Esfuerzos contrarreloj en busca de un milagro en Haití

Los equipos de rescate siguen buscando supervivientes más de una semana después del terremoto.

Silvia Ayuso (Dpa)

Silvia Ayuso (dpa), 20 de enero 2010 - 21:11

Ni el fuerte temblor que volvió a sacudir Haití logró detener a los equipos de rescate internacionales que contra la lógica humana y todos los obstáculos siguen buscando y salvando a personas vivas a más de una semana del seísmo que asoló Puerto Príncipe.

Un equipo de expertos de Taiwan, acompañado de otro mexicano, lleva dos días tratando de llegar hasta el fondo de los escombros de un edificio de tres plantas totalmente derrumbado en el centro de la ciudad. Aunque tras horas de trabajo los perros habían localizado a al menos una persona viva en la tarde del martes, los equipos de rescate tuvieron que abandonar las tareas en cuanto llegó la noche. Demasiado peligroso. La zona es una de las áreas más calientes del centro. Ya poco antes del ocaso se empezaron a escuchar algunos disparos. Los casquillos de bala que se avistan en el suelo demuestran que la amenaza es seria.

Por si no fueran ya difíciles las circunstancias, las condiciones de seguridad están obstaculizando más aún todas las tareas. Aun así a primera hora de la mañana del día siguiente los equipos regresan. No importa que otro sismo de 6,1 grados les acabe de sacudir hace apenas un rato. Evitan mirar a un lateral de la calle donde yace un esqueleto calcinado. Nadie pregunta. Los esfuerzos se centran en tratar de horadar un agujero que atraviese las tres plantas derruidas hasta donde los perros han detectado al menos a una persona. Dicen que tienen esperanzas de rescatarla con vida pero nadie lo sabe a ciencia cierta. "Hace mucho calor, están deshidratados, sin agua, por lo general no se aguanta más de tres días" y ya van ocho, explica el doctor Yan Wen Chang, que acompaña al equipo taiwanes. "Encontrar a a alguien vivo es un milagro. El tiempo es muy limitado."

Pero los milagros no paran de repetirse en Puerto Príncipe. Dos niños fueron rescatados con vida la víspera y y otra mujer mayor salió "consciente y cantando" de entre las ruinas de un edificio del complejo de la derruida catedral. Para la mujer haitiana que se acerca a pedir ayuda ya no hay esperanza. Cuenta entre lágrimas que sus dos pequeños yacen muertos entre las ruinas de lo que fue su casa y pide ayuda para sacarlos. Nadie la puede atender. Demasiado concentrados en los todavía vivos. Demasiadas tragedias similares.

El equipo sí escucha sin embargo a un hombre que ha venido corriendo a informar de posibles supervivientes. "La gente está escuchando golpes" entre los escombros de una escuela, cuenta. Un equipo parte de inmediato para allá pero al rato regresa con las manos vacías. Falsa alarma. Era un objeto que provocaba el ruido al chocar con los muros. Pero no hay tiempo para el desánimo. Son demasiados los sitios donde aún se resisten a abandonar la búsqueda y demasiado escaso el tiempo apretado que les queda. Muchos equipos empiezan a marcharse en las próximas horas. En esta ocasión, vuelve a faltar el final feliz. No ha habido ninguna señal de vida, no hay nada que hacer.

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