Los bebés lloran una media de dos horas diarias, algo normal si consideramos que es la única forma que tienen los recién nacidos de comunicarse. Este sonido es la manera que tiene la naturaleza de asegurarse de que los adultos le prestan atención al bebé lo antes posible. 

Ha sido demostrado que el llanto de los bebés activa un 'conflicto cognitivo' en el cerebro. Esto dificulta que prestemos atención a las actividades que estamos desarrollando en el momento en el que el bebé rompe a llorar y hace que volquemos toda nuestra atención en asistir al niño.

Un bebé puede llorar por muchos motivos, a veces, incluso sin razón aparente. Sin embargo los padres, especialmente los primerizos, pueden sentirse ansiosos cuando su bebé llora de manera frecuente. Algo que empeora si no son capaces de determinar la causa del llanto y calmar al bebé. 

Tipos de llanto del bebé

Llanto por dolor

Se trata de un tipo de llanto intenso y agudo. El bebé siente alguna molestia o un dolor en ese momento y alerta a sus padres. Se diferencia normalmente del llanto por enfermedad, ya que en estos casos, debido a la falta de energía los sollozos tienden a ser de poca intensidad, débiles pero persistentes. Además, pueden acompañarle síntomas como la fiebre o la tos.

Llanto por hambre

Comienza por un llanto breve, tras el que viene normalmente una pausa. Después, el llanto se irá intercalando con la inspiración. Tiende a ser de carácter rítmico y regular.

En este caso, el llanto suele ser una señal tardía por lo que existen otros signos previos que nos indicarán que el niño tiene hambre, por ejemplo: sacar la lengua, estar agitado o intentar succionar.

Llanto por cólicos

Se estima que hasta el 40% de los lactantes padecen de cólicos. Suelen aparecer entre la tercera y la sexta semana de vida y acaban cuando el bebé tiene de tres a cuatro meses. 

Según la regla de Wessel, el llanto debe ser superior a las 3 horas (sumando los períodos de llanto durante el mismo día), las crisis tienen que producirse un mínimo de 3 días a la semana y encadenar un mínimo de 3 semanas seguidas.

Este tipo de llanto suele caracterizarse por tener un inicio y final bruscos, ser inconsolable, tensión e hipertonía muscular y producirse normalmente por la tarde o noche.

Llanto por sueño

Este tipo de llanto es de los más fáciles de identificar. Suele ir acompañado de bostezos u otros signos de cansancio, además de producirse normalmente a las horas habituales de sueño del bebé.

Si observamos que el bebé llega agotado a dormir quiere decir que está demasiado cansado, esto hará que se queje y llore. Además cuando llegue el momento de ponerlo a dormir, seguramente le cueste conciliar el sueño y se despierte con más frecuencia.

Para solucionarlo, puedes intentar al día siguiente acostarlo 30 minutos antes y ver cómo se da este cambio en la rutina.