Causa criminal

Claves de la investigación del homicidio de Chelo, la anciana de A Coruña que vivía sola

Huella dactilar para ser analizada

Huella dactilar para ser analizada / PIXABAY

La Policía Nacional está investigando la muerte de una mujer de 86 años en su vivienda de A Coruña después de que los vecinos la escucharan gritar.

Los hechos ocurrieron en torno a las seis de la tarde del 5 de mayo, viernes, en la primera planta de un bloque de pisos de la capital gallega. A esa hora un vecino escuchó los gritos de la anciana y tras ellos, un fuerte golpe. Cuando acudió, corriendo, para comprobar qué le había pasado a su vecina, se encontró la puerta de su casa abierta y a ella en el suelo, sin vida. 

El hombre que la encontró llamó a la Policía, que envió dos patrullas al lugar de los hechos. Cuando llegaron los agentes solo pudieron certificar su muerte.

La puerta de la casa no había sido forzada y en el interior del inmueble no había nada revuelto ni ninguna señal de que se hubiera producido un robo. La muerte de Chelo parecería un accidente doméstico de no ser porque los vecinos escucharon sus gritos, un fuerte golpe y la puerta abierta.

En busca de pistas

Tras las primeras indagaciones un amplio despliegue de la Policía Nacional junto a agentes de la Policía científica comenzó a analizar el piso en busca de huellas o cualquier indicio que esclareciera qué había pasado. No tardarían mucho tiempo en dar por sentado que la muerte de Chelo era un homicidio.

Puesto que la mujer tenía movilidad reducida y precisaba de ayuda de otras personas, los investigadores están centrándose en averiguar quién ha trabajado para ella en los últimos meses, ya que el hecho de que la puerta estuviera abierta podría significar que fue la mujer quien la abrió porque conocía a su agresor. Otra de las hipótesis es que abriera la puerta sin comprobar quién estaba detrás, pero esta teoría no tiene tanta fuerza como la anterior para los agentes, aunque por el momento no se descarta ninguna posibilidad.

Grabaciones de cámaras

Ahora los agentes están tratando de reunir todas las grabaciones de las cámaras cercanas al piso de Chelo, con el objetivo de dar con la persona o personas que pudieron haber entrado en su edificio y hacerle algo. No se descarta, tampoco, que fuera alguien del propio inmueble quien la hubiera asaltado. En cualquiera de los casos los agentes se están centrando, de momento, en el entorno de la víctima.

Sobre la víctima

Se llamaba Chelo, tenía 86 años y vivía sola después de haber enviudado. Era bastante religiosa por lo que en ocasiones acudía a escuchar la misa a una parroquia cercana.

Chelo tenía una vida bastante tranquila y discreta, con problemas de movilidad y necesidad de ayuda a domicilio. Sus vecinos han expresado a los medios de comunicación que no entienden por qué querrían hacerle daño a la anciana, que nunca molestaba a nadie. Mientras tanto el grupo de homicidios sigue investigando lo sucedido.

 

 

 

 

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