Causa criminal

Las claves del parricidio de Vilanova: una absolución que levanta polémica

Momento de la declaración de Ismael, autor de los hechos, y su amiga, Alba.

Momento de la declaración de Ismael, autor de los hechos, y su amiga, Alba.

En junio de 2019 tuvo lugar un incendio en un piso de Vilanova i Geltrú, municipio de Barcelona, que arrasó la vivienda y en el que se encontró el cuerpo calcinado de un hombre que, tras realizarle la autopsia, se supo que no había muerto por el fuego sino de una puñalada.

El autor del crimen era su hijo, Ismael Molina, de 21 años de edad. Primero habría apuñalado a su padre y posteriormente habría rociado la casa con sustancias inflamables y le habría prendido fuego. Confesó el asesinato cuando llegó a Comisaria, pero lo hizo contando una historia que no dejó indiferente a nadie.

Todo empezó cuando conoció a Alba a través de una aplicación de citas. Era una chica que compartía muchos intereses con Ismael y un amigo de él, Arnau. Ésta les contó que pertenecía a Baix, un grupo secreto de los Mossos d’ Esquadra que ayuda a mujeres maltratadas, y los animó a formar parte de él.  Arnau se desvinculó de la idea pero Ismael comenzó a darle mucha importancia.

Fue Alba quien, tras esto, y conociendo la cómoda situación económica de la familia de Ismael, le pidió que robara dinero a sus padres para sufragar los gastos del grupo del que supuestamente formaba parte. Ismael no lo sabía por aquel momento pero tenía una esquizofrenia que le impedía discernir la realidad de las invenciones de Alba. Es por eso por lo que después se creyó que tenía una novia llamada Julia con la que mantenía una relación virtual. Julia, además, estaba embarazada de mellizos (le llegó a pedir un bote de esperma a Ismael) y corría un absoluto peligro porque el padre de Ismael pertenecía a un grupo de mafiosos y quería acabar con la vida de todos. Otro invento de Alba.

Estos fueron los móviles que llevaron a Alba e Ismael a idear una estrategia para matar al padre de éste. Aunque en un primer momento Ismael se negó a efectuar el crimen luego acabó haciéndolo mientras sufría un brote psicótico.

Ismael ingresó en prisión durante dos años tras los que la Fiscalía pedía que fuera trasladado a un centro psiquiátrico. Sin embargo, los focos estaban puestos en Alba, que lo aisló de la realidad y lo indujo, presuntamente, para que robara y cometiera el asesinato.

Como explica Maika, madre de Ismael y viuda de su padre, durante una entrevista en el programa de Ana Rosa, no se esperaba el veredicto porque “confiaba en la justicia”. Asegura que la recopilación de pruebas ha durado un año y el juicio se ha resuelto en dos días. “Yo creo que el jurado no se ha enterado de nada porque eso en dos días no se resuelve”, lamenta mientras dice, convencida, que sí hubo una inducción de Alba hacia su hijo para manipularlo y que matara a su padre.

La Fiscalía pedía para Alba Arnau una condena de entre 22 y 32 años de cárcel. Tras la lectura del veredicto el órgano ha anunciado su intención de recurrir la sentencia.  

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