La secuestradora del bebé de Bilbao lo intentó durante la tarde con otros niños

Imagen de archivo de un bebé.
Imagen de archivo de un bebé.
Mari Carmen Contreras

21 de octubre 2022 - 14:16

Mireia C.S., detenida este jueves 20 de octubre por secuestrar a un bebé el día anterior en el hospital de Basurto, en Bilbao, había intentado llevar a cabo su plan durante toda la tarde, accediendo a diferentes habitaciones en las que había recién nacidos. Así lo confirmaba este jueves el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y así lo han relatado a EL CORREO otras familias. Aseguran que la joven ahora arrestada estuvo "entrando y saliendo" de diferentes estancias del pabellón Iturrizar, al menos, desde las seis y media de la tarde. Finalmente, se llevó al niño a las 21.00 horas, aproximadamente.

Según recoge el citado digital, uno de los afectados, al que la Ertzaintza "tomó declaración ayer por la noche", eran "sobre las 18.30 horas" cuando la mujer accedió, "sin llamar y sin presentarse", en la habitación en la que se encontraban su mujer y su suegra. Accedió a ella con el pretexto de que "tenía que llevarse el niño para hacer un pesaje".

"Mi chica, que es enfermera, le comentó que ella no podía acompañarle porque estaba operada, pero que iría su madre», explica. Sin embargo, la secuestradora le contestó que "no podían ir con ella", a lo que la madre del pequeño le repitió que "no te llevas al niño si no vamos con él". Ante esta negativa, Mireia le respondió que "iba a preguntar". Quince minutos más tarde, les volvió a decir que "no podía acompañar nadie al bebé". Así que nuevamente se negaron y le puntualizaron que "nos habían dicho que, si el bebé sale de la habitación para someterse a alguna prueba, siempre tiene que estar acompañado por alguien de la familia".

Tercer intento de secuestro

Finalmente, la supuesta sanitaria se fue, aunque volvió a intentarlo una tercera vez dándoles un ultimátum: "O se le hace el pesaje ahora o no se le hace". A la que la madre le reiteró que, "si el niño no está acompañado, no va a ningún sitio", y se marchó. Sin embargo, la situación no le resultó "demasiado extraña2 porque la joven "hablaba de forma muy técnica". No daba la impresión de que fuera alguien ajeno al hospital. Aunque sí sorprendió su "insistencia" y le contó lo sucedido "a algún enfermero o enfermera, pero no sé a quién porque por aquí pasa mucha gente", precisa el padre. "La verdad es que están a tope de trabajo, no dan abasto", defiende al personal.

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