"La elección del Papa es un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial"
El nonagenario decano de los cardenales cita a Juan Pablo II para recordar a los purpurados que las llaves de Pedro se deben poner "en las manos adecuadas"
Arranca el cónclave más abierto del siglo XXI
Cardenal Cobo: "¡Claro que hay presiones externas para condicionar el cónclave!"

El Vaticano está atascado, hay zonas aforadas, los nervios de la Policía son evidentes y todo es una bulla continua en el exterior de la Basílica de San Pedro. Dentro hay tenido lugar la misa que abre el cónclave. Sin protagonismo añadido del decano de los cardenales y en una celebración cuidada a detalle. El cardenal Re ha clamado por una aperente obviedad: "Que sea elegido Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en estos momentos tan dificiles y tan complejos".

Nada que ver con aquella homilía de Ratzinger en la Misa Pro eligendo Romano Pontifice de 2005 que lo elevo al papado para sustituir a un gigante como Juan Pablo II. No se olvide que Re forma parte de la minoría de cardenales nonagenarios. El núcleo de su mensaje era el previsible: "Notamos como todo el pueblo de Dios está unido a nosotros con su sentido de fe, su amor al Papa y su confiada esperanza.

Estamos aquí para invocar el auxilio del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza, a fin de que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo. Rezar, invocando al Espíritu Santo, es la única actitud justa y necesaria, mientras los cardenales electores se preparan a un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial, y a una decisión de gran importancia; un acto humano por el cual se debe abandonar cualquier consideración personal, y tener en la mente y en el corazón sólo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad".

El decano citó a Juan Pablo II, el papa que mandó edificar la Casa de Santa Marta para aislar a los cardenales del exterior durante los días de cónclave: "Los cardenales electores expresarán su voto en la Capilla Sixtina, donde —como dice la Constitución apostólica Universi dominici gregis— «todo contribuye a hacer más viva la presencia de Dios, ante el cual cada uno deberá presentarse un día para ser juzgado».

En Tríptico Romano, el Papa Juan Pablo II expresaba el deseo de que, en las horas de la gran decisión mediante el voto, la majestuosa imagen de Miguel Ángel que representa a Jesús Juez recordase a cada uno la grandeza de la responsabilidad de poner las “soberanas llaves” (Dante) en las manos adecuadas".

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