El invierno 2024-2025, el sexto más cálido de la serie histórica en España

En términos de temperatura media, la España peninsular ha registrado una anomalía positiva de +1,2 º C con respecto al periodo de referencia (1991-2020)

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El invierno 2024-2025, el sexto más cálido de la serie histórica en España
El invierno 2024-2025, el sexto más cálido de la serie histórica en España / M. G.

El invierno de 2024-2025 ha sido catalogado como el sexto más cálido en la serie histórica y el quinto más cálido del siglo XXI en la península ibérica, según los datos registrados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Este hecho confirma la tendencia de inviernos excepcionalmente cálidos, ya que se trata del séptimo año consecutivo en el que esta estación es clasificada como cálida o muy cálida, un fenómeno sin precedentes en los registros climáticos.

En términos de temperatura media, la España peninsular ha alcanzado 7,8 ºC, lo que supone una anomalía positiva de +1,2 ºC con respecto al periodo de referencia (1991-2020).

En Baleares, la media se ha situado en 11,6 ºC, con una desviación de +1,0 ºC, mientras que en Canarias se han registrado 16,0 ºC, con una anomalía de +0,8 ºC. Diciembre tuvo un comportamiento cálido, pero fueron enero y febrero los meses que destacaron por temperaturas aún más elevadas, clasificándose como muy cálidos.

Además, por segundo invierno consecutivo, no se ha registrado ninguna ola de frío, un hecho inusual que refuerza la tendencia hacia inviernos más suaves.

Invierno cálido y seco en España

En cuanto a precipitaciones, el invierno ha sido seco en la península ibérica, con un acumulado medio de 145,9 mm, lo que equivale a solo el 77 % del promedio climático.

En Baleares, el registro ha sido de 118,6 mm, representando el 66 % de la media, mientras que en Canarias, la situación ha sido aún más extrema, con apenas 62,6 mm, es decir, el 48 % del valor normal, lo que clasifica el invierno como muy seco en el archipiélago.

A nivel mensual, diciembre fue especialmente seco, enero presentó un carácter húmedo y febrero volvió a registrar un déficit de lluvias.

Estos datos reflejan una clara tendencia hacia inviernos cada vez más cálidos y con déficit de precipitaciones, lo que apunta a la influencia del cambio climático sobre la climatología de la península ibérica.

La persistencia de anomalías térmicas positivas y la reducción de las precipitaciones en muchos territorios podrían tener repercusiones significativas en la disponibilidad de agua, la agricultura y los ecosistemas, aspectos que requerirán un seguimiento y adaptación constante en los próximos años.

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