Investigación

La propagación del coronavirus es mayor si baja la humedad del aire

Foto: Fuson Medical Animation.

Foto: Fuson Medical Animation.

Desde la aparición del primer caso de coronavirus en diciembre de 2019 en Wuhan (China), cada día conocemos nuevos estudios que ayudan a entender el comportamiento del virus.

Mucho se ha hablado de la influencia del clima en la propagación del virus desde el inicio de la pandemia, cuando se aseguraba que con la llegada del calor el virus desaparecería, algo que desmintió categóricamente la Universidad de Toronto allá por el mes de mayo y que se ha podido comprobar durante los meses de julio y agosto en nuestra comunidad, donde el calor no ha frenado el avance de los casos de coronavirus.

Muchos han sido los investigadores de todo el mundo que han estudiado si los factores climáticos, como la temperatura, la humedad, la velocidad del viento, etc., pueden influir en la propagación del SARS-CoV-2. Puesto que el Covid-19 se propaga predominantemente a través de gotitas respiratorias y aerosoles, los expertos aseguran que “la temperatura atmosférica y la humedad relativa probablemente afectarán la propagación viral al desafiar la sostenibilidad de estas partículas en el aire”.

Así lo afirma un reciente estudio publicado en Transboundary and Emerging Diseases que investigó los contagios en Nueva Gales del Sur, Australia entre los meses de enero y mayo (lo que corresponde al otoño-invierno en el Hemisferio Sur).

A menor humedad, aerosoles más pequeños

La investigación, dirigida por el profesor Michael Ward, epidemiólogo de la Escuela de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Sydney concluyó que la humedad es un factor clave en la propagación del Covid-19. Tal y como explica Ward, “Cuando la humedad es menor, el aire está más seco y hace que los aerosoles sean más pequeños”, dijo, y agregó que “los aerosoles son más pequeños que las gotas”. 

"Cuando estornuda y tose, esos aerosoles infecciosos más pequeños pueden permanecer suspendidos en el aire por más tiempo. Eso aumenta la exposición para otras personas. Cuando el aire es húmedo y los aerosoles son más grandes y pesados, caen y golpean las superficies más rápido”.

Y es que, tal y como explicaba e Juan Gestal, experto epidemiólogo a nivel nacional, ex decano de la Facultad de Medicina y Odontología de Santiago de Compostela (USC), catedrático de Medicina y Salud Pública y profesor emérito de la USC, en Diario de Almería, “a este virus, de las características climatológicas, lo que no le sienta bien es la humedad relativa alta.

Los virus respiratorios requieren menos humedad para propagarse, por eso se contagia más en invierno y en climas fríos y secos, pero si la humedad relativa del aire es superior a 40% o 50% dificulta su transmisión. El calor también hace algo, pero es más fundamental la humedad”.

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