Causa criminal

Todo lo que se sabe de la desaparición en Madrid de Ana María

Imagen del cartel de SOS Desaparecidos

Imagen del cartel de SOS Desaparecidos / SOS Desaparecidos

Han pasado dos semanas desde la desaparición de Ana María Knezevich Henao, ciudadana estadounidense que residía en España desde el mes de diciembre de 2023.

La mujer, de 40 años, se trasladó a Madrid desde Miami, donde residía con su familia, después de pasar por un difícil divorcio con su ahora exmarido, un ciudadano serbio. Ana María Knezevich Henao mide 1,45 metros, tiene una complexión delgada, pelo castaño y ondulado y ojos marrones, según la descripción aportada por SOS Desaparecidos en las alertas que se están publicando en redes sociales.

Una desaparición en extrañas circunstancias

Ana María Knezevich Henao está desaparecida desde el día 2 de febrero, cuando se perdió su rastro en la capital. En Madrid, vivía en un piso de alquiler que caducaba en marzo en el barrio de Salamanca y se encontraba buscando una nueva vivienda junto con una amiga de la infancia que también resude en la ciudad y que fue la última persona en comunicarse de forma fehaciente con la desaparecida.

Tras esto, dicha amiga se intentó volver a comunicar con Ana María Knezevich Henao sin éxito, algo extraño por un viaje que iban a realizar juntas apenas unos días más tarde a Barcelona y con el que Ana María "estaba muy ilusionada"  ha dicho a Europa Press el presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, Joaquín Amills.

El 3 de febrero, tanto ella como otra amiga de la desaparecida residente en Europa y que iba a visitarla en un futuro próximo recibieron un mensaje idéntico desde el móvil de Ana María, que decía que "había conocido a una persona maravillosa y que se había ido con ella a una casa de campo situada a dos horas de Madrid, pero que allí hay mala señal, por lo que ya contactará con ellas cuando regresara", según Amills.

Ni las amigas de Ana María ni su familia creen que el mensaje haya sido escrito por ella, ya que no se corresponde con su forma habitual de hablar. "Parece como si le hubieran pasado un corrector", apunta Amills. Tampoco creen que abandonara la ciudad de repente, ya que quería rehacer su vida en ella. 

Tras esto, la amiga de la desaparecida que reside en España, contactó con los servicios de emergencias. Los Bomberos accedieron a la vivienda a través de la ventana, pero no encontraron signos de violencia o desorden. Sin embargo, una vecina afirmó ver luz en la vivienda en la noche del sábado 3 de febrero y que ese fin de semana unos desconocidos intentaron robar en el edificio (aunque no se llegó a presentar denuncia) y cubrieron las cámaras de los telefonillos y de seguridad con spray negro.

El FBI investiga también los mensajes, mientras que la familia ha pedido a la Policía que geolocalice el móvil de Ana María, para poder conocer dónde se conectó el teléfono por última vez. Por su parte, desde SOS Desaparecidos piden ayuda ciudadana para localizar a la mujer. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios