La Aemet avanza una primavera calurosa tras el séptimo invierno seguido más cálido y seco

Pese a las lluvias con las que ha arrancado marzo, el organismo asegura que no existe una tendencia clara tras un invierno en general seco

Una mujer camina bajo la lluvia en Córdoba.
Una mujer camina bajo la lluvia en Córdoba. / Juan Ayala
Agencias

11 de marzo 2025 - 13:05

Tras el séptimo invierno consecutivo más cálido de lo normal en los últimos 63 años, la primavera -que comenzará el próximo 20 de marzo a las 10:02 hora peninsular- seguirá la misma senda calurosa con temperaturas más altas de lo habitual en todo el país, sobre todo en zonas costeras y archipiélagos.

En rueda de prensa para presentar la primavera y el balance climático del invierno, Rubén Del Campo portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha explicado los detalles de este invierno, a punto de acabar, y del que ha destacado su ambiente muy cálido y la ausencia, por segundo invierno consecutivo, de olas de frío.

Sobre las precipitaciones, Aemet explica que el último invierno fue en su conjunto seco, con un valor de precipitación media sobre España peninsular de 145,9 litros por metro cuadrado (l/m2), valor que representa el 77% de lo habitual del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020. En total, se trató del decimosexto invierno más seco desde el comienzo de la serie en 1961 y del séptimo del siglo XXI.

A pesar de que este mes de marzo ha comenzado muy lluvioso, lo más "honesto" es decir que no existe una tendencia clara respecto a las precipitaciones para dicho trimestre: "Es tan probable que sea más lluvioso como que sea más seco en toda España", ha señalado Del Campo.

Sin embargo, -ha incidido Del Campo- lo importante es la tendencia que existe hacia inviernos más cálidos: "De los diez últimos inviernos sólo uno ha sido frío, mientras que el resto han sido cálidos o muy cálidos" y desde el inicio de la serie en 1961, es la primera vez que "una estación, en este caso el invierno, es más cálida de lo normal durante siete años seguidos".

Con respecto a la predicción estacional para los meses de abril-mayo-junio, casi coincidente con la primavera astronómica, el portavoz ha pronosticado que "no se esperan sorpresas" y ha precisado que hay entre un 60% y 70% de probabilidades de que sea más cálida de lo normal, sobre todo en el Cantábrico, Mediterráneo y archipiélagos.

La última estación del año completa fría fue la primavera del 2018 y desde entonces todas las primaveras han sido más cálidas de lo normal.

Temperaturas del invierno 2024-2025

El invierno fue muy cálido, con una media sobre la península de 7,8 grados, valor que queda 1,2 grados por encima de la media de esta estación y fue el sexto invierno más cálido desde 1961 y el quinto más cálido del siglo XXI, lo que arroja que de los últimos diez inviernos, sólo uno ha sido más frío de lo normal (el de 2017-2018), mientras que tres han sido cálidos y seis muy cálidos.

Tuvo un carácter cálido o muy cálido en casi toda la España peninsular y en Baleares, mientras que en Canarias resultó variable de unas zonas a otras, aunque en conjunto muy cálido.

Por meses, diciembre fue cálido, y enero y febrero muy cálidos. Aún así, entre el 13 y 19 de enero se registraron las temperaturas más frías del invierno, con intensas heladas nocturnas, aunque con valores diurnos en torno a lo normal; En este episodio Molina de Aragón llegó a 11,2 grados bajo cero el día 14, el registro más bajo de toda la estación en estaciones principales.

No hubo ninguna ola de frío, y fueron frecuentes los episodios cálidos para la época del año, como, por ejemplo, del 9 al 22 de febrero; La temperatura más alta durante el invierno se midió el 15 de diciembre en La Palma/aeropuerto, con 28,8 grados, mientras que en la península, Murcia alcanzó 28,1 grados el 27 de enero.

Precipitaciones

En cuanto a las precipitaciones fue en conjunto seco, con un valor medio sobre la España peninsular de 145,9 litros por metro cuadrado, lo que representa el 77 por ciento de la media del trimestre en el periodo 1991-2020. Se ha tratado del decimosexto invierno más seco desde 1961 y del séptimo del siglo XXI.

Comenzó con un diciembre muy seco (el segundo con menos lluvias del siglo actual, tras el de 2015), mientras que enero también arrancó seco, en general, pero la segunda quincena fue muy lluviosa y el mes terminó con carácter húmedo en conjunto. Febrero fue un mes más seco de lo normal, aunque lluvioso en zonas de la mitad norte.

Ha sido una estación entre normal y húmeda en la mitad oeste peninsular, salvo puntos de Asturias, Cantabria y del País Vasco, donde ha mostrado carácter seco; En contraste, fue seco o muy seco en la mitad oriental peninsular y en ambos archipiélagos y extremadamente seco en pequeñas zonas del sur de Cataluña, sur de Aragón y suroeste de Castilla-La Mancha.

Hubo un predominio de borrascas atlánticas durante los períodos lluviosos y aunque en zonas del oeste y noroeste peninsular se registraron precipitaciones entre el 125 y 150 por ciento de lo normal, en el tercio oriental peninsular no se llegó ni al 25 por ciento de lo normal.

El mayor acumulado en 24 horas se registró el 26 de enero en A Coruña/aeropuerto, con 96,7 litros por metro cuadrado y a lo largo de ese mes se registraron 473 litros en Santiago de Compostela/aeropuerto.

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