Esta madrugada, a las 05:30 horas en España, ha tenido lugar la rueda de prensa en Tailandia sobre los avancen policiales en la investigación del crimen cometido por Daniel Sancho. A ella han acudido multitud de periodistas ante la expectación que está generando el suceso. Entre los profesionales de la comunicación había muchos españoles y varios traductores de inglés. Durante la sesión los investigadores han aportado parte de las pruebas que han reunido y sus pesquisas.

Están aun a la espera del resultado definitivo de la autopsia al cuerpo del cirujano colombiano, Edwin Arrieta. Éste es el que determinará cual fue la causa de su muerte. No obstante los investigadores aseguran tener suficientes indicios para considerar que la muerte no fue accidental, como defiende Sancho, y que éste lo tenía todo planeado.

Asesinato premeditado

Tras algo más de una semana de investigación, la Policía tailandesa habla ya de asesinato premeditado, cometido en solitario, a diferencia de lo que muchos criminólogos sostienen. Creen que es imposible descuartizar un cuerpo en tan poco tiempo sin ayuda de una tercera persona. Por este motivo la Policía de Tailandia pide la pena de muerte para Daniel Sancho, aunque la decisión le compete al tribunal que juzgará el caso.

En las conclusiones a la que han llegado, el chef español apuñaló a su compañero en el pecho, motivo por el cual la camiseta que llevaba Arrieta estaba agujereada. No se puede confirmar, aun así, si fue esto lo que le provocó la muerte o el golpe en la cabeza del que habla Sancho.

Según la investigación policial, el hijo del actor Rodolfo Sancho dedicó las tres siguientes horas a descuartizar a Arrieta con dos cuchillos y una sierra. El primer cuchillo lo adquirió en la tienda Big C, como ya adelantó EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, que tuvo acceso a la factura de esta compra. Al día siguiente, apenas unas horas antes de recoger a Arrieta en el muelle, compró el segundo cuchillo y la sierra. Fueron estos utensilios los que empleó para desmembrar el cuerpo.

También han asegurado desde el equipo de la Policía que nadie más intervino en el asesinato y que por ese motivo no hay otros restos de ADN en los guantes encontrados. La policía da por firmes sus conclusiones aunque seguirán practicando pruebas.