fritzl pagará con un internamiento de por vida los 24 años de encierro y violaciones a los que sometió a su hija Elisabeth y que la fiscal que lleva el caso definió como un "martirio inimaginable". Un jurado popular formado por cinco mujeres y tres hombres determinó ayer de forma unánime que el carcelero de Amstetten es culpable de todos los cargos que se le imputaban, por lo que lo condenan a cadena perpetua.
Culpable de asesinato por omisión de socorro, de esclavitud, de violación, de privación de libertad, de coacción grave y de incesto. Un veredicto que llegó tras un rápido juicio de sólo cuatro días en la Audiencia provincial de Sankt Pölten, que ha sido seguido en directo por la prensa de medio mundo.
Fritzl, de 73 años, pasará, en principio, lo que le resta de su vida internado. Primero, en una institución para delincuentes con problemas mentales, donde será sometido a terapia. Posteriormente, si el tratamiento funciona y los controles periódicos que se le realizarán determinan que ha superado la grave alteración de la personalidad que padece, sería trasladado a una prisión convencional para seguir cumpliendo su condena.
Su internamiento en una institución psiquiátrica fue solicitado por la Fiscalía y recomendado por la psiquiatra que lo examinó, que diagnosticó un "gigantesco deseo de poder" y advirtió del riesgo de reincidencia. Una patología que no fue óbice para que el condenado fuera considerado criminalmente responsable de sus actos.
Fritzl escuchó ayer con calma y sin ninguna muestra de emoción la lectura del veredicto y de la sentencia, en la sala de la Audiencia. A preguntas de la juez que dirigió el proceso, el carcelero de Amstetten aseguró comprender la pena que se le ha impuesto. "La acepto", afirmó, renunciando así a la posibilidad de recurrir la sentencia, que tampoco lo hará la Fiscalía.
Por su parte, el abogado del ya condenado, Rudolf Mayer, calificó la sentencia como una "lógica consecuencia de una confesión ante 24 años de encierro y unas 3.000 violaciones". "Aparentemente, él mismo siente la pena como justa", indicó el letrado en declaraciones al finalizar lo que en Austria califican como juicio del siglo. Fritzl ya confesó el miércoles su culpabilidad de todos los cargos que se le imputaban, después de que el lunes hubiera negado los dos más graves: esclavitud y asesinato. Este último se refiere a la muerte en 1996 de uno de sus siete hijos nacidos en cautiverio.
Una muerte que, dijo el jurado, se debió a la negativa del condenado a facilitarle la ayuda necesaria durante las 66 horas que, según la Fiscalía, el recién nacido "luchó contra la muerte". La confesión de Fritzl llegó después de que el martes viera el vídeo con el testimonio incriminatorio de su hija, que estuvo también presente en la sala, según confirmó ayer el abogado de la defensa. Algo, que según Mayer, acabó por "derrumbar" a Fritzl, que tras la sesión solicitó asistencia psiquiátrica. El monstruo de Amstetten llegó a manifestar su arrepentimiento por lo que le hizo a su familia durante tantos años. Esta contrición fue rechazada como mera estrategia por la Fiscalía y por la acusación particular.
De hecho, la abogada de la hija de Fritzl, Eva Plaz, envió al jurado un mensaje de su clienta: Elisabeth testificó por un motivo esencial, porque cree que se lo debe al bebé que falleció y porque quiere que Fritzl "responda por su muerte". Según el código penal austríaco, el condenado podría teóricamente ser liberado después de 15 años, pero sólo si los peritajes psicológicos son positivos y si un tribunal da su visto bueno, algo que ante la "inimaginable crueldad" de Fritzl, como dijo el fiscal, parece poco probable.
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