Calambres y mal aliento, las otras consecuencias del calor extremo

Las altas temperaturas que se sufren en verano pueden provocar diversas consecuencias en nuestra salud, especialmente si nuestro cuerpo no puede regularse bien. El cuerpo humano tiene la capacidad de disipar calor, a través de procesos como la sudoración o la dilatación de los vasos sanguíneos, que aumentan el flujo sanguíneo de la piel y favorecen que el calor que sobra en el cuerpo salga.

Sin embargo, estos no son suficientes en algunas ocasiones. Por ello, cuando comienzan a fallar porque la temperatura exterior es superior a la que puede ser excesiva para que los sistemas de regulación del cuerpo lidien con ellas de forma eficaz, comenzamos a sufrir consecuencias negativas. Las más conocidas son el síncope por calor, que se produce cuando los vasos sanguíneos se dilatan en exceso y la presión cae, provocando un desmayo; pero también otras como la insolación o golpe de calor, que, posiblemente, es de las más peligrosas, puesto que puede suponer la muerte de la persona que la sufre.

Sin embargo, las altas temperaturas pueden provocar que nuestro cuerpo reacciones de otras maneras menos conocidas, como los calambres o el mal aliento.

Calambres por calor

Según Cigna, los calambres por calor se producen porque con la sudoración no solo perdemos agua, sino también electrolitos y sales. Por ello, si se dan las condiciones de sudar de más (especialmente si hay ejercicios intensos involucrados) y no reponer suficientes líquidos, se pueden sufrir espasmos o calambres dolorosos en los músculos. Es la señal que envía el cuerpo humano para avisar de que hay que parar e hidratarse. Es, también, el paso previo al agotamiento por calor y es común que vayan acompañados de otros síntomas como náuseas o vómito.

Mal aliento

El mal aliento puede ser otra de las consecuencias de las altas temperaturas. Es también lo que produce la boca seca, por culpa de la deshidratación de la mucosa oral. Sin ella, las bacterias proliferan y causan halitosis (el comúnmente llamado mal aliento). Por ello, es importante reponer líquidos cuando notemos alguno de los síntomas, puesto que además, la deshidratación puede llevar a consecuencias más graves.