Crisis sanitaria

El Gobierno da por segura la tercera dosis sin tener aún aval científico

Gente en la sala de observación tras ser vacunadas en el estadio de la Cartuja

Gente en la sala de observación tras ser vacunadas en el estadio de la Cartuja / Juan Carlos Muñoz

Una de las grandes interrogantes de la pandemia radica en la duración de la protección que la infección natural y la administración de la vacuna proporcionan al individuo. Depende del virus, el escudo defensivo permanece más o menos tiempo. La respuesta inmune del organismo frente al SARS-CoV-2 se muestra intensa hasta la fecha. La mayoría de las investigaciones descartan por ahora un regreso a la vulnerabilidad. Pese a ello, el Ministerio de Sanidad se salió del guión científico y apuntó ayer a la necesidad de administrar una tercera dosis del fármaco contra el Covid-19. Las autoridades sanitarias europeas, sin ir más lejos, se pronunciaron hace una semana al respecto, pero afirmando lo contrario.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, confirmó ayer que habrá tercera dosis de la vacuna y para ello, de la mano de la UE, se han suscrito nuevos contratos con Pfizer y Moderna. La ministra, en unas declaraciones en Onda Cero recogidas por Efe, no supo determinar cuándo se administrará esa dosis de refuerzo.

"De la mano de la UE, España ha suscrito nuevos contratos para 2022 y 2023; llevamos 4.000 millones invertidos en vacunas, pero es la mejor inversión porque permitirá salvar vidas y, cuando lleguemos al 70%, hay que seguir trabajando", dijo Darias antes de responder a la pregunta de si habría que vacunarse cada año y si sería necesaria una tercera dosis: "Todo parece apuntar que sí".

Hace diez días, el pasado 14 de julio, en medio de un debate alimentado por los laboratorios farmacéuticos, la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA) y el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) firmaron un documento conjunto en la que exponían su opinión al respecto: "Es demasiado pronto para confirmar si será necesaria una dosis de refuerzo contra el Covid-19 y cuándo lo sería. No hay suficientes datos para saber cuándo durará la protección de las vacunas".

En general, los ensayos señalan que la mayoría de las personas que han sido infectadas o sido vacunadas no necesitarán la dosis de recuerdo; aunque es posible que a ciertas poblaciones, inmunodeprimidos o mayores, la débil respuesta inmune sugiera la administración de más dosis futuras, no descartándose que haya incluso programas anuales, como sucede con el virus de la gripe.

En algo en lo que coinciden los inmunólogos y virólogos es que la protección que aportan tanto haber pasado el coronavirus como la vacuna extraordinaria en su componente celular (células B y T de defensas). Sin embargo, los ensayos emplean generalmente la respuesta humoral (los anticuerpos), debido a que la medición de esas respuestas es más fácil y asequible para los investigadores.

Es esa medida la que ha analizado un reciente estudio del University College de Londres y que muestra un descenso rápido de los anticuerpos producidos por las vacunas de Astrazeneca y Pfizer. "Esto no demuestra que la inmunidad desaparezca, pero preocupa por las poblaciones vulnerables", señala Matilde Cañelles, inmunóloga del CSIC. Por eso el Reino Unido plantea un dosis de recuerdo en otoño.

Aparte está el dilema ético. Médicos Sin Fronteras pidió ayer que no planifiquen inyecciones de refuerzo antes de que todo el personal sanitario y las personas vulnerables de todo el mundo haya sido vacunado.

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